Es imposible afrontar un campeonato del mundo sin acordarse de Tiger Woods

Comienza este jueves el Cadillac Championship, primero de los cuatro Campeonatos del Mundo de golf del año 2015. No estará Tiger, como es bien sabido, pero sí Rory McIlroy y, sobre todo, el top-50 del mundo al completo (Woods ya ha caído hasta el puesto 75º).

Cada vez que se juega un World Golf Championship es de justicia recordar a Tiger, mucho más si no está, porque si su carrera en los Grandes es mayúscula, más impresionante todavía resulta su trayectoria en estos WGC: obviando la Copa del Mundo por países, que también fue WGC hasta hace bien poco, se han disputado 53 hasta la fecha y él ha ganado 18, casi un 34% del total. O lo que es lo mismo, ha ganado uno de cada tres, los dos últimos (Cadillac y Bridgestone) en 2013. El asunto aún cobra mayor relevancia si pensamos que Woods no ha jugado todos, normalmente por culpa de las lesiones... De hecho, ha disputado hasta la fecha 44, por lo que cantó victoria un 40% de las veces que jugó. No le den más vueltas: son números irrepetibles.

Pero regresemos al suelo firme y al planeta golf 2015. En el Trump National Doral, escenario del torneo, transformado a lo grande y por todo lo alto de la mano del magnate Donald Trump, sólo estará Sergio García defendiendo el pabellón. Sólo un español, por primera vez en la historia de este torneo. Simepre hubo al menos dos... Nuestro golf nunca ha cantado victoria en un WGC en 53 intentos. Miguel Ángel Jiménez fue segundo en Valderrama en 1999 por detrás de Tiger, precisamente; y Sergio fue también segundo en el Bridgestone en 2014, por detrás de Rory McIlroy... Menudos rivales directos fueron a buscarse. Al margen, Sergio ha sido tercero en el Cadillac en tres ocasiones (2005, 2007 y 2013) y atesora un total de ocho puestos entre los cinco primeros en los WGC en 43 apariciones.

El castellonense llega a Doral después de pasar aparentemente sin pena ni gloria por el Honda Classic, donde terminaba en la 31ª posición. Pero a veces las apariencias engañan. Lo cierto es que García fue ganando confianza durante el torneo y salió de aquella prueba de supervivencia de golf realmente satisfecho. Después, además, sus sesiones de trabajo en Doral han sido realmente buenas, por lo que afronta el Cadillac con buenas sensaciones. Sergio estaba preocupado por la irregularidad de su swing, incluso cuando llegó a luchar por el triunfo hace dos semanas en Riviera, y ahora mismo parece más sereno y confiado en su juego. Al español, además, como a la mayoría, le encanta esta nueva versión del recorrido de Doral, lo que no podía decir de la anterior, a pesar de haber obtenido allí buenos resultados.

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