Dustin Johnson, Liebre de Oro 2015

Este es el séptimo año consecutivo en el que Dustin Johnson viene jugando de manera regular todos los Grandes (desde 2009, incluido, sólo se ha perdido el Masters de 2012 y el PGA de 2014). El norteamericano está disputando su 'major' número 26 y a sus 31 años acumula ya nueve top-ten y trece top-25. Pero también ha comenzado a forjar esa dichosa leyenda de gran jugador sin un Grande en su palmarés.

Así ha sido gracias, sobre todo, a algunos sucesos más o menos dramáticos que lo alejaron del triunfo, víctima de sus propios errores o desconexiones mentales. Vienen ahora a la memoria, a bote pronto, aquel arranque horroroso el domingo en Pebble Beach (US Open 2010) cuando salía en el partido estelar, otro domingo sin chispa en Royal St George's (British 2011), cuando salía a un golpe del líder, el error en el pseudo bunker de Whistling Straits (PGA 2010) que le impidió disputar un desempate por el triunfo, los tres putts en el green del 18 de Chambers Bay (US Open 2015) que pusieron en bandeja el triunfo a Jordan Spieth...

Pero no será porque no lo intente. Además de un talento bestial para este deporte, el de Carolina del Sur no se deja intimidar fácilmente por la adversidad. En 2015 ya tiene reservado el galardón oficioso de Liebre de Oro. Vaya manera de arrancar en todos los Grandes, de marcarle el ritmo a todos. En el Masters, con una vuelta de 70 golpes, iniciaba el torneo en duodécima posición, muy bien colocado.

A partir de ahí, ya sólo enseñó la matrícula al resto después de los primeros 18 hoyos en todos los grandes. El US Open lo arrancaba con una vuelta de 65 y liderato compartido con Henrik Stenson; el British Open con otro 65 en el Old Course y liderato en solitario, y este PGA lo ha puesto en marcha con un excelente 66 y de nuevo solo en lo más alto de la tabla, aprovechando mejor que nadie un turno matutino más benigno en cuanto a las condiciones de juego. De nuevo, Dustin con el cántaro al pie de la fuente...

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