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El miedo al fracaso vuelve a la vida de la Selección española cuatro años después
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El recuerdo de Ellis Park, en la memoria

El miedo al fracaso vuelve a la vida de la Selección española cuatro años después

Lo que el pasado viernes al filo de las diez de la noche era pavor y hasta pánico, se ha convertido en respeto al abismo, a iniciar un camino sin retorno

Foto: Del Bosque da instrucciones durante un partido de Selección Española (EFE)
Del Bosque da instrucciones durante un partido de Selección Española (EFE)

¿Quién dijo miedo? Lo que el pasado viernes al filo de las diez de la noche era pavor, pánico, ahora se ha convertido en respeto al abismo, al camino sin retorno. Hace cuatro años este grupo y el que les manda superaron la situación apostando por la tranquilidad, por recordar que solo era un partido de fútbol sin más. De aquella 'final' en Ellis Park se salió con vida. Se tiró de experiencia, pero el miedo no dejó de existir desde que Suiza dio la sorpresa en Durban. Ahora la historia se repite.

“Es un partido a vida a muerte. No hay más. Es una final”, afirmó Juan Mata en la sala de Prensa. Los jugadores están mentalizados para ello, pero Del Bosque no es amigo de dramatizar las situaciones. Ya lo hizo en Sudáfrica en 2010 y repetirá ahora. Tal y como recoge el libro ‘Vicente, Biografía Autorizada’, en la charla previa al partido ante Chile -se repite 'final' y ante el mismo rival-recordó a sus jugadores que lo que tenían que hacer era jugar al fútbol. “Esto no es una guerra. Si perdemos, a casa y a otra cosa. No hay dramatismo”, explicó con naturalidad.

El seleccionador quería quitar el dramatismoque se vivió en el vestuario desde la derrota ante Suiza. En aquella ocasión fue Busquets el damnificado por las críticas, ahora ha sido Casillas. “Le oíamos y no le podía creercuando nos dijo que no pasaba nada si perdíamos. Luego entendía que quería quitarnos presión, pero no es lo más normal. En muchas ocasiones nos repetía que éramos jugadores de fútbol y que disfrutáramos de lo que hacemos”, señala Arbeloa en el citado libro.

Xavi recuerda las escenas de Johannesburgo con más dramatismo. “Estábamos cagados. Tanto el día de Honduras como el de Chile. Petardazo y para casa. Cuando nos dijo que no pasaba nada si perdíamos, le miré y me dije, ¡coño, algo va a pasar!, pero él repetía con lo de no pasaba nada”, recuerda. Villa habla de sobreexcitación y de imposibilidad de dormir siesta. Reina, mientras, apuntaque pensaba que de aquellano salían. “Nos van a matar”, pensaba. Del Bosque, a su manera, consiguió rebajar la tensión, pero el miedo siguió existiendo hasta que la pelota empezó a rodar. En ese momento los jugadores se olvidaron de todo y así hasta que el dos a uno a favor de España clasificaba a las dos selecciones.

Ahora la situación es diferente. La goleada ha hecho mucho daño. De Bosque ha intentado repetir lo vivido en Sudáfrica. La primera sorpresa se la llevó cuando pisó el vestuario y se encontró a Casillas soltando una arenga a sus propios compañeros. El capitán ejerció de eso, de referencia del bloque. Asumió sus errores ypidió perdón, pero acto seguido intentó levantar el ánimo de todos. Y es que Del Bosque cree que ese Iker atrevido y seguro de sí mismo es fundamental en una selección que duda y que siente el miedo de cerca. Inevitable.

No hay conjuras, ni pócimas secretas en forma de barbacoa. Villar intentó restar dramatismo y aliviar de tensión al grupo. El objetivo es intentar mantener esa normalidad que tanto le gusta al seleccionador, pero que es complicada de lograr cuando hay tanto en juego. El miedo es libre y eso es lo que sienten los jugadores. Mucho miedo.

¿Quién dijo miedo? Lo que el pasado viernes al filo de las diez de la noche era pavor, pánico, ahora se ha convertido en respeto al abismo, al camino sin retorno. Hace cuatro años este grupo y el que les manda superaron la situación apostando por la tranquilidad, por recordar que solo era un partido de fútbol sin más. De aquella 'final' en Ellis Park se salió con vida. Se tiró de experiencia, pero el miedo no dejó de existir desde que Suiza dio la sorpresa en Durban. Ahora la historia se repite.

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