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Phelps escribe su leyenda en el agua
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SE RETIRA COMO EL MEJOR DE LA HISTORIA CON 22 MEDALLAS

Phelps escribe su leyenda en el agua

Pasarán años, puede que décadas, antes de que volvamos a ver un fenómeno semejante al de Michael Phelps, el más grande deportista olímpico de todos los

Foto: Phelps escribe su leyenda en el agua
Phelps escribe su leyenda en el agua

Pasarán años, puede que décadas, antes de que volvamos a ver un fenómeno semejante al de Michael Phelps, el más grande deportista olímpico de todos los tiempos. Nadie ha ganado más que él. En el horizonte al menos no se atisba al atleta capaz si quiera acercarse a la leyenda del nadador de Baltimore (Estados Unidos), que con sus 22 medallas en los Juegos Olímpicos ha dicho adiós a la piscina para siempre. Es la hora de saborear la gloria, de dejar una vida consagrada al entrenamiento y la disciplina… de aprender a convivir con la leyenda, su leyenda. Esa que le acompañará hasta sus últimos días. Phelps ya reina en Olimpia.  

Londres ha sido la última brazada para el mejor nadador de todos los tiempos. Un privilegio, sin duda. Para la historia y como gran reto para generaciones venideras queda su impresionante palmarés olímpico: 18 medallas de oro, 2 de plata y 2 de bronce. Un total de 22 medallas repartidas en tres Juegos: 8 en Atenas’04, 8 en Pekín’08 –todas de oro- y 6 en Londres’12. Un currículum abrumador. Phelps, desde luego, parece venido del futuro. Su gesta de Pekín superando en una las siete medallas de oro de Mark Andrew Spitz en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, no parece de este mundo.

Quizá la sombra de lo acontecido en Pekín haya hecho que estos Juego recién clausurados no estuvieran, a priori, valorados en su justa medida, pero las seis medallas conquistadas por Phelps hablan por sí solas de la dimensión de un deportistas que llegaba en una clara cuesta abajo de su carrera y amenazado por su compatriota Ryan Lochte, quien ya había avisado de sus intenciones en los ‘trials’ americanos donde fue más rápido que el ‘Tiburón’. La victoria de Lochte en la prueba de 400 metros estilos y la cuarta plaza de Phelps dispararon las alarmas en el centro acuático de Londres. ¿Era el ocaso del rey?

La contestación de Phelps llegó donde mejor se expresa, en el agua. Y ahí nadie le discute. Oro en los 200 estilos, oro en los 100 mariposa, oro en los 4x200 libre, oro en 4x100 estilo,  plata en los 200 mariposa y plata en los 4x100 libre. Una recolección que le ha servido para echar el telón de la piscina de nuevo como el mejor nadador. La natación, ahora, busca heredero. ¿Lo tendrá? 

Pasarán años, puede que décadas, antes de que volvamos a ver un fenómeno semejante al de Michael Phelps, el más grande deportista olímpico de todos los tiempos. Nadie ha ganado más que él. En el horizonte al menos no se atisba al atleta capaz si quiera acercarse a la leyenda del nadador de Baltimore (Estados Unidos), que con sus 22 medallas en los Juegos Olímpicos ha dicho adiós a la piscina para siempre. Es la hora de saborear la gloria, de dejar una vida consagrada al entrenamiento y la disciplina… de aprender a convivir con la leyenda, su leyenda. Esa que le acompañará hasta sus últimos días. Phelps ya reina en Olimpia.