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El 'impermeable' Higuaín devuelve a la Albiceleste a unas semis 24 años después
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marcó el gol de la victoria

El 'impermeable' Higuaín devuelve a la Albiceleste a unas semis 24 años después

El 'Pipa', uno de los más criticados en su país, dio el gol de la victoria a Argentina con un gran gol de '9' puro en el minuto 8. Después, Bélgica no reaccionó

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Resulta curioso que en dos de los tres partidos que se han disputado hasta ahora de los cuartos de final, abriese el marcador un jugador que había sido criticado. Thiago Silva se llevó las críticas de su seleccionador antes de dar ventaja a Brasil contra Colombia, mientras que Gonzalo Higuaín, después de recibir ‘palos’ desde todo su país por no haberse estrenado como goleador en el Mundial, dio las semifinales a la Albiceleste con el gol que define a un delantero centro, a un hombre que huele el gol cuando ni siquiera ha empezado a cocinarse.

El ‘Pipa’ es impermeable. Lo demostró durante siete años en el Real Madrid y lo confirma día tras día, crítica tras crítica. Mientras marcaba goles como oficio vestido de blanco durante años, Argentina reclamaba a Maradona que confiase en él, que no le cerrase las puertas a uno de los mejores delanteros argentinos de aquel momento.

Higuaín tuvo paciencia y aunque tenía la opción de jugar con Francia, decidió esperar para hacerlo en el país de su padre y de toda su familia. El ‘Pelusa’ dio su brazo a torcer y lo llevó ya a Suráfrica y desde entonces no volvió a salir de ese puesto. Ni siquiera la suplencia en el primer partido de esta Copa del Mundo 2014 le frenó sus aspiraciones. Este gol no hace sino dar la razón a Sabella al confiar en el jugador del Nápoles.

Ese gol fue un bálsamo para una Argentina que llevaba todo el Mundial sufriendo. No ha ganado ni un solo partido con comodidad, ni siquiera el último del grupo contra Nigeria fue verdaderamente tranquilo. Evidentemente, a Bélgica no la iban a eliminar de forma sencilla, pero al menos sí pudimos ver la mejor versión albiceleste de lo que va de torneo. Sobria en todas sus decisiones, sabía en cada momento lo que era necesario. Messi estaba muy activo, acercándose a recibir y, esta vez sí, encontrando apoyos para asociarse. Lavezzi trabajaba constantemente desde el perfil izquierdo para vigilar a Mirallas y Di María era un punzón a la contra.

Y en una de esos contragolpes, Di María se apagó. La trascendencia de Messi en Argentina es brutal, descomunal. Él es el que destroza a las defensas rivales con muy poco, con su violencia en la portería rival activada de nuevo, no como en el resto de la temporada. Incluso fue él quien habilitó al Fideo para que marcara el gol de la victoria contra Suiza. Pero Di María es fundamental para hacer funcionar el resto del esquema al servicio de Messi.

Su posición de interior, si ya es importante en el Real Madrid, lo es aún más en Argentina. Él recibía de Biglia y a partir de sus botas comenzaba el juego eléctrico y por momentos vibrante argentino. Pero en esa contra buscó un disparo, que fue bloqueado por Kompany, y tras ello se fue al suelo con dolor en la parte anterior del muslo. No pudo volver a jugar.

Pero no aprovechó Bélgica en ningún momento esa permuta obligada de Sabella. La idea de Wilmots fue muy similar a la que eligió y, tras la prórroga, le vino bien, contra Estados Unidos. Sólo una variación, la ausencia de Mertens y la entrada de Mirallas. Pero o bien fue la presión de meterse en unas semifinales mundialistas, o las altas expectativas de una selección muy prometedora pero todavía en construcción, pero Bélgica dio muy pocas muestras de poder hacer daño a Argentina, y ser la primera en no conseguirlo hasta ahora, la verdad. En los diablos rojos, si no aparece Hazard, no hay opción, sobre todo si tampoco se busca la cabeza de Fellaini.

