Me pongo la Roja hasta el final

 

La primera mitad fue bastante igualada. El inicio del partido fue totalmente español. La salida de la Roja sorprendió a Portugal, que no supo qué hacer ante el toque de jugadores como Xavi, Iniesta, Xabi o Busquets. El primer cuarto bastó para demostrar que España iba a por el partido. La selección de Queiroz fue poco a poco entrando en el juego. Sin dominar, creó ocasiones y dio la sensación de poder hacer algo más. Al menos igualó la balanza hasta terminar la primera parte de una manera pareja.

 

Tras el descanso, el juego fue español. La superioridad llegó desde el juego de toque, de asociación. La pelota pasó a ser de color rojo y más con la entrada de Llorente, que sorprendió a la defensa portuguesa. El gol, por lo que se estaba viendo, iba a tardar poco y así fue. Villa demostró que está entre los mejores del mundo y lo hizo logrando el gol de la victoria, un tanto que lo tuvo todo, astucia, inteligencia, precisión y una asistencia de lujo de Xavi.

 

Después, Portugal lo intentó pero no pudo y quedó demostrada la distancia que hay entre las dos selecciones. Lo siento por mi país. Eso sí, a partir de ahora me pongo la Roja. Y no me la quito hasta la final.