Rajada olímpica de McIlroy: "No tengo claro que siga el golf en los Juegos de Río"

Rory McIlroy ha destapado la caja de los truenos del golf y los Juegos Olímpicos. Una caja de los truenos, por cierto, que ya estaba en plena ebullición tras la 'deserción' de los cuatro mejores jugadores del mundo. Es el tema estrella del día en Royal Troon. Hoy el British Open puede esperar. Rory, en lugar de calmar los ánimos, echarla al suelo y salir por la tangente con un discurso más o menos agradable a oídos de los defensores del golf olímpico, se ha encargado de echar sal en la herida. Tal cual...

“No me arrepiento con la decisión que tomé. Estoy contento con lo que hice. No siento que haya fallado al golf. No me metí a jugar este deporte para intentar hacerlo crecer, sino para ganar torneos y 'majors'. De repente, un buen día, noté que tenía la responsabilidad de hacer crecer el juego y lo acepto, pero al mismo tiempo insisto en que no juego al golf para hacerlo crecer, sino para ganar campeonatos. El objetivo es ganar, no que otros jueguen al golf”, explicó de forma ruda y visiblemente contrariado.

El comentario de McIlroy ha caído como una bomba. Nadie podía esperar esta contundencia, si bien es cierto que no estaba siendo una rueda de prensa fácil para el norirlandés. Demasiadas preguntas incómodas que fueron subiendo el tono de la comparecencia. Le preguntaron por la laxitud del golf contra el dopaje, por su ausencia de 'majors' desde 2014, por su nivel de juego e, incluso, por si no creía que ahora mismo iba camino de convertirse en el Ringo del golf, comparando los cuatro grandes jugadores de la actualidad (Day, Dustin Johnson, Spieth y el propio Rory) con los Beatles.

Al final, Rory terminó estallando. Y fue aún más hiriente al hablar de los Juegos Olímpicos y el golf. “Seguramente veré los Juegos Olímpicos, pero no tengo claro que uno de los deportes que vaya a seguir sea el golf”, señaló. Parece más rabieta que otra cosa, pero realmente su reacción se ha sentido como una bomba de relojería.

Sergio García apuesta por Río

Nada que ver las palabras de McIlroy con las de Jordan Spieth, aunque el texano también haya renunciado a los Juegos Olímpicos. Reconoció que “ha sido la decisión más difícil que he tomado en mi vida, por encima de la Universidad en la que iba a estudiar o la fecha en la que me pasaría a pro. Ha sido muy difícil. Me va a ser muy duro ver por la tele a mis compañeros desfilar en el estadio olímpico y competir, pero ha sido una decisión personal que tiene que ver con la salud. Estaba preocupado y finalmente, este lunes, para ser exacto y tras muchas vueltas, decidí que lo mejor para mí era no jugar”.

“No pretendo que la gente entienda mi decisión, pero sí quiero dejar claro que la única razón por la que no voy a Río es por mi salud, no sólo por el zika, hablo en líneas generales. Los Juegos Olímpicos son un objetivo enorme en mi vida, soy un fan auténtico de los Juegos y confío en estar en Tokio. Ojalá pueda jugar cuatro o cinco Juegos, me encantaría. No me quiero ni imaginar lo que se debe sentir cuando suena tu himno en unos Juegos”, explicó Spieth.

Las palabras del texano no borran su decisión de no acudir a los Juegos, pero desde luego nada tienen que ver con la reacción de Rory. Más madera para la polémica olímpica.

Sergio García, por su parte, señaló que “cada uno es libre de decidir lo que quiera y saber qué es lo que más le conviene. Yo sé que hay riesgos, pero he decidido estar en los Juegos porque es muy importante para mí”.

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