La española es la selección más rica: la que más gana y la que reparte más dinero

Alarma social. Así se ha llegado a calificar los 720.000 euros que recibirá cada internacional español en caso de ganar el Mundial que el próximo viernes iniciará la Roja en Salvador de Bahía ante Holanda. En esta ocasión técnicos y auxiliares que viajan con el equipo participan en el reparto. Los de Del Bosque dejan atrás a todas los combinados nacionales. Los 330.000 euros de Francia o los 300.000 de Alemania, son los siguientes combinados de una relación que ha servido para cuestionar a los españoles. El equipo que levante la Copa del Mundo en Maracaná el próximo 13 de julio se llevará, solo en premios de FIFA, 35 millones de euros, pero es que además en el caso español, la Roja se ha convertido en un máquina de hacer dinero gracias a patrocinios y todo tipo de acuerdos de márketing. Y es que España factura hasta 27 millones de euros en acuerdos publicitarios.

España cuenta con un amplio grupo de empresas detrás. Con Iberdrola a la cabeza por tiempo y aportación, Cruzcampo y Movistar, junto a Adidas, son otras tres de las compañías en las que la Federación que preside Ángel María Villar asienta ese músculo financiero que le permite quedarse al margen de cualquier tipo de subvención púbica. En un segundo escalón se sitúan Cepsa, Pelayo, Nissan y Gillette. Mientras que Pedro del Hierro, Cabreiroa, Bimbo, Continental, Marca, ASM, LG, Sanitas, Iberia y Carbures son colaboradores y proveedores, que colaboran bien con dinero, con material uofreciendo importantes descuentos de sus productos.

Son ya tres años en los que la Federación renuncia al dinero del Estado y lo cede como ayuda a otros deportes con menos capacidad para generar recursos. La ausencia de dinero del Estado, convierte a la federación de Villar en un ente privado sin tener que rendir cuentas a nadie, más allá de las de hacer público su balance anual, cuyo último ejercicio se cerró con más de un millón de euros de beneficio.

Ese dinero, el beneficio que genera en los últimos años, revierte en el fútbol. “No hay ánimo de lucro alguno y todo el dinero que la Federación generase traslada al fútbol. Por eso renunciamos a la subvención del CSD”, comenta Jorge Pérez, Secretario General de la Federación.

La condición de campeona del mundo ha elevado el caché de la selección, siendo ahora mismo la más cotizada, por encima de las clásicas Brasil, Argentina o Alemania, combinados que históricamente siempre han sido los que han estado por encima del resto. España ha llegado a cobrar 2,5 millones de euros por disputar un amistoso en Venezuela, situando su caché actual en los dos millones de euros y los 1,5 millones, dinero que ha recibido por el partido en Washington y que logró meter a 50.000 aficionados en el estadio de los Redskins.

La España futbolística, al menos a nivel de selección, vive una época de éxito total. En lo deportivo y en lo económico. Esta lluvia de millones contrasta con la realidad que vive la otra España, la que nada tiene ver con el fútbol. Las cifras de los posibles premios a recibir-la condición de finalista está más reconocida que el título para cualquiera de las otras selecciones-ha puesto en entredicho a unos jugadores que generan mucho dinero. Y es que la campeona del mundo ha logrado lo que nadie, que es ganar tres grandes títulos consecutivos y ahora lucha por hacer más historia, repitiendo Mundial, algo que nadie ha conseguido. Y esto tiene un precio a la hora de hacer caja, tanto para los jugadores como para la Federación.