Costa Rica declara héroe nacional a Keylor Navas, el portero que no valía por ‘bajito’

Una soberbia temporada en la Liga española y un Mundial para enmarcar. Un portero que aparece a diario en las listas de fichajes de grandes clubes gracias a un momento de forma superior. Keylor Navas disfruta del trabajo de años. Los últimos en especial, aunque los primeros no fueron tan alegres. Cuando tocó demostrar que algún día podría ganarse la vida en una solitaria portería -y eso que de niño le gustaba jugar de delantero-, le dijeron que no valía para el fútbol. Por condiciones y por altura. Un visionario técnico dio un diagnóstico erróneo.

En toda Costa Rica ya se le conoce como ‘San Keylor’ después de que ante Grecia fuera decisivo en la tanda de penaltis. Hoy en día toca el cielo, pero cuando comenzaba a jugar al fútbol, el dictamen de un técnico estuvo a punto de apartar al guardameta del mundo del fútbol. Tras varios años en las inferiores del Municipal Pérez Zeledón, a los 13 años recibió la peor noticia posible. El club había decidido prescindir de sus servicios.

Los técnicos de la casa emitieron un informe nada favorable delpequeño Navas. Era casi demoledor. Los ‘sabios’ del Pérez Zeledón decidieron dejarle en libertad porque no atesoraba la suficiente calidad como para llegar algún día a la elite del país. Además, en aquella época su estatura no invitaba a pensar que pudiera ganarse la vida como guardameta -hoy mide 1,86-, por lo que le dieron la libertad.

La estatura fue un hándicap para Keylor durante aquellos primeros años. Sin embargo, en San Isidro, donde nació, los que le veían en acción sí pensaban que tenía las suficientes aptitudes para ser portero profesional. El guardameta de la selección de Costa Rica se planteó abandonar la práctica del fútbol. Los más cercanos han recordado este hecho en alguna oportunidad, pues el pequeño Navas se desmoronó moralmente cuando le dieron la mala noticia. Pero se puso en pie, fundamentalmente gracias a sus padres, y siguió luchando por un sueño que finalmente alcanzó.

Aún así tuvo que esperar un año para que se le abriera una puerta, la buena… Keylor se refugió en la modesta Escuela de Fútbol de Pedregoso, donde los que le entrenaban sí creían en él. Un partido en concreto le marcó. Brilló especialmente ante el Liceo Unesco de Pérez Zeledón y ese día su vida dio un giro inesperado y positivo. El Deportivo Saprissa, el club más laureado del país, le abrió sus puertas y le reclutó para sus categorías inferiores.

Keylor Navas emprendió camino a San José. En la capital, alejado de su familia y amigos, endureció su carácter. Aprendió a desenvolverse sin sus padres, cocinando y realizando las clásicas labores de cualquier hogar. Pero al mismo tiempo, y es lo importante, el club morado sí apreciaron su talento. A nivel personal fueron tiempos duros, pues echaba de menos a su gente, aunque sabía que para realizar su sueño era necesario sufrir.

Y bien que sufrió en el Saprissa. Cuando llegó al club josefino, éste se encontraba en una complicada situación económica. No sobraban los colones -moneda del país-. y apenas tenía para comer.En el cuarto en el que vivía casi no había ni sábanas. Un día tomó la decisión de regresar a casa y lo hizo, pero una llamada lo cambió todo. Fue seleccionado para disputar un Mundial Sub 17 en Finlandia con la selección y regresó a la disciplina del Saprissa. Aquella citación hizo que recuperara su ansias de triunfar en el fútbol.

En 2005 debuta con el primer equipo del Deportivo Saprissa y tras cinco años, en 2010 da el salto a España. Ficha por el Albacete y posteriormente aterriza en el Levante. Esta última campaña, el tico ha completado una temporada espectacular que está rubricando en Brasil. Le llueven las ofertas y no sólo en España. Antena 3 informó que su futuro está en el Real Madrid, después de que su nombre se haya vinculado a otros grandes como Atlético u Oporto.

El pasado domingo, ante Grecia, paró una pena máxima que le ha convertido en héroe del pueblo. Fue líder cuando estuvo solo entre los tres palos, pero también lo fue antes como se desveló tras el partido. Cuando los jugadores de Costa Rica estaban agrupados antes de que comenzara la tanda de penaltis, Keylor tomó la palabra y con una frase llenó de energía positiva a sus compañeros. “Marquen todos ustedes que yo paro uno. Esto lo vamos a ganar”. Y así fue.Hoy el mundo entero sabe de sobra dónde está Costa Rica. Gracias, sobre todo, a Keylor Navas...