El miedo de Ancelotti con las estrellas del Real Madrid explica el gatillazo del derbi

Real Madrid y Atlético de Madrid empataron en un partido que podía ser crucial en la batalla por LaLiga (1-1) y que, sin embargo, solo benefició al Barça como perseguidor. El conjunto de Diego Pablo Simeone se adelantó gracias al polémico penalti de Tchouaméni sobre Samu Lino que transformó Julián Álvarez a la media hora y ya en la segunda parte, Kylian Mbappé puso las tablas en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid, que no disparó a puerta en toda la primera parte, reaccionó en el segundo tiempo hasta colocar al Atlético de Madrid contra las cuerdas.

El reparto de puntos dejó al Santiago Bernabéu con el rostro serio y la sensación de haber lanzado la primera parte a la basura. El Real Madrid tenía la oportunidad de dar un golpe en la mesa por LaLiga y olvidar los fantasmas vividos contra el Espanyol en Cornellà-El Prat, donde se atascó en la primera parte y demostró la poca química entre sus principales estrellas: Vinícius, Rodrygo, Mbappé y Bellingham.

Como ya viene siendo habitual durante toda la temporada y en especial en los partidos de máximo nivel, el equipo firmó una disposición táctica de suspenso total en el primer tiempo y los futbolistas de ataque se anularon entre sí. Con Vinícius Júnior por dentro, donde chocaba con Kylian Mbappé y Jude Bellingham y el tapón entre Rodrygo y Lucas Vázquez, el Real Madrid no supo imprimir el suficiente ritmo de balón para abrir en canal la defensa rojiblanca y se partió en múltiples ocasiones.

El Real Madrid se partió demasiado

El resultado fue una fase ofensiva previsible frente a un Atlético de Madrid que esperó el contragolpe perfecto bien cerrado, blindado por dentro y que salía al galope al espacio con Julián Álvarez, Lino y Giuliano Simeone. Sin combinaciones exitosas entre sus estrellas, con una saturación descomunal a la espalda de los centrocampistas rojiblancos y sin poder encontrar situaciones de uno contra uno en banda, el Atlético de Madrid defendió muy fácilmente al Real Madrid en la primera parte.

Los cero disparos a puerta al descanso eran tan ilustrativos como las indicaciones entre los propios futbolistas blancos, donde pedían a Vinícius Júnior que se desplazara hasta la banda izquierda, así como Ancelotti. Sin conexiones entre el centro del campo y el ataque, el equipo blanco echó de menos a un futbolista como Brahim Díaz que equilibrase a un equipo con una clara tendencia a romperse en escenarios muy exigentes.

No obstante, el equipo blanco entraría en combustión en la segunda parte con una puesta en escena que arrinconó al Atlético de Madrid. ¿Qué cambió tras el descanso? Para empezar, el Real Madrid fue un equipo mucho más lógico frente a un Atlético de Madrid que esperaba cerca de Jan Oblak. Los futbolistas del líder de LaLiga repartieron mejor los espacios, con Vinícius claramente tirado a la izquierda, así como Rodrygo en la banda derecha.

La solución de Ancelotti tras el caos

De este modo, el astro brasileño dejó de pisarse con Mbappé y tanto Rodrygo como Vinícius multiplicaron sus oportunidades para encontrar situaciones ventajosas de uno contra uno en ambos costados. En tan solo 10 minutos, y en la primera vez que el Real Madrid apostó por ensanchar el campo con sus dos extremos brasileños, gol de Kylian Mbappé y remate al larguero de Jude Bellingham. No fue casualidad.

Así lo reconocería Carlo Ancelotti en rueda de prensa. "En la segunda parte hemos tenido el control total, llegamos muchas veces. La primera parte fue distinta, mucho más lento, salimos del partido con buenas sensaciones. La situación del penalti ha afectado al equipo. Antes se jugaba demasiado lento, en la segunda parte jugamos con más amplitud, Vinícius y Rodrygo crearon mucho peligro", explicó el técnico italiano.

"La idea era de jugar por fuera también en la primera parte, pero a veces con el bloque bajo, Vini va por dentro para intentar un pase a la espalda de la defensa. Era mejor ser paciente, en el gol que hemos marcado ha sido un uno contra uno de Rodry y Mbappé lo ha metido. Era un planteamiento también para la primera parte", insistió el entrenador del Real Madrid.

Ancelotti tenía mejores cartas, pero le faltó valor

El Atlético de Madrid, arrollado por el empuje del Santiago Bernabéu, el crecimiento del Real Madrid, la explosión de Vinícius, Mbappé y Rodrygo y el paso de los minutos, intentó coger aire al contragolpe, pero sus futbolistas pecaron de falta de piernas y de determinación. Pese a las escapadas de Marcos Llorente y Nahuel Molina, solo Julián Álvarez sembró el pánico entre los madridistas, confirmando que es una estrella mundial.

"Hicimos un buen primer tiempo, no tuvimos la tranquilidad en los últimos metros para haber resuelto mejor. El segundo tiempo empezó con el gol de ellos, con la jugada del travesaño y con una mayor intensidad de ellos", confesaría Simeone. Ancelotti tenía mejores cartas en el banquillo con Brahim, Güler, Endrick, Modric y Camavinga, pero el técnico italiano no realizó el primer cambio hasta minuto 80 a pesar del empate.

De hecho, Carlo Ancelotti no sentó a ninguno de los cuatro futbolistas de ataque hasta el minuto 88, momento en el que entró Brahim por Rodrygo aunque todos los delanteros estaban fundidos. El italiano no quiere incendios, pero estamos en febrero y el equipo tiene los mismos puntos débiles que en agosto, mientras sus estrellas no acaban de carburar colectivamente. El Real Madrid solo ha ganado a un equipo del TOP5 de LaLiga esta temporada, el Villarreal, y sigue siendo incapaz de firmar un partido redondo cuando la exigencia es máxima.