Es noticia
"Dios es argentino": los fieles seguidores de Messi toman Río de Janeiro
  1. Deportes
  2. Fútbol
RÍO DE JANEIRO SE TIÑE DE BLANCO Y AZUL

"Dios es argentino": los fieles seguidores de Messi toman Río de Janeiro

Miles de argentinos han tomado Rio de Janeiro en los últimos días. Los fieles de Messi predominan en el barrio de Copacabana teñido de blanco y azul

Foto: Imagen de la furgoneta de Argentina (Foto: VS).
Imagen de la furgoneta de Argentina (Foto: VS).

“El Papa es argentino. Messi, el genio del fútbol, es argentino. ¿Y sabes qué? Te voy a dar una exclusiva. Dios también es argentino”. Pablo no parpadea a la hora de afirmar su verdad. Viajó el pasado miércoles en una furgoneta desde Entre Ríos, Argentina, junto a su hermano, su sobrino y dos amigos. Ha tardado tres días en llegar a Río de Janeiro. Ahora acampa en Copacabana, cerca del puesto 4, el cuartel general de los argentinos en la Cidade Maravilhosa. “Tenemos que pagar 200 reales (67 euros) por día al tipo de la gasolinera para dormir aquí, pero en fin, eso es Latinoamérica, ya sabes cómo funciona. Pero nos ha merecido la pena. No tenemos dinero para ir al Maracaná. Aquí por lo menos podemos sentir la energía del Mundial”, añade.

Cómo él, miles de argentinos han tomado Rio de Janeiro en los últimos días. 50.000, aventuraba algún medio digital, 85.000 escribía otro. Es difícil estimar la cifra exacta de ‘torcedores’ que han decidido cruzar la frontera para sumarse a la gran fiesta del fútbol. El Maracaná tiene capacidad para 78.838 espectadores y se calcula que los argentinos, que invadieron literalmente Río de Janeiro en las últimas horas, eran mayoría.

Por lo pronto, Copacabana se ha teñido esta semana de blanco y azul. Los argentinos predominan en la calle principal del barrio más turístico de Río de Janeiro, despuntando por encima de japoneses, chilenos, mexicanos, italianos, holandeses, españoles, franceses y, por supuesto, bosnios. “Somos más animados que los brasileños, creo que los anfitriones del Mundial son siempre un poco más fríos. Nosotros hemos venido aposta y nos desvivimos, claro”, decía una joven con la cara pintada de blanco y azul.

La fiesta empezó el sábado, en la playa de Copacabana. Fue tanta la emoción y el entusiasmo, que los forofos, ataviados con camisetas y banderas, llegaron a cortar el tráfico, mientras un Papa Francisco postizo bendecía a los transeúntes. Finalmente, la Policía tuvo que dispersar a la masa con gas pimienta. Pero nada grave aconteció.

El día del partido, en Copacabana se respiraba un ambiente muy festivo. Grupos de argentinos coreaban canciones tradicionales y de nuevo cuño, como el himno recién inventado. “Brasil, decime que se siente tener en casa a tu papá.Te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar.Que el Diego los gambeteó, el Canni los vacunó, están llorando desde Italia hasta hoy. A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer, Maradona es más grande que Pelé", es la letra de la canción. El texto hace referencia a que Maradona está trabajando como comentarista para la televisión venezolana Telesur, donde por cierto cobra 13 millones de reales (4,3 millones de euros).

El Fifa Fan Fest, el espacio habilitado por la FIFA para los espectadores que no consiguieron entrada para el Maracaná, estaba a rebosar: 41.800 personas pasaron por sus tornos ayer, una cifra récord hasta la fecha. A la hora del partido, las 19.00 en Rio, había casi 20.000 forofos. Sobra decir que la mayoría eran argentinos. “Aquí fuera estaban vendiendo las entradas para el Maracaná a 900 reales (300 euros)”, comentaba un chico de Buenos Aires. “¿Sólo 900? Hoy en frente del Maracaná las he visto a 2.000 (667 euros). Una locura”, respondía otro argentino.

Todos tenían claro que su selección ganaría el primer partido. “Vamos a triunfar, claro. Y vamos a llegar a la final: va a ser Brasil-Argentina. Pero allí vamos a perder”, decía José, de Mendoza. “Que no, que vamos a ganar, somos los más fuertes”, le corregía su novia.

El gol de Messi fue celebrado con vítores y coros, pero llama la atención el hecho de que todavía hoy el nombre de Diego Armando Maradona está muy presente entre los forofos, tanto en las pancartas como en las canciones.

Mientras, en los alrededores del Maracaná se desarrollaba una manifestación en contra del Mundial que ha acabado en enfrentamientos con la Policía. No ha habido heridos, pero se han vivido momentos de tensión.

Los activistas salieron del barrio de Tijuca, sin embargo no consiguieron alcanzar el estadio por la barrera de neumáticos y de policías militares. Entonces optaron por pasar por el barrio de Vila Isabel, donde un grupo terminó lanzando piedras y cócteles molotov contra la Policía. Incluso fue visto un hombre disparando al aire. El tráfico quedó cerrado durante un par de horas, pero a las 21.00 la circulación había sido restablecida.

En la otra punta de la ciudad, el júbilo se apoderó de Copacabana después del triunfo. La fiesta siguió, dentro del espacio FIFA con un concierto de la famosa cantante de samba Beth Carvalho. Fuera un fiestón made in Argentina inundó la Avenida Atlántica y las calles aledañas. “Nunca dimos tantas entrevistas en nuestras vida y creo que eso nunca más se va a repetir”, decía Pablo en su furgoneta. “No sé por qué, pero todos los periodistas flipáis con nosotros. Si en realidad es muy sencillo: queríamos participar de esta fiesta y no teníamos dinero ni para pagar el hotel. Entonces dijimos: si estamos al lado. ¡2.000 kilómetros no son nada! Y aquí estamos, durmiendo en la furgoneta, pero felices”, concluye Pablo sonriendo.

“El Papa es argentino. Messi, el genio del fútbol, es argentino. ¿Y sabes qué? Te voy a dar una exclusiva. Dios también es argentino”. Pablo no parpadea a la hora de afirmar su verdad. Viajó el pasado miércoles en una furgoneta desde Entre Ríos, Argentina, junto a su hermano, su sobrino y dos amigos. Ha tardado tres días en llegar a Río de Janeiro. Ahora acampa en Copacabana, cerca del puesto 4, el cuartel general de los argentinos en la Cidade Maravilhosa. “Tenemos que pagar 200 reales (67 euros) por día al tipo de la gasolinera para dormir aquí, pero en fin, eso es Latinoamérica, ya sabes cómo funciona. Pero nos ha merecido la pena. No tenemos dinero para ir al Maracaná. Aquí por lo menos podemos sentir la energía del Mundial”, añade.

Papa Francisco Leo Messi Noticias de Argentina
El redactor recomienda