El fenómeno Asensio arrasa incluso a todo un España-Italia: ¿es mucha carga para él?

El talento se desarrolla a través de la práctica constante de la actividad en la que se destaque, pero solo surge de la cuna. Cada cierto tiempo, un talento desmesurado aparece en el fútbol, así como en cualquier otro deporte o aspecto de la vida. Entonces, alguien descubre ese genio y decide explotarlo. Esa explotación tiene una doble vía de beneficio, una para el empresario, ya avisó Rinus Michel que "el fútbol es negocio, y el negocio es negocio"; otra, para el propio futbolista, que encuentra manera de expresar su ingenio. En una siguiente fase, puede hacerlo en un estamento superior para que todo el mundo lo pueda apreciar. Todo este proceso lo ha vivido Marco Asensio, de Mallorca a Real Madrid y a ser prácticamente el único protagonista antes de un España-Italia decisivo.

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Jesús Garrido Fotografía: Carmen Castellón

Asensio solo ha jugado tres partidos con la selección absoluta. Hay altas probabilidades de que ni siquiera sea titular esta noche en el Santiago Bernabéu. Nadie habla, sin embargo, de nada más que de él. A todos futbolistas que han pasado por las salas de prensa de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se le ha realizado al menos una pregunta sobre el futbolista balear. Ninguno ha cambiado el discurso: desde Bartra a Sergio Ramos, Lopetegui incluido, han reconocido la evidencia de su estado de forma estratosférico, el placer que es que defienda los colores de nuestro país... y que hay que tener paciencia y muchísimo cuidado con él.

"A veces el halago no viene bien. Hay que quitarle piedras de la mochila, no es bueno que tenga tanta presión", son palabras de su capitán en su club y en el combinado nacional. Ramos es el vivo ejemplo de la convivencia con la intimidación de la inmediatez en el fútbol. Siendo poco más que un adolescente, fue el defensa más caro de la historia del Real Madrid y desde ese primer día jugó en el club más laureado del mundo. Doce años después, se mantiene año tras año como uno de los mejores centrales que existen en la actualidad. Ramos vivió en sus carnes todo por lo que está pasando Asensio y lo hizo con menos edad. Admite que su compañero lo tiene todo, "marcar una época en el fútbol depende solo de él", dice, pero no quiere agobios para el chico.

Al fin y al cabo, está empezando. Zidane lo cuidó la temporada pasada. Lo enclaustró durante semanas, haciéndole jugar minutos residuales, dejándolo en la grada durante casi todo el mes de febrero. A Asensio no le permitió explotar hasta bien encarada la segunda vuelta. Claro que cuando le dejaron jugar, Marco se mostró al mundo como el próximo dominador de este deporte, uno de los pocos, como mínimo. ¿Estaba ciego Zidane por no hacerle participar más en el Madrid? No, lo resguardó de los focos durante un tiempo prudencial para que comprendiera que no iba a ser siempre su momento. Habría días en los que tendrían que jugar otros y eso sería lo mejor para el equipo, debía entenderlo. Y habría otros en los que sería la estrella que debe llegar a ser.

"Jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es la cosa más difícil que hay". Esta cita pronunciada una vez por Johan Cruyff define de manera muy precisa cómo juega al fútbol Marco Asensio. No hay nada estrafalario en la forma que tiene Asensio de relacionarse con el balón. Ningún regate que necesite un nombre para definirlo, ninguna manera de controlar la pelota que haga temer por la estabilidad de sus articulaciones. Lo que hace es tan simple que cualquiera cree que puede hacerlo, pero nadie es capaz de replicarlo. En otro nivel aún muy superior, es lo que le sucede a Messi. Leo no hace imposibles, pero es imposible copiarle.

Asensio ha roto el techo de la niñez con unas demostraciones de calidad soberbias, pero más aún por no tener ni el miedo ni sufrir la presión propia de liderar con su edad e inexperiencia. Nadie designa a un líder, es él el que convence a las masas con sus actos. En la Supercopa de España le hizo dos goles al Barça que muchísimos grandes jugadores todavía sueñan con anotar, y en el sufrido empate contra el Valencia lo único que le faltó fue el brazalete para llevar en volandas a su equipo. Como decía Jabois, en un equipo con los mejores centrocampistas del mundo, Kroos y Modric, Asensio exigía el balón. "No hay nada más peligroso que no arriesgarse", afirmó Pep Guardiola. Asensio siempre se arriesga porque sabe que en la mayoría de ocasiones le va a salir cara. Y los que le rodean le permiten que asuma ese riesgo.

"Es un jugador diferente, tiene muchísimo margen para mejorar y para el fútbol español es una alegría que un jugador de ese nivel tenga esa importancia siendo tan joven", dice Iniesta. El Bernabéu, su casa para, previsiblemente, muchos años, le espera ansioso. Genera la expetación de lo inesperado, de lo desconocido, como en el circo. El malabarista se prepara para salir a la cuerda floja. Mantener el equilibrio en ella es su reto de aquí a su consolidación como jugador de talla mundial. Y según Ramos, no hay de qué preocuparse: "No creo que vaya a tener el problema de que se le suba a la cabeza". No tiene pinta.

Alineaciones probables

España: De Gea; Carvajal, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Koke, Iniesta; Isco, Asensio y Silva.

Italia: Buffon; Conti, Barzagli, Bonucci, Darmian; Candreva, De Rossi, Verratti, Insigne; Immobile y Belotti.

Árbitro: Bjorn Kuypers (HOL).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 20.45.