Por qué el enfado de Mbappé ante el Rayo es lo mejor que le puede pasar a este Real Madrid
El francés anotó uno de los goles en la victoria contra el Rayo, pero se mostró enfadado y no muy contento sobre el césped, un hambre muy necesario para triunfar en el Real Madrid
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Kylian Mbappé fue uno de los grandes protagonistas de la victoria del Real Madrid ante el Rayo Vallecano (2-1). El conjunto blanco no hizo un buen partido y terminó sufriendo en el Santiago Bernabéu, pero logró tres puntos decisivos en su lucha por la Liga tras el tropiezo del Atlético. Y, además, el delantero francés acabó con su mala racha anotando el primer gol de la tarde de este domingo. Pero se le vio enfadado, cabizbajo y con rabia. Buena noticia para el Madrid.
El killer galo es un jugador de esos que no están felices si las cosas no salen como deben. Y, para Mbappé, marcar gol es como ducharse, algo que está en su guion diario. Pero ante el Rayo se le vio algo más enfadado de lo habitual: no solo por los gestos que mostró durante el partido, sino por la rabia con la que se le vio celebrar el primer gol del partido y por la manera en la que se marchó cabizbajo cuando Carlo Ancelotti le retiró del campo en el minuto 79.
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El enfado de Mbappé, lejos de ser un problema, es la mejor noticia para el equipo blanco en este momento de la temporada. Mbappé es un ganador, un jugador que quiere ser el gran protagonista cada vez que salta al campo y, de hecho, es lo que necesita este Real Madrid: jugadores que quieran la responsabilidad cuando las cosas no van bien. El francés muestra carácter y se marcha enfadado del campo cuando los partidos no salen como él esperaba.
Celebró con una rabia desmedida su gol ante el Rayo, en una jugada típica suya: velocidad al espacio, recorte eléctrico y latigazo a la cepa del palo donde Batalla nada pudo hacer. Se le vio muy activo, con movilidad y con energía pero, si hubiera tenido la puntería algo más afinada, se hubiera podido ir a casa con un saco de goles. De hecho, tuvo dos oportunidades muy claras para marcharse con un hat trick, pero el balón no entró por cuestión de milímetros.
💥 Recorte y LATIGAZO: El tanto de Kylian Mbappé.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) March 9, 2025
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La primera fue al borde del descanso, cuando Batalla y Aridane se liaron en la salida del balón. El esférico le cayó a Mbappé en un claro mano a mano con el meta argentino pero, con él en el suelo, estrelló el balón contra el muñeco. La segunda, al regreso de los vestuarios, después de una falta sacada rápidamente, Mbappé tiró un doble gran recorte y, cuando Rodrygo estaba solo para anotar, decidió acabar él la jugada ¿Resultado? El balón salió lamiendo el palo.
Sobre el césped, se le veía pidiendo el balón constantemente, con gestos a los compañeros e, incluso, con alguna mala cara si el balón no le llegaba o lo hacía en mala disposición. Cuando en los últimos minutos del partido vio en el cartelón de cambios su dorsal, su cara era un poema. Se marchaba enfadado, cabizbajo y no demasiado contento. Su equipo iba ganando y él había marcado, pero sabía que podía haberlo hecho mucho mejor. No estaba contento.
Así son las grandes noches de Champions en el Bernabéu ??!!! 🤯🤯🤯 pic.twitter.com/CBz8D21sqG
— Kylian Mbappé (@KMbappe) February 19, 2025
El enfado de Mbappé es exactamente el carácter ganador que necesita el Real Madrid, jugadores con hambre que no estén contentos con marcar un gol y ganar por la mínima. Recuerda a aquellos momentos en los que el conjunto blanco ganaba con una amplia ventaja, pero Cristiano Ronaldo se enfadaba porque no había anotado los goles que quería. Mbappé quiere dejar huella en el conjunto blanco, quiere ser leyenda y sabe que el camino a la gloria pasa por la rabia y el enfado.
En la presentación como jugador del Real Madrid, Mbappé lo dejaba claro: "Voy a dar la vida por el Real Madrid, el club de mis sueños y el más grande de la historia". De momento, ya suma 28 goles con el conjunto blanco, donde su primer gran noche fue el hat trick ante el Manchester City. Llega el momento de la verdad y Mbappé está más enfadado que nunca. Es la mejor razón para creer en este Madrid: tiene hambre y no está dispuesto a que nadie le robe su sueño de triunfar de blanco.
Kylian Mbappé fue uno de los grandes protagonistas de la victoria del Real Madrid ante el Rayo Vallecano (2-1). El conjunto blanco no hizo un buen partido y terminó sufriendo en el Santiago Bernabéu, pero logró tres puntos decisivos en su lucha por la Liga tras el tropiezo del Atlético. Y, además, el delantero francés acabó con su mala racha anotando el primer gol de la tarde de este domingo. Pero se le vio enfadado, cabizbajo y con rabia. Buena noticia para el Madrid.