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Mbappé llevó a la locura a su amigo Macron con una actuación legendaria sin premio en la final del Mundial
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Un partido para la historia

Mbappé llevó a la locura a su amigo Macron con una actuación legendaria sin premio en la final del Mundial

El delantero francés estuvo desaparecido durante 80 minutos para luego acabar marcando tres goles y forzar los penaltis. El presidente Macron vibró con sus tantos y acabó por consolarle

Foto: Mbappé, totalmente abatido tras perder la final. (Reuters/Carl Recine)
Mbappé, totalmente abatido tras perder la final. (Reuters/Carl Recine)

La imagen del desconsuelo está encabezando este artículo. Kylian Mbappé, completamente roto, en un banquillo repleto de botellas vacías, ropa usada y botas con verde en los tacos. Ese futbolista con gesto de frustración acaba de hacer historia con una actuación legendaria en la final del Mundial de Qatar, donde igualó el récord de goles marcados en una final de Copa del Mundo del inglés Geoff Hurst en 1966 gracias a su hat trick. Sumado a su tanto en la final (que sí ganó) de Rusia 2018, nadie ha marcado más tantos que Mbappé (8) en una final del máximo campeonato del fútbol internacional. Además, se marcha de Qatar coronando la lista de goleadores del torneo. Historia que le sabrá a poco durante muchos meses, porque sería Argentina la que alcanzase la gloria en los penaltis, donde sí se vio superior a los galos.

Hasta el minuto 80 de partido, el encuentro de Mbappé estaba siendo errático. Solo había tenido un disparo, que se había marchado muy alto. Se le veía fuera de sí, con Deschamps cambiando su posición de la izquierda al delantero centro sin resultado. Pero el jugador del Paris Saint Germain está tocado por la varita y le hace falta muy poco para coger la moto.

Un error infantil de Otamendi brindó el primer penalti señalado en contra de Argentina. Fue Kylian, por supuesto, el que asumió los galones de lanzar la pena máxima. ¿Quién dijo nervios? Otro pollo a la cazuela. Pasó un solo minuto y una pared del francés con su compatriota Thuram le dejó solo en el área de la Albiceleste con un balón bombeado. Ahí, Mbappé podía controlar y perder el tiempo o buscar el remate directo. Hizo lo segundo y su chut salió fuerte, imposible para Dibu Martínez.

Un minuto. Un solo minuto para remontar un partido que estaba muy cuesta arriba para Francia, inoperante ante una Argentina que les superaba en fútbol pero, sobre todo, en energía. Quien más celebró el tanto estaba en el palco, Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, y amigo personal del delantero del Paris Saint Germain, que explotó de rabia y alegría como captaron las imágenes de televisión. El político se implicó personalmente en la renovación de Mbappé por el equipo parisino, alegando a que era "lo mejor" para el país cuando el futbolista estuvo cerca de marcharse al Real Madrid. Una hora después, después de los fatídicos penaltis para los franceses, Macron volvió a demostrar su estrecha relación con el delantero, bajando al césped a consolarlo.

Sangre fría en la prórroga

En la prórroga del final del Mundial se vivió más miedo que fútbol hasta los últimos diez minutos, donde la locura volvió a reinar en Doha. Messi adelantó a los argentinos después de una jugada dudosamente defendida por la selección gala. Cuando la Albiceleste parecía tener todo bajo su control, otro penalti innecesario, esta vez por mano de Montiel, metió a Francia en la pelea. Otra vez fue Mbappé quien cogió la carrerilla de los once metros. Duro, seco, daba igual que Martínez adivinase la dirección del chut, iba a ser gol.

placeholder Macron consuela a Mbappé. (EFE/EPA/ Friedemann Vogel)
Macron consuela a Mbappé. (EFE/EPA/ Friedemann Vogel)

Cerca estuvo el francés de ser inmortal con una jugada repleta de zigzagueos en el área de los argentinos, pero no consiguió engatillar. Mbappé sería el primero en lanzar en la tanda de penaltis. ¿Adivinan? Fue para dentro. No corrieron la misma suerte sus compañeros y el Mundial se va para Buenos Aires. La legendaria actuación de Mbappé se queda sin premio, pero se hablará de ella por décadas.

La imagen del desconsuelo está encabezando este artículo. Kylian Mbappé, completamente roto, en un banquillo repleto de botellas vacías, ropa usada y botas con verde en los tacos. Ese futbolista con gesto de frustración acaba de hacer historia con una actuación legendaria en la final del Mundial de Qatar, donde igualó el récord de goles marcados en una final de Copa del Mundo del inglés Geoff Hurst en 1966 gracias a su hat trick. Sumado a su tanto en la final (que sí ganó) de Rusia 2018, nadie ha marcado más tantos que Mbappé (8) en una final del máximo campeonato del fútbol internacional. Además, se marcha de Qatar coronando la lista de goleadores del torneo. Historia que le sabrá a poco durante muchos meses, porque sería Argentina la que alcanzase la gloria en los penaltis, donde sí se vio superior a los galos.

Mundial de Qatar 2022
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