Julián Álvarez catapulta al Atlético con un hat-trick frente al Rayo en el Metropolitano (3-2)
El delantero argentino dio la victoria al Atlético con tres goles vitales para el triunfo rojiblanco. El Rayo Vallecano dio la cara, pero un golazo de Julián Álvarez decantó el choque
El argentino celebra su tercer tanto. (Reuters/Susana Vera)
Julián Álvarez despejó todas las dudas sobre su figura y demostró ser el líder del Atlético de Madrid contra el Rayo Vallecano (3-2). El delantero rojiblanco logró un hat-trick coronado con un misil desde la frontal para tumbar a un combativo Rayo Vallecano en el Metropolitano en el minuto 87. Los rojiblancos abrieron la lata, pero los de la franja, que llegaron a estar por delante en la segunda parte, pusieron en serios aprietos a un equipo que nunca se rindió pese a los mazazos en el marcador. Koke se libró de la tarjeta roja tras agarrar del cuello a Batalla y derribarlo y los rojiblancos llegarán con la moral por las nubes al derbi.
El partido empezó con una lluvia de imprecisiones y Marcos Llorente en la posición de defensor derecho, con Nahuel Molina como interior. Ese ajuste táctico de Simeone dañaría al Rayo Vallecano. Los rojiblancos, necesitados de buenos resultados tras el empate en Mallorca y la derrota en Liverpool, salieron fuertes pero sin poder embotellar al Rayo Vallecano. Sin embargo, con el paso de los minutos, la banda derecha colchonera sería un quebradero de cabeza para los rayistas.
Todo cambió a partir del minuto 10, con un Atlético superior. Griezmann tuvo la primera gran ocasión del partido tras una combinación en el sector derecho, aunque Batalla se cruzó en su camino. Solo cinco minutos después, Marcos Llorente apareció de nuevo en la banda derecha para dibujar un centro tenso que Julián Álvarez remató al fondo de la red.
Julián Álvarez volvió a sonreír. (Reuters/Susana Vera)
El Atlético, sin pegada
El equipo de Iñigo Pérez intentó reaccionar y hacer dudar al Atlético de Madrid, cuando Isi Palazón puso un centro envenenado que despejó Oblak. No lo consiguió el conjunto de la franja en el Metropolitano. Superado el ecuador de la primera parte, el Atlético siguió explotando la banda de Marcos Llorente y el Rayo Vallecano se desangraba por la derecha.
Griezmann conduce la pelota en ataque. (EFE/Juanjo Martín)
Sin fluidez en el juego, el Rayo Vallecano lo intentó a balón parado. Isi Palazón tiró del carro y puso en aprietos a Oblak, que lo pasaba realmente mal en centros laterales y saques de esquina. Los rayistas escucharon el consejo de su técnico, quien les pidió calma con la pelota para desajustar a los de Simeone. Precisamente, en el minuto 36, Fran Pérez aprovechó el espacio entre Nahuel Molina y Marcos Llorente, puso un centro para Alemao y el delantero perdonó el 1-1 tras reclamar penalti de Hancko.
El defensa argentino se rehizo de inmediato, esta vez apareciendo en ataque. Un pase preciso de Griezmann al espacio activó a Nahuel Molina, el albiceleste puso un pase de la muerte a Julián Álvarez y este disparó por encimadel travesaño. El argentino desperdició el gol de la tranquilidad y dio vida al Rayo Vallecano, que solo funcionaba en ataque a base de jugadas de estrategia a balón parado. Así fue como Unai López cazó un balón que Oblak tuvo que detener tras un córner. Cuando parecía que la primera parte iba a acabar con tranquilidad, Pep Chavarría se inventó un golazo desde su casa para empatar el choque.
Koke se libró de la roja
Los rojiblancos salieron a la carga en la segunda parte con dos avisos de Griezmann. El francés apareció de nuevo con un toque sublime que habilitó a Marcos Llorente, pero la defensa rayista cerró al jugador colchonero. El interior local pidió penalti, los rayistas le recriminaron la actitud y luego Batalla se fue al suelo por una agresión de Koke, quien vio la cartulina amarilla tras coger del cuello al guardameta albiceleste.
Los rayistas se estiraron en ataque y Oblak, con una parada descomunal, salvó el 1-2 de Isi Palazón. Simeone revitalizó a su equipo con un doble cambio: fuera Koke y Nahuel Molina, dentro Nico González y Giuliano Simeone. Nico tuvo el segundo gol local en su cabeza, cuando Gallagher le envió una asistencia perfecta y su cabezazo, totalmente solo, se marchó desviado.
La locura en los últimos minutos
Los rojiblancos aumentaron el ritmo y la agresividad en ataque, lo que abrió puertas al Rayo al contragolpe. Sin embargo, Fran Pérez no atinó en el control, como tampoco lo hizo Giuliano Simeone al fallar una ocasión cantada frente a Batalla. El partido subía de pulsaciones y todo estaba abierto a 20 minutos para el final, con un Atlético que temblaba en defensa.
Balliu intentó emular a Chavarría con un zambombazo desde la frontal que se marchó muy cerca de la cruceta. Sin gol de la victoria, Simeone sacó a Raspadori por Javi Galán, pero el Rayo no se limitó a defender el resultado. En el minuto 77, Álvaro García se coló a la espalda de los rojiblancos y logró la remontada del equipo de la franja en el Metropolitano. Solo dos minutos después, Giuliano Simeone forzó la parada de Batalla y Julián Álvarez cazó el rechazo para poner el 2-2 en el marcador.
El Atlético entró en combustión y Giuliano estrelló la pelota en la madera. Los rojiblancos siguieron en busca de la victoria, con un Marc Pubill que brilló, y Marcos Llorente puso un centro que Raspadori no culminó por poco. En el minuto 87, cuando el partido agonizaba, Julián Álvarez se adueñó de la pelota en la frontal del área y marcó un gol descomunal para dejar los tres puntos en casa y sellar la victoria.
Julián Álvarez despejó todas las dudas sobre su figura y demostró ser el líder del Atlético de Madrid contra el Rayo Vallecano (3-2). El delantero rojiblanco logró un hat-trick coronado con un misil desde la frontal para tumbar a un combativo Rayo Vallecano en el Metropolitano en el minuto 87. Los rojiblancos abrieron la lata, pero los de la franja, que llegaron a estar por delante en la segunda parte, pusieron en serios aprietos a un equipo que nunca se rindió pese a los mazazos en el marcador. Koke se libró de la tarjeta roja tras agarrar del cuello a Batalla y derribarlo y los rojiblancos llegarán con la moral por las nubes al derbi.