Mireia Belmonte se convierte en la reina de España con su segundo medalla olímpica

Mireia Belmonte empezó los Juegos con dudas, pero ha conseguido sacar a esa campeona, a esa nadadora que tiene dentro y que está llamada a escribir una página de oro en el deporte español. Con la medalla de ayer en los 800 metro libres, la catalana ha entrado en la leyenda olímpica por la puerta grande. No se conformó con la medalla de plata de los 200 mariposa, ésta era la prueba que tenía señalada en el calendario y no ha fallado. “Estaba como loca porque terminara. No podía más. Tenía ganas de vomitar del esfuerzo que estaba haciendo, pero tenía que terminar, llegar como fuera y con una medalla”.

 

La táctica empleada fue la correcta tal cual se demostró, pero reconoce que el ritmo impuesto por la joven Ledecky (15 años), que ganó al más puro estilo Janet Evans, rompió la carrera y a sus rivales. “Quería tenerlas cerca, para ir poco a poco. El objetivo era estar a medio cuerpo, no más, para apretar en la segunda parte de la prueba. Sabía que iban a salir rápido y fui recuperando terreno. Intenté ir a por la americana, pero era imposible, llevaba mucha ventaja. No bajó el ritmo en toda la carrera”.

 

Mireía no pasó buena noche. La tensión de la competición, lo mucho que había en juego, pesó a la hora de poder desconectar y descansar. “No podía dormir. Los ojos, como platos. No había manera de hacerlo. Hoy he estado como tonta durante todo el día, no sabía qué hacer. Después de comer, me dormí un rato, y cuando suelo hacerlo durante una hora, fueron dos, y al despertarme me llevé un susto, como si se me hubiera pasado la hora. Y sigo con la sensación rara. Es como si no hubiera ganado, me gustaría estar más contenta, pero debe ser la tensión, los nervios”.

 

La doble subcampeona olímpica afirmó el día anterior que debía rebajar cuatro segundos su marca y cumplió. “La medalla estaba cara y al final el 8:18 supera lo pensado, mis expectativas, pero había que apretar y seguir hasta el final, aunque no pudieras ni dar una brazada más”. Tras la española quedó la héroe británica, Rebecca Adlington, que se ha tenido que conformar con dos bronces, cuando llegaba con la idea de sumar sendos oro. La danesa Friis, la otra favorita, se quedó fuera del podio.

 

“Ya estoy de vacaciones. Ahora quiero conocer Londres, que no he salido de la Villa y disfrutar un poco, pero desde ya estoy de vacaciones. Ahora toca volver a casa el 5 y desconectar un poco, estar con la familia. Espero que éste sea el principio de una larga historia de éxitos. Me he liberado y soltando según han ido pasando los días. El cambio ya lo noté a comienzo del año, pero estoy seguro que esto es solo el principio”.