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Cómo sobrevivir al Mundial: guía para conocer las entrañas de Brasil 2014
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un país lleno de fútbol y felicidad

Cómo sobrevivir al Mundial: guía para conocer las entrañas de Brasil 2014

Brasil es el país del fútbol por excelencia. Pase lo que pase, van a ser contagiados de alegría y 'felicidade'. Olvídense de las imperfecciones y déjense llevar

Foto: Brasil se prepara con emoción para acoger el Mundial. (Efe)
Brasil se prepara con emoción para acoger el Mundial. (Efe)

Miedo al caos, a la improvisación, al fracaso. Ha sido la mismísima FIFA la que ha alertado a los turistas sobre los ‘imprevistos’ que supone celebrar el Mundial en Brasil. Por si acaso, para que nadie se queje a toro pasado. “No vengan a Brasil pensando que esto es Alemania y que es fácil viajar por el país”, dijo a principios de mayo el presidente de la entidad, Jérôme Valcke, comparando la sede de 2014 con el país que realizó un evento modélico en 2006. “En Alemania se puede dormir en el coche. En Brasil no. El mayor desafío no será ni para la prensa, ni para los clubes, ni para los dirigentes. Será para los forofos”, añadió.

El dirigente francés hizo una lista de todos los problemas que se pueden encontrar los 600.000 extranjeros que supuestamente visitarán Brasil durante el Mundial. Además de sedes y infraestructuras deficientes, hay que esperarse precios altos, inseguridad y falta de opción en cuanto a transporte. “Sé que es difícil que yo hable de estas cosas sin crear una serie de problemas. Mi mensajes para los forofos es el siguiente: que tengan todo organizado antes de viajar a Brasil”, afirmó Valcke. “No se puede dormir en la playa porque es invierno. Reserven su alojamiento. No se puede llegar con una mochila y empezar a viajar. No existen trenes, no es fácil desplazarse de una sede a otra”, agregó.

La FIFA ha subrayado en varias ocasiones que la opción de 12 ciudades muy distantes una de la otra fue una elección política del Gobierno Lula y no una preferencia de la entidad, que sólo pedía ocho sedes.Mientras, prestigiosos medios de comunicación como The Economist se han sumado con entusiasmo a la campaña anti-Brasil que predomina en la prensa internacional y muestra un día sí y otro también todo lo que está fallando en la organización del evento. Las explosión de protestas en contra de la ‘Copa do Mundo’ a lo largo de todo el país tampoco ayuda a mejorar la imagen de Brasil. Las redes sociales rebosan de movimientos sociales que critican los gastos desmesurados que ha supuesto el Mundial, en detrimento de sectores considerados más importantes como la educación y la salud.

Precisamente para curarse en salud, el pasado mes de marzo la revista oficial Fifa weekly publicó una guía para extranjeros llamada "Brazil for beginners", en la que ofrecía consejos prácticos a los guiris. En ella se explica que “sí” en Brasil no necesariamente es afirmativo y que hay que deducir el significado por la entonación de la frase. También avisa que en el país tropical el tiempo es flexible; que los brasileños no tienen la misma idea de contacto corporal que se estila en Europa, es decir, adoran tocar a sus interlocutores; que las filas son un concepto relativo; que en la calle los pedestres son ignorados; que está prohibido hacer topless y que todo se resuelve en el último momento. El consejo es tener paciencia, mucha paciencia.

Estas recomendaciones parecen escritas para turistas teutónicos, suizos y en general nórdicos, acostumbrados a tener todo bajo control. Los latinos estamos mucho más cerca del caos brasileño y no necesitamos tantas advertencias. Al fin y al cabo, el encanto de pueblo brasileño es éste: son más relajados, tienen el don de la improvisación y un sentido lúdico superior a cualquier expectativa.Entonces, en vez de centrarnos en lo que no va a funcionar, es más provechoso y constructivo mirar lo que ofrece el país tropical. Hete aquí una lista de diez cosas que es útil saber y que pueden contribuir a garantizar un mayor disfrute del evento futbolístico por excelencia.

Decálogo (poco ortodoxo) para enfrentarse al Mundial deBrasil.

