Es noticia
Rahm se despeña en Valderrama y recuerda que no sabe jugar cuando se presiona de más
  1. Deportes
  2. Golf
sergio garcía mantiene sus opciones intactas

Rahm se despeña en Valderrama y recuerda que no sabe jugar cuando se presiona de más

El jugador de Barrica no pasa el corte en el primer torneo disputado como profesional en España. Le ha costado lucir en los torneos en lo que se ha puesto metas demasiado altas

Foto: Jon Rahm, con cara de circunstancias. (EFE)
Jon Rahm, con cara de circunstancias. (EFE)

Jon Rahm es consciente de que algún día será un grande. Aspira, con lógica, a ganar los torneos más importantes del circuito, a ser número uno, a ganar decenas de millones de dólares y copar titulares durante años. Lo sabe, y eso a veces es un problema. Porque ese planteamiento le obliga a presionarse de más, especialmente en algunos momentos concretos de la temporada en los que, por unas cosas u otras, siente que tiene que brillar de más.

Sabido es que en su temporada, por lo general sensacional, no ha tenido buenas actuaciones en los 'major'. Vigésimo séptimo en Augusta, no pasó el corte en el US Open y fue cuadragésimo cuarto y quincuagésimo octavo en el British y el PGA. Muy por debajo de su nivel, que es el propio de un top-10 mundial, una posición labrada semana a semana en el circuito, desafiando a los mejores porque él es uno de ellos.

Pues bien, el Valderrama Masters Andalucía no es un 'major' está muy lejos de serlo, pero sí es un torneo en el que Rahm se ha presionado de más. Tanto que, con +7 en dos jornadas, el fin de semana le cogerá en un avión camino de China. No ha logrado pasar el corte, su juego ha estado muy por debajo de lo esperado y su primera participación en un torneo profesional en España ha sido, cuanto menos, decepcionante.

Foto: Garrido, Ballesteros, Jiménez y Olazabal en la Ryder del 97. (Getty Images y RC Valderrama)

Es cierto que Valderrama es un campo tramposo para los novatos. Tiene decenas de cepos, lugares en los que puedes perderte y no encontrarte. Rahm fue una de esas víctimas. No conocía casi el terreno y eso penaliza mucho en este caso. No es, además. un circuito que se adapte bien a su juego, más bien al contrario. El de Barrica es un jugador de pegada muy larga, profundo, acostumbrado a comerse cientos de metros con el drive. El problema es que eso, en el campo sanroqueño, no es necesario.

Así que uno de sus puntos fuertes, la capacidad de pegar calles y ponerse cerca de 'green' desde 'tee' queda neutralizado en Valderrama. El campo andaluz está pensado para jugadores muy creativos, casi supervivientes. Más aún en esta segunda jornada en la que una brisa distraía a las bolas y los 'greenes' estaban duros, muy poco receptivos. Cualquier fallo, por nimio que fuese, empujaba al abismo. Y Rahm no lo supo regatear.

Es el tercer torneo del año en el que no consigue pasar el corte, algo que, de todos modos, forma parte de la vida del golfista y se asume con normalidad. También falló en el Memorial, justo después de entrar entres los diez primeros de la clasificación mundial. Y en el US Open, un grande. Existe una línea argumental común en los tres resbalones, siempre se presionó demasiado y, en su afán de lucirse, terminó despeñándose.

placeholder
Monza (Italy), 14 10 2017.- Sergio Garcia of Spain reacts during the third day of the Italian Open golf tournament in Monza, Italy, 14 October 2017. (España, Italia) EFE EPA MATTEO BAZZI

Sergio salva bien el día

En el otro lado del espectro se encuentra Sergio García. El jugador castellonense se encuentra en Valderrama como en el salón de su casa. Confiado, tranquilo y conocedor de los secretos que esconde el precioso campo sanroqueño. Ha jugado numerosas veces allí y conoce todos los recovecos, sabe cómo pegarle y que te exige cada hoyo. Es, nunca se olvide, un excelente jugador de golf. Él los nervios y la presión, tantas veces compañeros, se los deja en el hotel cuando está en Valderrama. Allí ha ganado una vez, ha quedado segundo tres y, en este fin de semana, tratará de hacerlo de nuevo.

Está a un golpe del liderato, una posición óptima para enfrentarse al desafío. No será sencillo, en Valderrama los greenes están duros como piedras y son pequeños y ondulados. Cualquier golpe incorrecto puede llevar a la catástrofe, salirte de calle, pegar a los árboles, encontrarte en la arena o en el agua. 11 veces estuvo entre los diez primeros en Cádiz, será esta una nueva oportunidad para demostrar su talento. "Peleé lo que pude. El campo te exige mucho más cuando las calles se ponen más duras. Así que hay que dar golpes muy precisos".

En el punto de mira, el holandés Joost Luiten, que con -6 ha sido el mejor jugador en las dos primeras jornadas. Sergio, que salvó el par en un día muy complicado, está a solo un golpe empatado con Robert Rock y Scott Jamieson. Pablo Larrazabal, después de su gran primera vuelta, hizo +2 en el día y bajó hasta la octava posición. En general no fue un buen día para los españoles, además del fracaso de Rahm solo Alejandro Cañizares logró bajar de la regulación del campo y se vieron estrépitos como el +9 de Álvaro Quirós, vecino de la localidad que ha tenido un torneo para no recordar jamás.

Jon Rahm es consciente de que algún día será un grande. Aspira, con lógica, a ganar los torneos más importantes del circuito, a ser número uno, a ganar decenas de millones de dólares y copar titulares durante años. Lo sabe, y eso a veces es un problema. Porque ese planteamiento le obliga a presionarse de más, especialmente en algunos momentos concretos de la temporada en los que, por unas cosas u otras, siente que tiene que brillar de más.

Jon Rahm Golf
El redactor recomienda