Sexismo en el Mundial de Rusia: el acoso a varias periodistas enciende el debate

Julia Guimarães es una de las 44 mujeres que se han desplazado hasta Rusia para retransmitir los partidos del Mundial. Periodista en Globo TV, Guimarães ha sido en los últimos días protagonista de algunas noticias, cuando debía ser únicamente transmisora, después de que un hincha tratara de besarla mientras realizaba un directo deportivo desde Ekaterimburgo, justo antes del partido entre las selecciones de Japón y Senegal del domingo. "¡No haga eso! No vuelva a hacer eso otra vez, ¿de acuerdo?", le grita la reportera, mientras se oye por detrás en inglés: "Lo siento". "No te autorizo a hacer esto. No es educado, y tampoco es correcto. Nunca lo haga".

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"Es difícil encontrar palabras", escribía, el mismo día del incidente, a través de su cuenta de Twitter. "Por suerte, nunca había vivido algo así en Brasil. Aquí ya ha pasado dos veces. ¡Triste! ¡Vergonzoso!", añadía.

Como ella misma explicaba, no era la primera vez que ocurría algo así. Unos días antes, la periodista colombiana Julieth González, de DW Español, sufrió una situación similar. Mientras retransmitía en directo un hombre se acercó, la agarró y la besó sin decir nada más. "¡RESPETO! No merecemos este trato. Somos igualmente valiosas y profesionales. Comparto la alegría del fútbol, pero debemos identificar los límites del afecto y el acoso", escribía en su perfil de Instagram.

La propia Julieth conoció el caso de su compañera brasileña y reaccionó en las redes al respecto: "Solidaridad total con Julia Guimarães y su valiente reacción. El acto violento de un hincha es triste, peor es a veces la reacción de muchas y muchos que no ven en ello un acoso", dijo. "Si estás haciendo tu trabajo, concentrada, y alguien se te tira encima, te besa, tal vez esté bebido y eso durante el desempeño de tu trabajo no es irrespetuoso: es acoso. Lamentables muchos comentarios", añadió. Malin Wahlberg, de la cadena sueca Aftonbladet TV, fue otra de las periodistas que vivió una situación similar.

Más allá de las periodistas

Pero no solo el comportamiento hacia las reporteras ha sido reprochable. Al poco de arrancar el Mundial trascendió a los medios un vídeo en el que se veía a varios hinchas colombianos burlándose de dos chicas japonesas a las que instaron a proferir insultos sexistas hacia sí mismas, sin saber lo que decían. Otro grupo, en este caso de brasileños, se grabó actuando de forma similar con otra mujer. Lo mismo ocurrió con un costarricense, que se grabó con una extranjera a la que confundió para que acabara diciendo más frases sexuales. En el caso de los brasileños, éstos fueron denunciados ante las autoridades y podrían ser deportados del país.

No obstante, desde la organización Fútbol contra el Racismo en Europa (FARE) han denunciado otras actuaciones sexistas, en concreto desde la publicidad. "Como en cada Mundial, las campañas publicitarias y las imágenes que se utilizan en los medios perpetran estereotipos de la mujer en el fútbol, a la que presentan como una espectadora despistada que no sabe de deportes o de mujer sexy que vende productos", denuncian desde la Guía para la Diversidad que el organismo ha creado a propósito de la Copa del Mundo de Rusia. Y todo esto, señalan, "a pesar de que el 40% de la audiencia la conforman mujeres".

En medio de este contexto, la FARE subraya uno de los progresos que sí se ha conseguido: el hecho de que el número de mujeres que realizan las coberturas mediáticas del Mundial haya crecido de forma exponencial: 44 mujeres en primera línea, aunque seguramente sean muchas más.