Es cierto que Bélgica es un equipo de reacciones tardías, se hace desear como los melocotones de septiembre. No ha marcado ni un solo gol en este Mundial en las primeras partes, ni antes del minuto 70 de partido. Pocos instantes antes de llegar a ese último tramo del partido, Wilmots reaccionó y sacó del campo a Origi, que esta vez no surtió el efecto de encuentros anteriores, lo mismo que Mirallas. Mertens y Lukaku entraban para hacer reaccionar al equipo del país de la cerveza, pero no lo consiguieron. Sólo un par de balones colgados a Fellaini inquietaron a Romero mínimamente.

Messi hizo un partido serio, sin sobresaltos ni grandes demostraciones de su enorme calidad. Pero una vez más se quedó lejos del mejor Messi de los últimos dos años. Apareció cuando Argentina estaba fresca en el primer tiempo, cuando a Bélgica no le agobiaba la soga al cuello del tiempo, pero desapareció tras la reanudación de forma alarmante. Llegará, por lo tanto, fresco al partido de semifinales.

En cambio, lució Higuaín como hacía mucho tiempo que no se veía con su país. No sólo fue el gol, sino la lucha constante por cada balón, por ayudar en la creación a sus compañeros y por su capacidad para crearse ocasiones de la nada. Él solo pudo sentenciar el choque con sus dos ocasiones en la segunda parte, una de ellas sensacional con un disparo al larguero. Se marchó agotado cuando se agotaba el tiempo en el cronómetro de Rizzoli, en el cambio ‘amarrategi’ de Sabella, dando entrada a Gago.

Y cuando Messi en el 93’ no pudo superar el enorme muro de Courtois, un nudo en la garganta de toda Argentina se hizo enorme. Esa ‘no-sentencia’ hacía presagiar lo que al final pasó: Bélgica tendría una, y una muy clara. La tuvo cuando un minuto después del paradón del portero del Chelsea, Lukaku ganó línea de fondo y la puso atrás. No hubo remate directo, pero tras un rechace, la enganchó Witsel desde la frontal y su disparo se fue a pocos centímetros del larguero. El nudo se deshizo y Argentina vuelve a unas semifinales de un Mundial 24 años después.

Ficha técnica:

1. Argentina: Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Martín Demichellis, Ezequiel Garay y José María Basanta; Ezequiel Lavezzi (Rodrigo Palacio, m.70), Lucas Biglia, Javier Mascherano, Ángel Di María (Enzo Pérez, m.32); Lionel Messi y Gonzalo Higuaín (Fernando Gago, m.80).

Seleccionador: Alejandro Sabella.

0. Bélgica: Thibaut Courtois; Toby Alderweireld, Daniel Van Buyten, Vincent Kompany y Jan Vertonghen; Axel Witsel, Marouane Fellaini; Kevin De Bruyne, Eden Hazard (Nacer Chadli, m.74); Divock Origi (Romelu Lukaku, m.59), Kevin Mirallas (Dires Mertens, m.59)

Seleccionador: Marc Wilmots.

Gol: 1-0, m.8: Higuaín.

Árbitro: El italiano Nicola Rizzoli amonestó a Hazard, Alderweireld y Biglia.

Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014 disputado en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, frente a 68.551 espectadores.

Resulta curioso que en dos de los tres partidos que se han disputado hasta ahora de los cuartos de final, abriese el marcador un jugador que había sido criticado. Thiago Silva se llevó las críticas de su seleccionador antes de dar ventaja a Brasil contra Colombia, mientras que Gonzalo Higuaín, después de recibir ‘palos’ desde todo su país por no haberse estrenado como goleador en el Mundial, dio las semifinales a la Albiceleste con el gol que define a un delantero centro, a un hombre que huele el gol cuando ni siquiera ha empezado a cocinarse.

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