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Phelps dice adiós haciendo más grande su leyenda y al deporte
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SE DESPIDE DE LA NATACIÓN SUMANDO UN NUEVO ORO OLÍMPICO

Phelps dice adiós haciendo más grande su leyenda y al deporte

Dice que la de ayer ha sido la última vez que ha mojado su cuerpo para competir, que ya no habrá más carreras, que el nadar

Foto: Phelps dice adiós haciendo más grande su leyenda y al deporte
Phelps dice adiós haciendo más grande su leyenda y al deporte

Dice que la de ayer ha sido la última vez que ha mojado su cuerpo para competir, que ya no habrá más carreras, que el nadar por obligación pasará a ser una parte más de su pasado. "Se acabó y termina de la mejor manera posible, en lo alto del podio y rodeado de amigos". Y es que Michael Phelps sumó ayer su medalla olímpica número 22, contribuyendo al triunfo de Estados Unidos en el 4x100 estilos. Nadó la tercera posta. La empezó en la segunda posición por detrás de Japón y la entregó con la ventaja suficiente para que su equipo sumara un nuevo triunfo.

Phelps se despide de Londres de la misma manera como lo hizo de Atenas o Pekín, siendo el rey de la piscina. Sus primeros días dejaron espacio a las dudas, a la especulación, al quedarse fuera del podio de los 400 estilos, pero ha terminado a lo grande, acaparando más medallas y más títulos olímpicos que nadie. Al final, ha ganado en la capital inglesa 4 oros y 2 platas, más que nadie. Cierra su cuenta en los Juegos con 18 oros, 2 platas y 2 bronces. Nadie se acerca a esos números y tardarán muchos en poder hacerlo.

Lochte (dos oros, dos platas y un bronce) y el francés Agnel (dos oros y un bronce) le han discutido la supremacía durante los Juegos de Londres, pero al final no hay duda alguna. La piscina es suya y si se lo propusiera podría repetirlo en Río de Janeiro dentro de cuatro años. Sus últimos vuelos en la piscina han sido sobrenaturales. Si en los 100 mariposa dobló séptimo, ayer consiguió dar la vuelta a una carrera de relevos que se complicaba a Estados Unidos por momento. En la que fue su última piscina decidió elevarse sobre el resto, sacó ese pecho por encima del agua acompañado por esas alas que le tienen que hacer inmortal. Es y será el más grande de la natación. 

"Me voy feliz por lo que he hecho. Es un día grande. Ahora me toca disfrutar. Solo puedo dar las gracias a la mucha gente que me ha apoyado a seguir hasta aquí. Cuando di positivo por marihuana pensé en dejarlo, en retirarme, pero me hicieron ver que no era la manera, que tenía que hacerlo en lo más alto o al menos compitiendo. Si mi última carrera individual fue tremenda, en esta he disfrutado", confesó tras despedirse de la piscina fundido en un abrazo con sus compañeros de relevo (Grevers, Hansen y Adrian), que podrán presumir durante toda su vida que compartieron la calle por la que se despidió Phelps, el más grande de la historia.

En la última tarde de la natación hay que destacar el triunfo y récord del mundo del chino Yang Sun de los 1.500 libres, dejando la marca en 14:31.02, mientras que el relevo femenino norteamericano hizo lo propio con el 4x100 estilos, parando el cronómetro en 3:52.05, siendo el noveno mejor registro que se bate en los Juegos. La holandesa Kromowidjojo fue la más rápida en los 50 m. libres, batiendo el récord olímpico.

Dice que la de ayer ha sido la última vez que ha mojado su cuerpo para competir, que ya no habrá más carreras, que el nadar por obligación pasará a ser una parte más de su pasado. "Se acabó y termina de la mejor manera posible, en lo alto del podio y rodeado de amigos". Y es que Michael Phelps sumó ayer su medalla olímpica número 22, contribuyendo al triunfo de Estados Unidos en el 4x100 estilos. Nadó la tercera posta. La empezó en la segunda posición por detrás de Japón y la entregó con la ventaja suficiente para que su equipo sumara un nuevo triunfo.