1- Brasil no es Río de Janeiro. Olviden el estereotipo de mulata-culo-playa-cocotero-carnaval-caipirinha. Curitiba, la capital de Estado del Paraná, donde España jugará el 23 de junio, es una ciudad moderna, con la red de transporte urbano más eficiente del país. Durante el invierno (eso es, en junio) la temperatura ronda los ocho grados por la noche y es común ver a muchos rubios por la calle, porque la influencia de la inmigración alemana es todavía muy fuerte.

2- En el mismo sentido, el samba no es la música nacional de Brasil, tan sólo lo es en Río de Janeiro. Brasil es un país con una riqueza musical apabullante. En Bahia, donde España juega el 13 de junio, sólo escucharán axé y arrocha; en Pernambuco, forró y frevo; en el sur triunfa la música sertaneja, una especie de country made in Brasil; y en Amazonia, predomina el lundu y el carimbó. Abran sus sentidos y déjense conquistar por el folclore de cada región.

3- Los brasileños son extremadamente abiertos y hospitalarios, sobre todo en Río de Janeiro y en el estado de Bahía. Aunque no hablen español, van a hacer un esfuerzo para comunicarse con el turista. No tengan miedo de cometer errores e intenten entablar conversaciones, aunque sea en portuñol. No van a arrepentirse.

4- La torcida brasileña es una de las más alegres y ruidosas del mundo. Los forofos cantan y tocan batucada en el estadio. Tienen canciones para cada club. Sin en los partidos de la liga se explayan, en el Mundial van a lucirse aún más porque la música es el canal principal por el que se expresa el júbilo de los brasileños.

5- En Río de Janeiro, donde España jugará el día 18 de junio, hay unas 40 favelas pacificadas. Algunas, como Santa Marta (en Botafogo) o Vidigal (cerca del barrio residencial de Leblon) son realmente tranquilas y los moradores están acostumbrados a la presencia constante de turistas. Asistir a un partido en un bar de estas favelas puede ser una excelente oportunidad para conocer la pasión futbolística de los brasileños elevada a la enésima potencia.

6- La inseguridad ciudadana es una realidad, pero no tiene por qué ser una certeza. Un poco de sentido común, como no llevar cámaras y relojes caros a la vista, les protegerá de situaciones desagradables. Una cosa a tener en cuenta es que Brasil no es España. En invierno, a las 17 ya empieza a anochecer y las 23.00 horas equivalen a las 5 de la madrugada. Eso quiere decir que no es prudente caminar por la calle en plena noche y que llegada una hora, es mejor invertir el dinero en un taxi.

7- Si llegan a Brasil sin entradas para los partidos e intentan comprarlas a los reventas en una transacción de última hora, cerciórense de qué aspecto tienen las entradas oficiales para no llevarse sorpresas desagradables. La picaresca está a la orden del día.

8- Si quieren reducir gastos, una buena opción son los restaurantes de comida al kilo. Los hay en todas las ciudades y ofrecen buffets muy variados a precios accesibles, dentro de la locura surrealista de la inflación brasileña.

9- Los anticonceptivos destacan en las listas de medicamentos más vendidos en Brasil, muy por encima de los ansiolíticos y los analgésicos. El propio mismo Ministerio de Salud recomendó en 2010 practicar una actividad sexual regular para combatir enfermedades crónicas como la hipercolesterolemia o hipertensión, lo que se convirtió en noticia en todo el mundo. Conociendo este aspecto del carácter brasileño, sólo queda decir una cosa: no olviden los preservativos. Las autoridades estadounidenses ya han aconsejados a los turistas que utilicen sólo marcas gringas.

10- Brasil es el país del fútbol. Pase lo que pase, independientemente de los imprevistos, la posible desorganización, las protestas y la confusión, van a ser contagiados por un tsunami de alegría y felicidade. Olvídense de las imperfecciones y déjense llevar.

Miedo al caos, a la improvisación, al fracaso. Ha sido la mismísima FIFA la que ha alertado a los turistas sobre los ‘imprevistos’ que supone celebrar el Mundial en Brasil. Por si acaso, para que nadie se queje a toro pasado. “No vengan a Brasil pensando que esto es Alemania y que es fácil viajar por el país”, dijo a principios de mayo el presidente de la entidad, Jérôme Valcke, comparando la sede de 2014 con el país que realizó un evento modélico en 2006. “En Alemania se puede dormir en el coche. En Brasil no. El mayor desafío no será ni para la prensa, ni para los clubes, ni para los dirigentes. Será para los forofos”, añadió.

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