Carlos Queiroz quiere retrasar su despedida de una Irán que ‘reniega’ de los ‘europeos’

Carlos Queiroz vive sus últimas horas como seleccionador de Irán. Su trabajo tiene poco que reprochar, pero su destino está en otra parte. Un día antes de que la selección que dirige se enfrentara a Argentina, el portugués hizo oficial que no renovaría su contrato. El técnico, ex del Real Madrid, habló de diferentes cuestiones, pero lo cierto es que los planteamientos de la Federación de Fútbol de Irán no cuadran con los del entrenador portugués.

Queiroz tiene opciones de colarse en los octavos de final y para ello debe imponerse a la ya eliminada Bosnia y esperar que Argentina se imponga a Nigeria. Supondría un éxito para la selección asiática, sumida en una situación convulsa y que ha provocado la no continuidad del técnico. Los dirigentes de la federación iraní tienen un plan y el portugués no está excesivamente de acuerdo con el mismo. El resultado final es que Carlos deberá buscar otro destino.

El aún seleccionador explicó que no ha encontrado “el suficiente apoyo del Gobierno y de la Federación de Fútbol de Irán. Tengo claro que ya no están interesados en mí, por cuestiones financieras, para continuar el trabajo que iniciamos. Las negociaciones se han parado y he decidido que no continuaré”. Lo cierto es que la filosofía que se pretende implantar en la selección es ‘particular’…

Los mejores futbolistas de Irán juegan en el extranjero, como es habitual en cualquier país, por poca cultura futbolística que tenga. Sin embargo, con vistas al futuro, los dirigentes iraníes pretenden que la selección se nutra de futbolistas que juegan en Irán o países cercanos. Una extraña apuesta teniendo en cuenta que son los ‘extranjeros’ los que hacen mejor al equipo. Éstos, sobre todo los que juegan en Europa, lo pueden tener complicado en el futuro.

Para empezar, como se pudo comprobar en el Irán-Argentina, el guardameta Alireza Haghighi es fundamental en este equipo, pero tiene el ‘hándicap’ de que pertenece al Rubin Kazán ruso. Lo mismo se puede decir de la mayoría de los delanteros que están en Brasil; en concreto, Reza Ghoochannejhad (Charlton Athletic/Inglaterra), Alireza Jahanbakhsh (NEC Nimega/Holanda), Masoud Shojaei (Las Palmas/España) y Ashkan Dejagah (Fulham/Inglaterra). Todos ellos, fijos ahora, puede encontrarse en el futuro con un panorama diferente.

Curiosamente, Irán aún no ha estrenado su casillero de goles, aunque sí ha cosechado muchos elogios por su solidez defensiva, algo que quedó de manifiesto ante Argentina. “El objetivo es que se mantenga la concentración y que los jugadores aprovechen las ocasiones”, subrayó Carlos Queiroz. Y para ello, la ‘dupla británica’ que forman Reza Ghoochannejad y Ashkan Dejagah será básica. De esta manera, el habitual 4-5-1 pasaría a ser un 4-4-2.

Un dato a tener en cuenta es que si Irán gana a Bosnia por un gol de diferencia y Nigeria cae ante Argentina por la misma diferencia, un sorteo definiría qué equipo se clasifica para disputar los octavos de final de este Mundial de Brasil.

“Nuestra obligación es salir con honor y dejar una buena impresión. Es una pena que esta generación se vaya tan pronto del Mundial, porque el equipo luchó y tuvo ocasiones”, aseguró Safet Susic, seleccionador de una Bosnia que ya tiene las maletas preparadas.

Alineaciones probables:

Bosnia: Begovic; Mujdza, Ojemen Bicakcic, Spahic, Kolasinac; Medunjanin, Pjanic, Misimovic, Hajrovic, Dzeko o Visca e Ibisevic.

Seleccionador: Safet Susic.

Irán: Haghighi; Montazeri, Hosseini, Sadeghi, Pooladi; Heydari, Timotian, Nekounam, Dejagah; Jahan Bakhsh y Reza Ghooichanejhad.

Seleccionador: Carlos Queiroz.

Árbitro: Carlos Velasco Carballo (ESP).

Campo: Arena Fonte Nova de Salvador.

Hora: 17.00 GMT.