Argentina arropa a Messi para lograr "el sueño" de ganar en territorio del enemigo

Sabella tiene un problema. Paradójicamente, esa complicación es también su mayor beneficio y le da oficiosamente más probabilidades para cumplir “el sueño de salir campeón” de Brasil, como dijo el propio Alejandro. Pero claro, tener al mejor jugador del planeta no es sólo un lujo de cara a la galería internacional, sino que semejante futbolista acarrea a su vez una responsabilidad enorme tanto para él mismo como para el técnico que lo entrena. Messi necesita ganar un Mundial para entrar definitivamente en el Olimpo de los más grandes de la historia balompédica. Lo sabe él y lo sabe Argentina entera. Pero a su vez, Sabella sabe quesólocon Messi no llegará lejos.

Y más pronto que tarde caerá si la ‘Pulga’ mantiene el escueto nivel medio de la temporada con el Barcelona, su peor campaña del último lustro, a la par que el propio club azulgrana. Messi no juega un partido de exigencia, es decir, oficial, desde que el Barça perdió la Liga en casa contra el Atlético de Madrid. De eso hace ya prácticamente un mes, por lo que ha tenido tiempo para recuperarse físicamente de una temporada muy dura tanto en lo deportivo como en lo personal. Lleva meses fuera de sitio, ausente sobre el césped, siendo lo contrario a lo que suele ser Messi: el culé aparece asiduamente, rompe los partidos y crea miedo en las zagas contrarias. Eso hace mucho que no sucede.

Sabella decía este viernes que ve a Messi “muy bien”, que no le preocupa todo lo que ha sucedido con él y que su obligación es “ayudar a Leo a desarrollar su juego”. Pues bien, el que fuera ayudante de Passarella en Francia’98 hará todo lo posible para que Leo se sienta cómodo. Ya dio el primer paso eliminando de sus convocatorias al Apache Tévez, en una aparente cortesía a las peticiones del ‘10’. Le liberó del hombre que podía ocupar su espacio y ahora incluso podría dejarle más hueco en ataque. Lo más probable es que Messi juegue con su gran amigo Agüero como único acompañante en la punta de ataque. Ni Higuaín ni Lavezzi serían de la partida ante Bosnia.

Porque sí, Messi es extremadamente bueno y puede destrozar cualquier defensa con uno de esos eslálones que sólo él sabe hacer, pero lo dicho, si Argentina depende únicamente de eso, no le vale para nada. Una de las características de esta Albiceleste ha sido la evidente endeblez defensiva. La acumulación de talento en el ataque no se ve compensada con una defensa a la altura, sino que la zaga está muy por detrás en cuanto a capacidades. Para empezar, el arquero titular ha jugado este año un partido más con su club, el Mónaco, que con la selección. Sergio Romero ha defendido al equipo del Principado en nueve ocasiones, mientras que con la bicampeona ha jugado ocho partidos.

Probablemente, el único que tiene sobrada experiencia y calidad a nivel internacional de la defensa sea Pablo Zabaleta, seguido quizás por Ezequiel Garay. Por ello, Sabella ha decidido que ante semejante situación, la solución para mejorar en defensa es la acumulación de efectivos en esa zona del campo. Es decir, Argentina jugará con casi toda seguridad con cinco atrás contra Bosnia, rival que a priori invita a ser más ofensivo por su inexperiencia mundialista. Romero estaría en portería, con Zabaleta y Rojo como carrileros y Campagnaro y Garay acompañarían al líbero Demichelis.

Pero desde los tiempos de Maradona como seleccionador, los problemas de Argentina siguen residiendo en el centro del campo, principalmente. La Albiceleste carece de un creador de juego puro y duro, o al menos de uno que dé confianza absoluta. Los únicos que pueden desempeñar esa función, es Fernando Gago (hasta cierto punto) que ya escarmentó a Real Madrid, Roma y Valencia antes de volver a Buenos Aires; y Lucas Biglia, que no tiene ni de lejos los galones del actual jugador de Boca. Aun así, sería factible que ninguno de los dos jugase contra los bosnios y sí lo hiciera Mascherano como único pivote, escoltado por Maxi y Di María.

Las valoraciones sobre esta decisión de Sabella serán muy diversas, aunque las más positivas o las más negativas llegarán siempre a posteriori. Si Argentina vence (ni siquiera hace falta que convenza) jugar con cinco defensas será una medida acertadísima de un estratega que ganó la Libertadores con Estudiantes. Si no gana, Sabella estará más fuera que dentro, especialmente si cae pronto en el Mundial. Todo dependerá de la fortaleza con la que salte al campo Messi, Si lo hace con la ambición que lleva tiempo anunciando por esta Copa del Mundo 2014, Argentina tendrá mucho ganado.

Alineaciones probables:

Argentina:Romero; Zabaleta, Campagnaro, Demichelis, Garay y Rojo; Gago, Mascherano, Di María; Agüero yMessi.

Bosnia: Begovic; Mujdza, Spahic, Kolasinac, Salihovic; Besic, Pjanic, Hajrovic, Misimovic,Lulic; Dzeko.

Árbitro: Joel Aguilar (El Salvador).

Estadio: Maracaná, de Río de Janeiro (51.900 espectadores).

Hora: 0:00 horas.