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Y Mario se vistió de Andrés: Götze recuerda a Iniesta con su gol ganador en el 113
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entró en el ninuto 88 y fue el héroe

Y Mario se vistió de Andrés: Götze recuerda a Iniesta con su gol ganador en el 113

A Mario Götze le tocó ser el héroe. El jugador alemán metió en el minuto 113 un gol con el que dio el título a su selección y entra en el Olimpo del fútbol alemán

Foto: Götze ya es histórico (Reuters)
Götze ya es histórico (Reuters)

A Mario le tocó ser el héroe. Eso no se elige, pues el juego es inescrutable y no por tener más ganas que el resto de meter el gol que dé a tu país un Mundial vas a hacerlo. Todos sueñan con lo mismo, así que tampoco es una cuestión de deseo. Al final, todo se reduce a estar en el momento adecuado en el lugar preciso. Y esta vez, en Maracaná, seguramente el estadio de fútbol más famoso del mundo, ante la mayor audiencia televisiva posible, a pocos minutos del final del partido, el autor del gol decisivo no ha sido otro que Götze.

Cuatro años y dos días antes, Andrés Iniesta había hecho historia en el Soccer City de Johannesburgo. Aquel fue en el minuto 116. El de Götze llegó un poco antes, en el 113, y le dio a Alemania su cuarto título de campeona de mundo, situándola a solo uno de Brasil, al que humilló en las semifinales por 1-7. El joven jugador alemán, de 22 años, demostró mucha sangre fría para marcar uno de los goles más importantes de la 'Mannschaft'.

Donde otros habrían temblado, el centrocampista del Bayern Múnich, que había sustituido a Klose en el minuto 88, pensó y ejecutó de manera muy rápida para superar a Romero. Tan rápido, que él mismo reconoció luego que no tenía claro lo que pasaba:"Es una sensación increíble, no sé cómo describirla. Tiras a gol y no sabes ni lo que está sucediendo".Nunca un suplente había marcado el gol definitivo en una final de un Mundial. Y no solo él había empezado el partido en el banquillo: su asistente, Schürrle, entró sustituyendo Kramer, lesionado.

El delantero del Chelsea tuvo buena parte de culpa en el gol. Arrancó casi desde el centro campo con potencia y llegó hasta el lateral izquierdo del área con defensas argentinos colgados a la chepa. Consiguió sacar un gran centro que fue a parar a su compañero, que estaba sin vigilancia dentro del área albiceleste. Götze no dudó: controló con el pecho y remató cruzado sin dejarla caer para batir a Romero. Justo como Iniesta cuatro años antes: control y ejecución. Apenas un segundo y ya había entrado en la historia.

El joven centrocampista alemán se va del Mundial siendo el gran protagonista a pesar de que su participación había sido irregular. Comenzó como tiular en los dos primeros partidos e incluso marcó uno de los dos goles contra Ghana en la segunda jornada, pero luego perdió la titularidad. Salvo en los octavos de final, en los cruces, Löw apostó por Klose, que dejó a su compatriota en el banquillo en cuartos de final y semifinales. Contra Brasil, ni siquiera saltó al campo.

Pero la final le tenía guardado un lugar en la historia. El suyo es el cuarto gol decisivo para Alemania en la final de un Mundial: en 1954, fue el tanto deHelmut Rahnen el minuto 84; en 1974, el de Gerd Müller al filo del descanso; en 1990, el penalti de Brehme en el minuto 85. Y en el 2014, el gol de Mario Götze en el 113. Después del partido, Klose confesó lo que le comentó cuando le sustituyó a poco de concluir los lo 90 minutos."Le dije a Mario, yo ya he jugado y ahora tienes que hacer el gol y lo hizo. Mario es sensacional", reconoció a la cadena de televisión alemanaARD.

Otro aspecto más personal emparenta los goles de Iniesta y Götze. El manchego se acordó de su amigo fallecido Dani Jarque y mostró una camiseta con su nombre que llevaba debajo de la de juego. Fue la imagen perfecta. A otro nivel, Götze también tuvo un recuerdo para un amigo. Justo antes de que los alemanes recibieran la copa de manos de Dilma Rousseff, mostró la camiseta de su compañero y amigo Marco Reus, que se perdió el Mundial tras lesionarse en un amistoso de preparación.

A partir de ahora será el resto del mundo el que se acuerde de él y de su gol para ganar un Mundial. Especialmente los argentinos. Esos no van a olvidar el nombre de Götze en la vida.

A Mario le tocó ser el héroe. Eso no se elige, pues el juego es inescrutable y no por tener más ganas que el resto de meter el gol que dé a tu país un Mundial vas a hacerlo. Todos sueñan con lo mismo, así que tampoco es una cuestión de deseo. Al final, todo se reduce a estar en el momento adecuado en el lugar preciso. Y esta vez, en Maracaná, seguramente el estadio de fútbol más famoso del mundo, ante la mayor audiencia televisiva posible, a pocos minutos del final del partido, el autor del gol decisivo no ha sido otro que Götze.

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