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Celia Barquín, la joven golfista de la eterna sonrisa que soñaba con ser Seve Ballesteros
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LA MADUREZ ERA UNA DE SUS GRANDES CUALIDADES

Celia Barquín, la joven golfista de la eterna sonrisa que soñaba con ser Seve Ballesteros

El pasado lunes, una de las grandes promesas del golf nacional era asesinada en pleno recinto deportivo, mientras entrenaba para tratar de seguir mejorando su juego

Foto: Imagen colgada en la cuenta de Twitter del COE (@COE_es) en homenaje a Celia Barquín.
Imagen colgada en la cuenta de Twitter del COE (@COE_es) en homenaje a Celia Barquín.

Parecía un día más en el que Celia Barquín Arozamena acudía, como era habitual, a entrenarse al campo de golf para seguir mejorando en su juego, tal y como lo había hecho en los últimos años, en los que había conseguido convertirse en una de las grandes promesas nacionales. Pero lo que nunca pudo imaginar es que iba a cruzarse con la tragedia en el lugar que tantas alegrías le había dado: un asesino iba a acabar con su vida y con su eterna sonrisa.

Ocurrió sobre las 10:00 horas de este lunes en el campo de golf de Coldwater, en Ames (Iowa). Al parecer, las autoridades recibieron una llamada telefónica en la que se les alertaba de la presencia extraña de una bolsa de golf en mitad de una calle. Las raras circunstancias en las que se encontró este material deportivo hicieron sospechar que pudiera haber ocurrido una tragedia. A relativa distancia, la policía hallaba el cuerpo sin vida de la joven deportista española.

Conmoción en España por el asesinato de la golfista Celia Barquín en EEUU

Los que la conocían aseguran que se trataba de la chica de la perenne sonrisa, una persona muy cercana que era capaz de contagiar la felicidad a cualquiera que estuviera a su lado. Una deportista nata, con gran espítitu competitivo y capacidad de superación en cuyo diccionario no se encontraba la palabra rendición. Su facilidad para seguir mejorando y aprendiendo le sirvieron para confirmar que se trataba de una de las grandes promesas del deporte nacional.

Foto: Collin Daniel Richards, el presunto asesino de la golfista Celia Barquín Arozamena.

Constante trabajadora, su próximo gran objetivo era jugar el Masters de Augusta amateur, un torneo de reciente creación. Trabajadora incansable y con las ideas muy claras, era consicente de que para poder participar en el torneo necesitaba mejorar su ránking. Para ello, ya tenía previsto jugar durante los próximos meses un par de torneos que le permitieran alcanzar los puntos necesarios para poder participar: no había reto que no fuera capaz de superar a base de tesón y trabajo.

"La gran cualidad de Celia era su madurez. Era una persona tenaz, que nunca daba nada por perdido y que tenía las ideas muy claras. De hecho, tuvo la oportunidad de ser profesional, pero ella quería acabar primero sus estudios universitarios antes de dar el salto definitivo. Como jugadora no era la mejor por el talento que tenía, sino que todo lo que consiguió lo hizo por su trabajo y por echarle muchas horas al golf", asegura a El Confidencial Alejandro Rodríguez, especialista de 'Ten-Golf'.

Tuvo la oportunidad de ser profesional, pero Celia quería acabar primero sus estudios universitarios

Celia Barquín nació el 6 de julio de 1996 en Puente de San Miguel (Cantabria) y, desde muy joven, mostró su pasión por el golf. Desde pequeña se mostró fiel amante del juego de Severiano Ballesteros, su gran ídolo en el mundo del deporte. Muy pronto supo que quería seguir sus pasos y, lo cierto, es que demostró grandes maneras: con solo diez años se convirtió en subcampeona de España Benjamín. Acababa de iniciar el camino hacia su futuro: quería ser golfista profesional.

Adscrita a la Federación Asturiana, en 2010, con 14 años logró su primer éxito, al convetirse en campeona de España Infantil. A partir de ahí, los triunfos no solo no se detuvieron, sino que fueron 'in crescendo': un año después, en 2011, lograba su primer triunfo internacional al ganar el Grand Prix de Chiberta, mismo título que lograría un año después. Ambos éxitos le valieron para entrar en la Escuela Nacional de Golf Blume, donde volvería a repetir la victoria de Chiberta en 2013.

placeholder Celia Barquín, tras convertirse en campeona de Europa de Golf. (RFEG)
Celia Barquín, tras convertirse en campeona de Europa de Golf. (RFEG)

EEUU en busca de un futuro

Su brillante palmarés la llevó a buscar un futuro profesional de la mano de la universidad norteamericana, donde poder estudiar y potenciar sus capacidades deportivas. Sería en 2014 cuando comenzó a estudiar Ingenieria Civil en la Universidad de Iowa, carrera que iba a finalizar este mismo semestre con brillantes notas. Pero en lo que se refiere puramente al golf, sus éxitos no se hicieron esperar y no solo a nivel individual, sino también por equipos, donde destacó como enorme jugadora.

Así, en 2015 ayudó al equipo absoluto a lograr el bronce en el Europeo, puesto que mejoró un año después con el combinado nacional al lograr la plata. Esa misma segunda posición es la que consiguió en el Campeonato de España individual de ese mismo año, 2016, en lo que fue la antesala de su gran éxito: en 2018 se convertía en campeona de Europa en el campo eslovaco de Penati Golf Club, siendo la quinta jugadora española en conseguir este brillante éxito.

Su victoria en el Europeo, su triunfo en el Big 12 Women's Championship de Dallas y su clasificación por primera vez al US Open desde la previa, donde jugó con las mejores del mundo y donde su novio le hizo de 'caddie', le valieron para que la Universidad de Iowa la nombrara mejor deportista del año y una de las mejores de todos los tiempos de los 'Cyclones', como se les conoce en EEUU. Hacía escasos veinte días que había conseguido superar la primera fase de la escuela del LPGA Tour.

Este lunes, 17 de septiembre, cuando contaba con solo 22 años de edad, la joven deportista perdió la vida en el campo de golf de Coldwater, donde fue asesinada tras ser asaltada en pleno recinto deportivo, falleciendo como consecuencia de la agresión. De momento, todas las hipótesis están abiertas y las autoridades no descartan ninguna razón que haya podido provocar este trágico desenlace con la joven que soñaba con ser Severiano Ballesteros.

Parecía un día más en el que Celia Barquín Arozamena acudía, como era habitual, a entrenarse al campo de golf para seguir mejorando en su juego, tal y como lo había hecho en los últimos años, en los que había conseguido convertirse en una de las grandes promesas nacionales. Pero lo que nunca pudo imaginar es que iba a cruzarse con la tragedia en el lugar que tantas alegrías le había dado: un asesino iba a acabar con su vida y con su eterna sonrisa.

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