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Tiger Woods nunca deja indiferente
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REGRESA EN SU TORNEO: EL HERO WORLD CHALLENGE

Tiger Woods nunca deja indiferente

Tiger Woods vuelve a la competición. Se sube al tee del hoyo uno de Isleworth, su campo, en su torneo, el Hero World Challenge. La expectación es máxima

Foto: Tiger Woods en una imagen de archivo (Reuters).
Tiger Woods en una imagen de archivo (Reuters).

Tiger Woods vuelve a la competición. Se sube al tee del hoyo uno de Isleworth, su campo, en su torneo, el Hero World Challenge. La expectación es máxima. Mucha cámara, mucho vídeo, mucho móvil y alguna tableta metiendo codos para grabar el momento.

No es para menos. El que ha sido durante años gran dominador del golf mundial vuelve de nuevo al circo tras casi cinco meses en el dique seco por lesión. Y no lo hace de cualquier manera, lo hace con un juego de palos nuevo y, sobre todo, con nuevo entrenador, a la caza y captura de un nuevo swing que le devuelva a sus mejores años, aquella época suya demoledora que abarcó de finales de los 90 a 2003.

Tiger se prepara, hace uno, dos, tres golpes de práctica y pega con todo a la bola con la madera 3. Fuera de límites. Evidentemente, el regreso de Woods no podía ser normal. Hace bogey, un gran bogey, pues con la segunda bola, tras repetir el golpe por el fuera de límites, consigue birdie. Empieza con un 5 y enlaza con otro bogey en el hoyo 2. Es un regreso llamativo, aunque entra dentro de la lógica: lleva mucho tiempo sin competir, el óxido tiene que aparecer por algún sitio y, además, está inmerso en cambios de swing, lo que obliga a centrar su atención en el juego largo y dejar de lado el juego corto y el putt.

Precisamente, el juego corto fue donde más agua hizo el californiano, justo en su especialidad. Realizó hasta cuatro 'saltos de rana', posiblemente el golpe que más desquicia hasta al más esforzado de los jugadores amateurs. Ni los más viejos de lugar alcanzan a recordar a Tiger haciendo cuatro 'saltos de rana', un golpe criminal alrededor de green en el que apenas consigues mover la bola dos palmos. Hizo uno en el hoyo 8, dos en el 13 y otro más en el 17, donde ya sí se le vio preso de la desesperación. Eso sí, todo hay que decirlo, también pegó algunos hierros de muchísima calidad, como el tiro en el hoyo 12 que estuvo a punto de embocar desde la calle. Fue su único birdie del día.

Tiger vuelve al ruedo con una tarjeta de 77 golpes, cinco sobre el par, a once impactos del líder, situándose en la última posición de su torneo, una cita en la que recordemos sólo participan dieciocho jugadores. Tras la vuelta, Woods comentó que “ha sido uno de esos días en lo que todo te sale al revés. No creo que le pegara a la bola de manera tan pobre como para hacer este resultado. Lo más positivo es que no he tenido ningún dolor, y hacía mucho tiempo que podía decir algo así”.

Mientras tanto, en el torneo destaca una semana más, el joven Jordan Spieth, que viene de ganar el prestigioso Open de Australia. Se ha puesto al mando de las operaciones con una gran vuelta de 66 golpes. ¿Es un reflejo del cambio generacional que está viviendo el golf norteamericano? Pues muchos apuntan en esta dirección. Spieth lidera con un golpe de ventaja sobre Steve Stricker, Zach Johnson, defensor del título, Henrik Stenson y Rickie Fowler.

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