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El debate y las malas caras llegan a la selección
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LA COMUNIÓN QUE HABÍA EN EL PASADO YA NO ES LA MISMA

El debate y las malas caras llegan a la selección

"No voy a poder contentar a todos, eso está claro. El que piense lo contrario está muy equivocado". Esta frase salió de la boca del seleccionador

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El debate y las malas caras llegan a la selección

"No voy a poder contentar a todos, eso está claro. El que piense lo contrario está muy equivocado". Esta frase salió de la boca del seleccionador en la mañana del martes y aunque no es la primera vez que la pronuncia, la dijo con toda la intención del mundo. Y es que el debate y cierto grado de mal rollo se ha instalado en la selección y en el entorno que hiciera famoso Johan Cruyff en su Barcelona.

 

Tras los dos primeros partidos, y gracias en gran parte al ataque frontal de Luis y a las dudas que está generando el juego de España, el debate ha pasado a formar parte de lo cotidiano del día a día de la selección. A la llegada a Sudáfrica nadie se atrevía a cuestionar ninguna de las decisiones de Del Bosque. Todo era armonía, nadie abría la boca, pero algunos sectores de la Prensa estaban esperando el primer fallo, la primera duda para recordar al ausente. Pero lo que nadie esperaba es que el antes mencionado ausente, Luis Aragonés, iba a ser el que terminara con el proteccionismo hacia la selección de los dos últimos años. Ha sido hablar el ex seleccionador a las cámaras de Al Jazeera y a las páginas de La Razón, e instaurarse la controversia y el debate.

 

Ahora se cuestiona cualquier decisión. La Prensa habla de renuncia al estilo, de cambio de sistema. Del Bosque se defiende, mejor dicho pasa al ataque, y lanza dardos recordando que en un pasado muy reciente también se jugó con bandas y que los cambios introducidos ante Honduras no significa renuncia alguna al toque, a la asociación idílica entre unos jugadores que se entienden de maravilla, tal y como rubricaron hace dos años en la Eurocopa de Austria. "No me gustaría escarbar y recordar movimientos similares a los de la actualidad", afirmó en referencia a la presencia de jugadores como Joaquín, Reyes, Riera o Vicente en las convocatorias de Luis Aragonés.

 

El problema no radica en el debate y sí en la trascendencia del mismo. Si todo queda en las páginas de los periódicos, en las horas de radio o televisión, perfecto, pero todo hace indicar que estas dudas pueden llegar a un equipo que en los dos primeros partidos parece ser otro al que ha arrasado en la fase de clasificación para el Mundial. Nada que ver. Lamentablemente, el ambiente, todo puede cambiar con un buen partido ante Chile, se va pareciendo más a anteriores grandes citas que a lo vivido en el verano austriaco. Recueden el debate con Raúl en el Mundial de Alemania o la ausencia en las alineaciones de Xavi en la Eurocopa de Portugal.

 

A diferencia de lo sucedido en la Euro 2008, el equipo, los internacionales, que al fin y al cabo es lo que importa, no parece tan unido. Los grupos dentro de los 23 elegidos se van haciendo cada día más fuertes. Por un lado los jugadores del Barcelona, por otro los del Real Madrid (ayer quedó patente en la mañana libre), por otro los enfadados porque apenas participan y por otro los que se encuentran en tierra de nadie. La comunión del pasado no es la misma. Puede parecer un dato sin trascendencia, pero la legendaria partida de pocha, la que se ha hecho famosa y que perfectamente relata Miguel Ángel Díaz en el libro 'Los secretos de la Roja' tan sólo cuenta con cuatro socios. Reina, Casillas y Villa se han quedado solos y gracias a la presencia de Fernando Llorente han podido salvar la partida diaria, pero que a diferencia de otras veces, la pocha ha dejado de ser el centro de reunión del resto de internacionales. Los videojuegos, las películas a manera individual y el uso del ordenador han ganado presencia, incluso en las cartas ahora mandan el póker y la carta corrida, pero sin el peso de la ya legendaria pocha.

 

Las caras de los que no juegan o no se sienten importantes tampoco es la misma. El caso más llamativo es el de Cesc, jugador que se cree capaz de tener más peso dentro del equipo, pero al que las circunstancias le están relegando a presencia testimonial. Tras el partido ante Honduras no se dejó ver por la obligatoria zona mixta y ayer aprovechó la mañana en el gimnasio para trabajar y descargar tensión. No es el único, pero el respeto al grupo todavía prevalece. Todos quieren ser campeones del mundo y saben que se necesitan, pero las dudas están mostrando alguna que otra grieta. Las caras al término del partido ante Honduras, y eso que se ganó, no me gustaron nada.

 

Por último, hay otro factor externo a la selección que también puede haber influido. A diferencia de Austria, los internacionales apenas cuentan con la ayuda moral de sus familiares. La cancelación del vuelo del día 20 no gustó entre los internacionales, pero tanto la Federación como la agencia de El Corte Inglés reaccionaron rápidamente y consiguieron algunas plazas en diferentes vuelos que llegaron el lunes a Johannesburgo. La consecuencia es que algunos de los jugadores pudieron pasar el día libre con sus novias, padre o hermanos. Un alivio cuando ya se lleva un mes concentrado,

 

"No voy a poder contentar a todos, eso está claro. El que piense lo contrario está muy equivocado". Esta frase salió de la boca del seleccionador en la mañana del martes y aunque no es la primera vez que la pronuncia, la dijo con toda la intención del mundo. Y es que el debate y cierto grado de mal rollo se ha instalado en la selección y en el entorno que hiciera famoso Johan Cruyff en su Barcelona.

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