La 'cláusula-grillete' que ata a Rafa Benítez y aleja a otros equipos... como la Selección

La oportuna aparición del Newcastle resultó ser como agua de mayo para un Rafa Benítez que necesitaba aferrarse cuanto antes a un proyecto que le ayudase a sacarse de la mente la estocada recibida por Florentino Pérez a los pocos meses de su retorno al Santiago Bernabéu. Poco podía imaginar el preparador de Aluche que dos años más tarde esa suerte de ‘bálsamo de Fierabrás’ en que se convirtieron los ‘Magpies’ para su resquebrajada psique se acabaría transformando, avatares del destino, en una prisión dorada que le dificultaría dar un nuevo impulso a su trayectoria profesional en los banquillos.

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Quien continúa siendo el entrenador español con más títulos logrados con clubes allende nuestras fronteras (11, dos más que Pep Guardiola) perdió gran parte de sus opciones de optar a la vacante dejada por Fernando Hierro al frente de La Roja por una cláusula de rescisión que le tiene atado al cuadro del norte de Inglaterra en el último año del segundo contrato que firmó tras aceptar la propuesta del Newcastle para guiar su nave luego del descenso a la Championship (Segunda inglesa).

El valor de dicha cláusula, 6 millones de libras esterlinas (unos 6’8 millones de euros al cambio actual), ha espantado literalmente a todo aquel que se ha asomado a la ventana del técnico madrileño para conocer su disponibilidad de cara al ejercicio que arrancará en las próximas semanas. Aunque no fue el primero, ni tampoco el segundo, seguramente su más sonado pretendiente, al menos en lo que se refiere al ámbito patrio y por las especiales circunstancias que lo han rodeado, ha sido Luis Rubiales y la RFEF.

Llamada desde Krasnodar

El estratega madrileño fue uno de los profesionales con los que el presidente de la Federación Española contactó tras el inesperado anuncio del fichaje de Julen Lopetegui por el Real Madrid, el pasado 12 de junio, para plantearle la posibilidad de tomar las riendas del combinado nacional a poco más de 48 horas de su puesta de largo mundialista frente a Portugal. Lo precipitado de la propuesta y la necesidad de tener que sentarse a negociar con el Newcastle privó en ese momento a Rafa de poder culminar dos sueños en uno: dirigir al equipo de su país y hacerlo además en una Copa del Mundo.

Rubiales optó por la vía más cercana y menos compleja de todas habida cuenta que el reloj jugaba peligrosamente en contra de los intereses de una Selección que había quedado descabezada de la noche a la mañana mientras velaba armas en su cuartel general de Krasnodar para abrir fuego frente al vigente campeón de Europa. Con todo y con eso, el presidente del la RFEF se guardó en su portafolios el nombre de Benítez como futurible en el caso de que su apuesta por el hasta ese instante director deportivo de La Roja le saliese rana.

La temprana salida de España del Mundial ruso a manos de los anfitriones reactivó el plan ‘renove’ del banquillo patrio. En la lista del máximo dirigente federativo se encontraban, como él mismo reconoció, Quique Sánchez Flores, Michel y Luis Enrique. También figuraba en ella Rafa Benítez. De hecho ocupaba uno de los primeros puestos. Pero un nuevo sondeo, mucho más sosegado que el precedente, se topó con un muro de contención prácticamente imposible de derribar para poder avanzar en una posible negociación: esos 6 millones de libras que costaría sacar a Rafa de Saint James’ Park.

West Ham y Arsenal

Después de cerrar el retorno del Newcastle a la Premier League con un más que meritorio décimo puesto, siente el preparador hispano que su proyecto al mando de las ‘Urracas’ no puede dar mucho más de sí por la falta de medios materiales y económicos. La ausencia de refuerzos de categoría por segundo verano consecutivo y la más que probable salida de alguno de sus mejores elementos (léase Mikel Merino o Alexander Mitrovic) no tienen precisamente la mar de contento a Benítez a orillas del Tyne. Empero, la dificultad de sortear la citada ‘cláusula-grillete’ de manera unilateral le tiene aferrado al cuadro franjinegro.

España no ha sido, en cualquier caso, la única entidad que se ha llevado un buen soponcio al enterarse del precio de la libertad del madrileño. El West Ham, curiosamente el mismo equipo que hace tres veranos estuvo a una hora de concretar su fichaje antes de que Rafa diera el sí quiero al Real Madrid, volvió a llamar a su puerta en mayo para ofrecerle un jugoso contrato que le ligara a los ‘hammers’ por un trienio. No hubo modo de abordar su enrocada situación contractual y los de la ‘City’ acabaron contratando a Manuel Pellegrini, quien sí pudo rescindir a coste cero su compromiso con los chinos del Hebei Fortune.

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El Arsenal fue el siguiente club inglés que le tanteó para sustituir a Wenger en un primer ‘casting que incluía a Mikel Arteta y el alemán Thomas Tuchel, quien estaba ya ultimando su fichaje por el PSG. Pero de nuevo, la cláusula penalizatoria de su contrato en caso de marcharse de Newcastle disuadió a los ‘Gunners’ de presentarle una oferta formal para convertirle en el nuevo jefe del Emirates. Otro técnico español, Unai Emery, sería el gran beneficiado de dicha coyuntura.

Un tercer equipo de la Premier llamó recientemente también a la puerta del extécnico de Real Madrid, Liverpool, Inter y Chelsea, entre otros, para ofrecerle su banquillo, pero se encontró con el mismo obstáculo. Así las cosas, todo apunta a que Benítez se verá obligado a cumplir su último año de contrato con una escuadra cuya afición le idolatra, pero que le va a impedir, al menos de momento, poner la guinda a su carrera como entrenador tomando las riendas de la selección española.