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El 'Maracanazo' del siglo XXI
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ALEMANIA LES HUMILLA CON UNA GOLEADA (1-7)

El 'Maracanazo' del siglo XXI

Brasil quería cambiar la historia para que no se hablase más del 'Maracanazo'. Lo que no imaginaban es que lo iban a lograr con un fracaso aún mayor

Foto: David Luiz es consolado por Thiago Silva tras la derrota (Reuters).
David Luiz es consolado por Thiago Silva tras la derrota (Reuters).

En Brasil el fútbol se vive de otra manera. Su selección luce con orgullo cinco estrellas sobre el escudo de la camiseta, símbolos que la acreditan como el país que más veces se ha proclamado campeón del mundo. Y a pesar de ello, Brasil seguía sin resolver su principal cuenta pendiente: el ‘Maracanazo’. Lo sucedido el 16 de julio de 1950 seguía fresco en la memoria de un país que volvía a ser el escenario de un Mundial. Aquella tarde, con todos los factores en contra, Uruguay derrotó a Brasil en la final. De nada sirvió el tanto de Friaça pues Schiaffino y Ghiggia silenciaron las 170.000 almas que contemplaron la mayor tragedia de la ‘canarinha’. Miles y miles de brasileños lloraron y algunos se suicidaron. “Sólo tres personas han podido, con un gesto, callar Maracaná: Frank Sinatra, Juan Pablo II y yo”, comentó Alcides. Pues bien, la Alemania de Joachim Löw ha hecho que Brasil entera enmudeciese con su goleada (1-7).

Si había una palabra que Scolari y su psicóloga, Regina Brandao, habían prohibido en la concentración de Brasil era ‘Maracanazo’. El objetivo era que el amargo recuerdo de aquella final contra Uruguay no afectase a la moral de los jugadores brasileños. El trauma que produjo aquella derrota traspasó las fronteras deportivas y afectó a todo el país. Se había convertido en un fantasma que merodeaba por los alrededores de la Granja Comary porque Felipao se propuso que no traspasara las fronteras de su búnker. Junto a Brandao, trabajó para hacer olvidar un Mundial que nada tenía que ver con este y que él veía de una manera “completamente distinta a la usual”.

Thiago Silva confesaba que la selección que capitaneaba quería “hacer una nueva historia aunque la presión está ahí”. Scolari rehuía a la hora de hablar del ‘Maracanazo’ y Pereira, su asistente, apostaba por olvidarse de aquel fatídico 16 de julio: “Italia y Alemania organizaron dos mundiales y pudieron ganarlo una vez. Brasil ya tuvo una oportunidad y ahora otra. Confiamos en poder ganar y escribir otra historia. Cambiarla y que de una vez por todas no se hable del Maracanazo”. Lo que no se imaginaba Pereira es que Brasil lo iba a lograr… protagonizando un fracaso estrepitoso.

Frente a Alemania, la historia se repitió y Brasil volvió a derramar lágrimas de tristeza y amargura siendo testigo del ‘Maracanazo’ del siglo XXI. Los tres primeros goles provocaron las primeras sombras en una grada que se empezó a vaciar en el descanso del partido. Las críticas y la censura no se hicieron esperar: Mineirao silbó a los suyos y no se cortó a la hora de señalar a algunos jugadores como fue el caso de Fred. El país todavía no había digerido una derrota que tuvo lugar hace 64 años cuando se encontraron con cinco tantos en menos de veinte minutos. La apuesta de Joachim Löw triunfó y dejó noqueada a una selección en la que no estaban Neymar y Thiago Silva.

Estas ausencias no fueron excusa para que la selección que más veces se ha proclamado campeona del mundo fuera un juguete en manos de Alemania. Lo cierto es que la Brasil que se vio este martes en Belo Horizonte estaba alejada de las expectativas puestas en las botas de sus jugadores. La victoria de Alemania entraba dentro de las previsiones, quizás lo abultado del marcador no, porque en su camino hasta semifinales, a los hombres de Scolari pareció molestarles el balón. Ni rastro del ‘jogo bonito’ por el que era conocida la anfitriona. Hasta ahora Brasil era la envidia del fútbol por esas cinco estrellas que luce en su pecho, pero desde este martes también es el país anfitrión que ha encajado la mayor derrota. Y es pocos recordaban el último descalabro de Brasil en el que la diferencia de goles llegó a seis: se habían cumplido 94 años de ello.

En Brasil el fútbol se vive de otra manera. Su selección luce con orgullo cinco estrellas sobre el escudo de la camiseta, símbolos que la acreditan como el país que más veces se ha proclamado campeón del mundo. Y a pesar de ello, Brasil seguía sin resolver su principal cuenta pendiente: el ‘Maracanazo’. Lo sucedido el 16 de julio de 1950 seguía fresco en la memoria de un país que volvía a ser el escenario de un Mundial. Aquella tarde, con todos los factores en contra, Uruguay derrotó a Brasil en la final. De nada sirvió el tanto de Friaça pues Schiaffino y Ghiggia silenciaron las 170.000 almas que contemplaron la mayor tragedia de la ‘canarinha’. Miles y miles de brasileños lloraron y algunos se suicidaron. “Sólo tres personas han podido, con un gesto, callar Maracaná: Frank Sinatra, Juan Pablo II y yo”, comentó Alcides. Pues bien, la Alemania de Joachim Löw ha hecho que Brasil entera enmudeciese con su goleada (1-7).

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