El 'espíritu Luis Suárez' contra James, el niño que a los 14 años ya jugaba en Primera

No hay una voz en Uruguay disonante con la opinión popular. La FIFA lidera una “conspiración” contra Luis Suárez por su sanción, calificada por el presidente José Mújica como una “eterna vergüenza”. Todos los charrúas creen que Luisito ha sido tratado por la máxima organización futbolística “como si fuera un criminal” porque “se pasó de la raya”. El delantero fue “deportado” de Brasil y su selección, la bicampeona del mundo, se jugará su futuro en el Mundial sin su líder, pero con su espíritu, porque el partido contra Colombia de octavos de final “es por Luis”. Sin Suárez, habrá más focos que se centren en otro delantero maravilloso, James Rodríguez.

Ningún compañero de Luis ha salido a la prensa a decir que Suárez se ha equivocado. Nadie, ni el capitán Lugano, ni la estrella regente Cavani. Todos apoyan “a capa y espada” al jugador del Liverpool, que no podrá jugar con su selección en los próximos nueve partidos ni pisar un estadio hasta finales de octubre. Resulta extraño que todos los miembros de la expedición uruguaya apoyen unilateralmente a Suárez, lo cual puede considerarse compañerismo acérrimo, pero que no se atrevan a decir que Suárez cometió un error, que además es reiterado. Pero la idea más repetida es que “no mató a nadie”.

Pero quién sabe si el dicho de ‘no hay mal que por bien no venga’ pueda afectar de lleno a los charrúas. En Uruguay se habla de una conjura interna que comienza en Tabárez y acaba en el último jugador para “dejárselo todo por Luis” a partir de ahora en el Mundial. El ‘espíritu de Luis Suárez’ acaba de nacer. Tanto sufrieron los uruguayos por la lesión del ‘9’ que casi le impide estar en Brasil, para que ahora, de repente, su forzada ausencia sea lo que engrandezca el ánimo de toda la plantilla celeste.

En relación a lo puramente futbolístico, surge una pregunta inevitable y obligatoria: ¿quién ocupará el lugar de Suárez en la punta del ataque? A pesar de que algún medio uruguayo insta a saltar al campo con diez jugadores como protesta contra la FIFA, la lógica nos inclina a pensar que tal medida no se llevará a cabo y que dos futbolistas se disputarán el honor de reemplazar al nuevo mártir nacional. El sustituto natural tanto por capacidades como por relevancia es Diego Forlán, pero el ‘Cacha’ no salió ni un solo minuto en el trascendental duelo contra Italia, mientras que Christian Stuani sí participó y tiene la confianza plena de Tabárez para esa posición, aunque probablemente jugará algo más retrasado que Cavani, que pasará a la punta.

Donde no hay ninguna duda del once es en el rival. Colombia sabe que no hay por qué tocar lo que ha funcionado de maravilla hasta ahora. Todos están preparados para seguir avanzando en la Copa del Mundo 2014 con la generación cafetera más prometedora de las últimas décadas. Y entre todos ellos, no hay ninguna estrella que brille con la luz de James Rodríguez. Sólo Messi alcanza una estadística como la de James, que es marcar en los tres partidos que se han disputado hasta ahora. Tres tantos ha anotado el jugador del Mónaco para ayudar en el pleno de victorias colombianas. Ese jugador, que con 22 años lleva ya ocho como profesional.

Suena a exagerado, a imposible. Pero, ¿cómo va a llevar ocho años como profesional? Pues aunque los números parezcan engañar, los datos son correctos. Este joven virtuoso del balón nacido en Cúcuta, jugó su primer partido en la máxima categoría del fútbol colombiano, la Primera A, con apenas 14 años. Fue defendiendo los colores del Envigado Fútbol Club, el equipo que lo descubrió cuando todavía jugaba en la Academia Tolimense, con sede en Tolima. Allí dio sus primeros pasos como futbolista bajo la atenta y calurosa mirada de la que él mismo define como su mejor amiga, su madre Pilar Rubio. Pero su talento lo obligó a marchase de casa y vivir en Medellín.

En el Envigado debutó de forma precoz, casi prematura, en 2005, pero la presión no le afectó a ese niño que apenas había entrado en la pubertad. Quizás, fue el descenso de su equipo lo que le permitió ir adquiriendo regularidad en el club hasta hacerse indiscutible de forma casi inmediata. Tras bajar, ganó la Primera B y volvió a subir. Todo eso lo vivió mientras alcanzaba los 16 años. Fue a esa edad cuando Banfield lo encontró y se lo quedó en su equipo. Iba a iniciar su andadura en las categorías inferiores del club argentino, pero pronto dio el salto a la Primera División argentina, donde jugó doce partidos marcando un gol.

Fue el año siguiente, en la temporada 2009-10, cuando James explotó. Nueve goles y ocho asistencias en los 38 partidos que disputó entre la Primera División y la Copa Libertadores fueron suficientes para que el Oporto, uno de los clubes con mejores ojeadores del planeta, lo fichara por poco más de siete millones de euros. Era, por así decirlo, el jugador número ‘12’ del Oporto tricampeón con André Villas-Boas y fue tras la marcha de varios de los pesos pesados de ese equipo cuando James Rodríguez se hizo indiscutible ya en un club relevante europeo con unos datos de estrella: 14 goles y 11 asistencias. Además, consiguió su sueño desde pequeño, debutar con la selección absoluta de Colombia.

Curiosamente, una campaña algo más floja en cuanto a números fue suficiente para convertirse en el segundo fichaje estrella del Mónaco, el nuevo rico europeo. 45 millones desembolsaron los monegascos en este extremo colombiano, juntando así a tres de los ganadores del Triplete de Liga, Copa y Europa League del 2011, Falcao, Moutinho y James. Nada más llegar, se enfundó el ‘10’ que siempre llevó desde que empezó a darle patadas a un balón y se quedó a las puertas de ganar la Ligue 1. Ahora, por primera vez tiene ante sí la oportunidad de hacer algo grande con su selección y, hasta el momento, lo está haciendo.

Alineaciones probables:

Colombia:Ospina; Zúñiga, Zapata, Yepes, Armero; Abel Aguilar, Carlos Sánchez; Cuadrado, James Rodríguez, Ibarbo; Teo Gutiérrez.

Seleccionador: José Pekerman.

Uruguay: Muslera; Cáceres, Giménez, Godín, Álvaro Pereira; Álvaro González, Arévalo Ríos, Lodeiro, Cristian Rodríguez; Forlán o Stuani y Cavani.

Seleccionador: Óscar Tabárez.

Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda).

Estadio: Maracaná, de Río de Janeiro.

Hora: 22.00.