Poco fútbol y mucha eficiencia para que Alemania siga siendo la de siempre

Ni rastro de la gripe. Alemania derrotó a Francia (0-1) con un tanto cabeceado por Hummels que les dará la oportunidad de jugar sus cuartas semifinales consecutivas; en esta ocasión su rival será Brasil.Maracaná no vivió un partido para el recuerdo. Alemania llevó la voz cantante y lo hizo con la calma de quien sabe que el balón no se acerca a su portería. Neuer mantenía relativa tranquilidad porque Francia estaba encogida, encerrada atrás y sólo apareció cuando moría el primer tiempo. Los de Deschamps eran conscientes de que el tiempo corría en su contra pues el tanto de Hummels era el que mandaba en el marcador. Los galos quisieron ser atrevidos en una segunda parte densa, con ocasiones que nadie lograba definir en un partido con mucho en juego en el que pesaba todo lo hecho hasta el momento. Francia notó más la factura y es que como dijo Lineker, el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania.

Alemania no quería perder el tiempo. El primer aviso llegó con los aficionados aun acomodándose en los asientos de Maracaná. Varane fue el encargado de salvar la embestida de Özil, pero Francia no contestó sino que se replegó atrás, salió a esperar a su rival. Alemania movía el balón con lentitud, pero sin preocupación porque el peligro, de momento, no rondaba a Neuer. Con Matuidi y Pogba desparecidos, los hombres de Deschamps empezaron a aparecer por la banda. Benzema recibió en la frontal del área pequeña y armó una volea con el interior que se marchó desviada. El delantero del Real Madrid volvió a ser protagonista cuando Valbuena quiso conectar con él; no lo logró porque Hummels salvó la ocasión.

A los trece minutos, cuando Francia empezaba a soltarse sobre el césped de Maracaná, Alemania le arrojó un jarro de agua fría en forma de gol. Kroos fue el encargado de ejecutar una falta y lo hizo colocando el balón en el punto de penalti, allí donde Hummels superó el marcaje de Varane para cabecear y superar a Lloris. El defensa galo llegó en desventaja aunque lo cierto es que no partía desde tan atrás. En una jugada de oficio, Varane dio demasiado espacio a su rival y evidenció que le falta ‘mala leche’. El tanto no alteró los planes de Alemania: defendía con el balón, manejaba la pelota con calma, sin intensidad para llegar a los dominios de Lloris y sin dejar que Francia oliese el esférico.

Deschamps no movió ninguna de las piezas de su puzzle y el combinado galo permaneció a la expectativa, agazapado, esperando la oportunidad de salir a la contra. Encerrada en su área ante la presión germana, Francia se intentaba rehacer poco a poco ante una Alemania muy bien plantada que controlaba el partido a la perfección. A los hombres de Löw les bastaba un pase interior para saltar la línea gala ubicada en el centro del campo; una vez superada esa barrera, atacar era tarea fácil. Alemania tocaba bien de primeras con Lahm siempre un paso por delante del resto desde la banda, donde se mueve como pez en el agua porque es el lugar en el que su visión del juego es más efectiva por mucho que Guardiola se empeñe en colocarle en el centro del campo.

Antes de escuchar a Néstor Pitana señalar el descanso, Francia empezó a estirarse. Y lo hizo después de que Alemania reclamase un penalti de Debuchy sobre Klose que no fue y tras una falta de Özil que Höwedes remató de tacón sin fortuna. El primero que puso en apuros a Neuer fue Valbuena; el galo obligó al portero del Bayern a lucirse con una buena parada. El rechace acabó en los pies de Benzema que envió el balón fuera, el mismo destino que llevó el remate de Shako tras un córner. Francia había descubierto la forma de hacer daño a Alemania: balones a la espalda de sus defensas. Benzema, desacertado, primero cabeceó un pase de Evra a la tripa de Hummels (por mucho que Francia reclamase mano) y después chutó con la derecha un balón fácil para Neuer.

El despertar galo no parecía haber llegado demasiado tarde pues quedaban 45 minutos por delante. Alemania se había mostrado sobria y dominante, pero los hombres de Deschamps sabían que debían ser intensos y rápidos, presionar más arriba, obligar a su rival a despejar y aprovechar la debilidad de la banda por la que se movía Özil que, en teoría, es la debilidad germana. Francia se atrevió a arriesgar y lo consiguió gracias a que Matuidi comenzó a aparecer en la creación de juego galo. Fruto de ello, empezó a dominar y obligó a Alemania a meterse abajo aunque a Francia le costaba llevar la iniciativa. Con el tiempo en contra, se lanzaron a la desesperada sobre Neuer: Benzema, Matuidi, Valbuena, Griezmann, Shako o Varane lo intentaron con ocasiones de todo tipo.

Alemania sufría para defender su ventaja y, al mismo tiempo, agotaba sus últimas fuerzas ante un Lloris que luchaba para mantener con vida a Francia. Deschamps puso toda la carne sobre el asador dando paso a Cabaye, Koscielny y Giroud; el problema es que la entrada de éste llegó demasiado tarde. Los galos adelantaron sus líneas buscando con más corazón que cabeza una prórroga que no llegó a pesar del último intento de Benzema. Francia entonó el ‘au revoir’ y Alemania, siempre Alemania, luchará con Brasilpor un puesto en la final.

Ficha técnica

Francia: Hugo Llorís, Mathieu Debuchy, Raphael Varane, Mamadou Sakho (Koscielny, m.71), Patrice Evra; Yohan Cabaye (Löic Remy, m.73), Paul Pogba, Blaise Matuidi; Mathieu Valbuena (Olivier Giroud, m.85); Karim Benzema, Antoine Griezmann.

Seleccionador: Didier Deschamps.

Alemania: Manuel Neuer; Philip Lahm, Jerome Boateng, Mats Hummels, Benedikt Höwedes; Sami Khedira, Bastian Schweinsteiger; Thomas Müller, Toni Kroos (Cristoph Kramer, m.92), Mesut Özil (Mario Götze, m.83); Miroslav Klose (Andre Schürrle, m.69).

Seleccionador: Joachim Löw.

Gol: 0-1, m.13: Mats Hummels.

Árbitro: Néstor Pitana (Argentina). Amonestó a los alemanes Khedira y Schweinsteiger.

Incidencias: Partido de los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014 disputado en el estadio de Maracaná ante 74.240 espectadores. Veintiséis grados y 88 por ciento de humedad al comienzo del partido.