La mentira de Vinícius que contagió a Bellingham y el enésimo drama de Lucas en el Real Madrid
Desde que el brasileño no ganó el Balón de Oro, se ha convertido en otro jugador: más individualista, menos resolutivo y que se ha olvidado por completo de defender, algo que ha copiado Bellingham, dos estrellas que han decidido apagarse
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F633%2F8fc%2F7fe%2F6338fc7feebe734d69367628734d9328.jpg)
Temporada finiquitada para el Real Madrid tras otra estrepitosa derrota en un Clásico (4-3). Nuevo fracaso blanco que termina con un último regalo al Barcelona en forma de título, el tercero que le pone en bandeja en lo que va de curso. Los blancos han pasado de ser un equipo rocoso, sólido y con un fútbol reconocible a transformarse en una entidad rota, sin alma y anticompetitiva, con Lucas Vázquez como máximo exponente... amén de dos estrellas que han colapsado.
Que el conjunto blanco tiene muchos problemas es una evidencia, pero en la que varios responsables de la casa blanca parece que no han caído —o no han querido caer— desde que se le comenzaron a ver las costuras al equipo. La planificación es desastrosa, la plantilla es corta y, en algunos puestos, no da el nivel y el entrenador ni ha sabido encontrar soluciones ni transmitir el hambre necesaria al equipo para volver a ganar. El Clásico era la crónica de una muerte anunciada.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb9b%2Fa4d%2Fb0f%2Fb9ba4db0f0abe1097ca6d418097684fb.jpg)
Es una evidencia que Lucas Vázquez no es lateral derecho, por mucho que tanto desde el club como desde el banquillo se hayan empeñado en ello durante toda la temporada. Los dos goles regalados al Barcelona este domingo —el primer córner es inexplicable y el regalo del cuarto gol, de infantiles— son la confirmación de lo que lleva pasando toda la temporada. La banda derecha es un coladero y Ancelotti se ha empeñado en ponerle alfombra roja a los rivales en cada partido.
Pero el drama no es que juegue Lucas, ni que lo haga en esa posición, sino que desde la directiva y el banquillo se confíe en que lo puede hacer, cuando a lo largo de la temporada se ha confirmado que esa banda es un verdadero drama. Qué mensaje se le está mandando a la cantera cuando nadie les mira y, lo que es peor, cuando se sigue creyendo que un futbolista fuera de posición es mejor ahí que cualquier especialista, por muy joven e inexperto que sea.
Pero hay dos estrellas que han decidido desaparecer del Madrid durante buena parte de la temporada. No, no hablamos de Rodrygo, que nadie sabe por qué se ha convertido en una medianía de la noche a la mañana, sino de Vinícius y Bellingham, dos futbolistas que se han apagado. Dos de las grandes estrellas del Madrid, principales responsables de los éxitos del pasado equipo, que también son grandes culpables de cómo se ha hundido el equipo.
Especialmente señalado queda Vinícius, un futbolista que se olvidó de jugar cuando no le dieron el Balón de Oro. Aquella declaración de "lo haré 10 veces más si es preciso. No están preparados" se ha convertido en su gran mentira. Desde diciembre, el brasileño se ha convertido en un jugador intrascendente: solo 7 goles y 5 asistencias es su pobre aportación. No regatea a nadie, no genera superioridades, no decide bien... y se ha olvidado por completo de defender.
Eu farei 10x se for preciso. Eles não estão preparados.
— Vini Jr. (@vinijr) October 28, 2024
Incluso Álvaro Benito, reputado analista conocido por su tranquilidad en el comentario, explotaba este domingo en la Cadena SER contra el brasileño: "No se puede jugar al fútbol como Vinícius, defendiendo con la mirada, ahorrándose los retornos, sin marcar, sin presionar... Su partido es similar al de Rodrygo en la final de Copa. Caminando, defendiendo con la mirada. Es tremendo. Una vergüenza. Que lo quiten. Lo de Vinícius no tiene nombre, es que es una vergüenza, es una vergüenza".
Bellingham, tres cuartos de lo mismo
Algo similar pasa con el inglés, un futbolista que ha pasado de ser la gran revelación del fútbol mundial a un futbolista ramplón. El balón ha dejado de pasar por sus pies, ha perdido la frescura que le permitía sorprender y se ha negado a aparecer en segunda línea, posiblemente porque Mbappé le cierre esos espacios. Y tampoco se ve a ese jugador que trabajaba en defensa, ayudaba, presionaba y hacía ayudas hasta posiciones alejadas a la suya, un problema que sufre el equipo.
😳El MOSQUEO de Álvaro Benito con Vinicius #ElClásico
— Carrusel Deportivo (@carrusel) May 11, 2025
🗣️ "Es una vergüenza, que le quiten" pic.twitter.com/YHgBh9zeQp
Mbappé es el único brillante en ataque, pero no es un futbolista que trabaje en defensa. Si a eso le añades que ni Vinícius ni Bellingham lo están haciendo, te quedas con tres futbolistas descolgados, amén de un medio del campo poco compacto y de una zaga llena de parches. Y la realidad es que así es imposible competir. Recordemos que el Madrid le sacaba 7 puntos al Barça en enero y, ahora, tiene 7 de desventaja con los culés. Son cinco partidos de diferencia. Una barbaridad.
Solo dos lecturas se pueden desprender para entender por qué Ancelotti ha seguido dando ciegamente su confianza a jugadores que han bajado su rendimiento: bien considera que son su guardia pretoriana y los que le han dado tantos éxitos y ha decidido morir de éxito con ellos; o bien ha pedido refuerzos, se los han negado, y ha querido mostrarle a la directiva que se equivocaban con su apuesta. Es algo que solo el italiano sabe y, quién sabe, si un día contará en sus memorias.
Temporada finiquitada para el Real Madrid tras otra estrepitosa derrota en un Clásico (4-3). Nuevo fracaso blanco que termina con un último regalo al Barcelona en forma de título, el tercero que le pone en bandeja en lo que va de curso. Los blancos han pasado de ser un equipo rocoso, sólido y con un fútbol reconocible a transformarse en una entidad rota, sin alma y anticompetitiva, con Lucas Vázquez como máximo exponente... amén de dos estrellas que han colapsado.