El British Open, en la casa del golf, listo para la gran batalla

Ahora sí. Quedan unas horas para el inicio de la 144ª edición del Open Championship, la 29ª que se disputa en el Old Course de St. Andrews. Hasta la fecha han triunfado 23 jugadores distintos y Tiger Woods y Louis Oosthuizen son los únicos que lo han hecho en el Siglo XXI. Precisamente estos dos jugadores entran en las quinielas de muchos aficionados…

La primera en la frente. Las previsiones meteorológicas decían que el miércoles amanecería parcialmente nublado, pero sin agua y que poco a poco irían creciendo las opciones de chubascos… La realidad ha sido exactamente la contraria: agua continua desde bien pronto y una tarde espléndida, aunque fresquita, para rendir homenaje al Champions Golfers Challenge, la exhibición por equipos realizada por un buen puñado de campeones del British. Resultaba realmente emocionante ver a Peter Thomson y Arnold Palmer caminando los cuatro hoyos que debían jugarse. Ambos nacieron en 1929 y están próximos a cumplir los 86 años de edad, pero no querían perderse la ocasión de volver a caminar por el Old Course. Son los cracks del 29.

No obstante, plasmemos lo que dicen los gurús del tiempo para que los más crédulos se queden tranquilos: se insiste en que este jueves la jornada comenzará muy tranquila y propicia para los buenos resultados, sin agua y poco viento. Después se van complicando las cosas poco a poco, con posibilidad de chubascos y con rachas de viento que pueden alcanzar los 38 kilómetros por hora. En un torneo en el que los jugadores están saliendo por el teedel hoyo 1 durante más de nueve horas pegados a la costa escocesa, donde el tiempo cambia radicalmente en apenas unos minutos, las condiciones de juego que cada cual tenga resultan de vital importancia.

La lógica inversa funciona como la seda en golf. Por ello, no sería mala idea apostar unas libras por algún europeo de postín porque hacía mucho tiempo que los mejores jugadores del Viejo Continente no estaban tan fuera del radar.Jordan Spieth aparece como claro candidato a un triunfo que marcaría un hito en la historia del golf moderno: nadie desde Ben Hogan en 1953 ganó tres de los cuatro grandes. Y hay que añadir un detalle: cuando Hogan los ganó no tenía plena conciencia de estar completando el Grand Slam puesto que el que el concepto de los majorscomo tales no cristalizó hasta poco después.

Los españoles, después de su práctica del miércoles recortada por la lluvia persistente, afrontan el torneo con sensaciones contrapuestas. Larrazábal y Cabrera Bello han llegado algo tocados. El primero había aterrizado con la espalda como una tabla aunque no va a tener problemas para llegar al tee del 1 al cien por cien. De hecho, este miércoles confirmaba que el tratamiento y el relativo reposo han dado frutos y se encuentra en plenitud. El segundo aterriza algo quemado después de competir en nueve de las últimas diez semanas. Pero ambos, asimismo, guardan buenas cartas en la manga: Pablo porque anda bien de confianza tras su reciente victoria en Alemania y, a poco que le salgan las cosas, puede ir hacia arriba; y Rafa porque su juego de teea green sigue en un estado casi impecable. Jiménez y García deberían ser, en todo caso, las apuestas más firmes. El malagueño no termina de encontrarse esta semana en el Old Course aunque sus prestaciones siempre son una garantía y, además, en ocasiones le viene bien llegar al arranque del torneo sin demasiadas expectativas. En cuanto a Sergio García, es obligatorio incluirlo en el elenco de candidatos, mucho más después de su segundo puesto del año pasado.

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