Auge, caída (y próxima redención) de Jon Rahm: la lección del PGA Championship
Su objetivo era conseguir su tercer título major tras los conseguidos en 2021 y 2023. Aunque amenazó con robarle la victoria a Scottie Scheffler, se conformó con el octavo puesto
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Jon Rahm peleó hasta el final, pero la fortuna no fue su aliada en la ronda final del PGA Championship y terminó octavo. A pesar de iniciar el domingo a cinco golpes del líder, Scottie Scheffler, concluyó la jornada a siete del campeón. El español le dio emoción al torneo en la última fase tras ceder cinco golpes en los tres últimos hoyos.
Su objetivo era conseguir su tercer título major tras los conseguidos en Estados Unidos en 2021 y el Masters de 2023. Aunque amenazó con robarle la victoria a Scottie Scheffler, después de empatar en el liderato al conseguir tres birdies en un tramo de cuatro hoyos, se tuvo que conformar con un octavo puesto que sabe a poco.
"Estuvo muy reñido. ¡Dios mío, hacía tiempo que no me divertía tanto en un campo de gol! La herida es bastante reciente. Pero ha habido muchas cosas buenas esta semana y muchas sensaciones positivas para el resto del año", aseguró Rahm al término de la jornada, cuando trataba de procesar el resultado cosechado en un evento marcado en rojo en el calendario.
El español se lamentó por la oportunidad que había dejado escapar. "Creo que es la primera vez que he estado en posición de ganar un major tan ajustado y no lo he logrado. Las únicas veces que he liderado un major el domingo he podido ganar el título. Esta es una situación diferente. Fueron un poco los nervios".
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La participación en el torneo
Rahm aprovechó para poner como ejemplo a Charles Barkley, leyenda de la NBA: "Siempre me gusta recordar algo que él les dice a los jugadores de baloncesto. Yo juego al golf como forma de vida y es algo increíble. ¿Estoy ahora mismo un poco avergonzado por cómo he terminado hoy? Sí, pero solo necesito superarlo. No es el fin del mundo. No soy un doctor o personal de emergencia, alguien que si tiene un mal día suceden cosas reales. Pasaré página y es algo más positivo que negativo todo lo que ha pasado esta semana".
Su participación en este torneo ha sido posible tras el acuerdo que alcanzaron LIV Golf y PGA Tour en septiembre. Desde PGA, permitieron la inscripción en sus torneos de jugadores que militen en LIV. Así se eliminó una de las barreras que hubiera dificultado la carrera de Rahm en estos momentos.
Desde que fichase por el circuito saudí, el español no ha brillado. Lo del PGA Championship demuestra que sigue siendo uno de los máximos talentos del golf internacional y que su redención está al caer. Lástima ese tropiezo final.
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El momento deportivo de Rahm
La sorpresa llegó cuando Jon Rahm aceptó los 525 millones de dólares que le ofrecieron los saudíes hasta 2029. Una oferta que le hizo cambiar de circuito a pesar de las declaraciones que hizo meses antes de aceptarla. "Nunca he jugado por dinero, sino por amor a este deporte. Mi vida no cambiaría lo más mínimo si tuviera 400 millones de dólares".
Parecía que el dinero no podía comprar la historia y la grandeza de PGA, pero finalmente lo consiguió. Pero el destino le tenía reservado una nueva dosis de fortuna y, de momento, puede participar en los torneos históricos, algo que todo aficionado al golf celebra. Sea por los nervios o por otros factores, su éxito deportivo ha sido mínimo desde que aceptó esa oferta. Diferente es el estado de la cuenta corriente. Quizás el subidón de haber competido hasta el final es el golpe de efecto que necesita.
Jon Rahm peleó hasta el final, pero la fortuna no fue su aliada en la ronda final del PGA Championship y terminó octavo. A pesar de iniciar el domingo a cinco golpes del líder, Scottie Scheffler, concluyó la jornada a siete del campeón. El español le dio emoción al torneo en la última fase tras ceder cinco golpes en los tres últimos hoyos.