José Mourinho cierra el círculo en el Benfica: un regreso, una traición y otro sueño en Portugal

José Mourinho no ha estado más que un par de días en el paro. Hace solo unas semanas, saltaba la noticia: el portugués y el Fenerbahçe turco separaban sus caminos. Ahora, poco tiempo después, vuelve a tener un banquillo de primer nivel en el que entrenar: el Benfica. El ridículo de las Águilas ante el Qarabag en el primer partido de la Champions provocó el despido fulminante de Bruno Lage, puesto que es para un técnico que es historia del fútbol.

La trayectoria de Mourinho es harto conocida, con un dato que es realmente impresionante: ha levantado 26 títulos, ha ganado los tres trofeos continentales y nunca ha acabado más allá de la sexta posición en liga. Pero no es menos cierto que, de un tiempo a esta parte, el portugués se ha alejado de los éxitos más prestigiosos, por lo que la oportunidad de llegar al Benfica es la mejor posible para revitalizar su carrera. Vuelve a casa... y al equipo en el que todo empezó.

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Mikel Felipe Melgar

No muchos saben que la carrera como entrenador de Mourinho comenzó en el Estádio da Luz. Mourinho trabajó a las órdenes de Bobby Robson y Louis van Gaal en el Barcelona, donde formaba parte del cuerpo técnico, aunque muchos despectivamente le calificaban como traductor. Pero cuando Lorenzo Serra Ferrer llegó al banquillo culé, decidió prescindir de sus servicios. Fue el momento en el que decidió convertirse en entrenador y la oportunidad le llegó en el Benfica.

Fichó por el conjunto portugués después de la cuarta jornada de campeonato, momento en el que las Águilas rompieron el contrato de Jupp Heynckes. Pero, solo nueve jornadas después, decidía marcharse del club. ¿El motivo? La negativa del nuevo presidente a ampliar su contrato un año más. Fue un paso breve por el Benfica, pero fue el primero de su carrera. De ahí, al Union Leiria y, en 2020, el verdadero despegue de su carrera: el Oporto... eterno rival del Benfica.

En el Oporto hizo historia, llevando al equipo a ganar dos ligas, la Copa de la UEFA y, sobre todo, la Champions. Acababa de nacer un gran entrenador: no solo era inteligente, novedoso y divertido de ver, sino que era irreverente en rueda de prensa y mostraba un carácter irreductible. Ahí llegó su despegue, con Chelsea, Inter de Milán y Real Madrid como grandes destinos. Reverdeció viejos laureles con el Manchester United y a Roma con títulos, pero de menor calado.

Una Liga Europa y una Conference fueron sus mayores éxitos, lejos de los ocho títulos de liga o las dos Champions conseguidas en años anteriores. 2015 fue la fecha de su último gran título, una Premier con el Chelsea; desde ese momento, han seguido cayendo triunfos, pero de menos peso. Hasta llegar al Fenerbahçe pues, en el conjunto turco, repitió el mismo camino que en el Tottenham para acabar su etapa sin éxitos. Y ha sido el momento de volver a la casilla de salida.

Es su regreso al Benfica y a su casa, Portugal, en el retorno al banquillo de un histórico, donde tratará de pelear otra vez por los grandes títulos. Su gran sueño es poder volver a la élite y a luchar por grandes éxitos, algo de lo que ha estado alejado demasiado tiempo. Pero también es una traición: uno de los entrenadores más queridos de la historia del Oporto agarra el banquillo del eterno rival, el Benfica, algo parecido a cuando fichó por el Real Madrid.

Tratará de volver a ocupar grandes titulares con los éxitos deportivos del equipo y lo hace, precisamente, cerrando el círculo: volviendo a entrenar al equipo que le hizo nacer como entrenador. Mourinho regresa a casa, a Portugal y a la Champions, además del primer equipo al que entrenó y el eterno rival del club que le convirtió en un mito de los banquillos. Una nueva oportunidad de The Special One para ser feliz y disfrutar del fútbol.