Bellingham ejerce de líder sin Vinícius y catapulta al Real Madrid en Girona (0-3)

Un golazo de Jude Bellingham despejó el camino del Real Madrid en Girona y liberó al equipo de Carlo Ancelotti (0-3). El centrocampista inglés anotó el primer gol del encuentro y asistió en el tanto de Arda Güler en la visita del conjunto blanco a Montilivi, mientras que Mbappé cerró la goleada con una jugada supersónica. El todoterreno del Real Madrid, líder en el campo sin la presencia de Vinícius Júnior, se echó el equipo a la espalda de nuevo para sumar su quinto gol en los últimos cinco partidos de LaLiga y dar un golpe en la mesa por el campeonato.

El juego de los de Carlo Ancelotti, a trompicones y en graves problemas por momentos en el primer tiempo, mudó en el segundo para abrumar al Girona y colocar a los blancos a dos puntos del Barça con un partido menos. El conjunto blanco exhibió una pegada descomunal acompañada de una presión alta eficaz y un ritmo de balón muy alto para torturar al Girona en una segunda parte de claro color blanco.

El técnico italiano optó por sentar al canterano Raúl Asencio y dar entrada a Aurélien Tchouaméni en el eje de la zaga junto a Rüdiger. Con Brahim y Güler de escuderos ofensivos de Kylian Mbappé, el Real Madrid sufrió las acometidas catalanas en los primeros minutos. Lucas Vázquez, descompenetrado con Arda Güler en la banda derecha, fue una autopista para Miguel Gutiérrez y Bryan Gil. El lateral y canterano madridista firmó una primera parte brillante en ataque.

El conjunto blanco no sabía cómo sacar la pelota jugada desde atrás, mientras Ancelotti tiraba de las orejas a Güler. La pelota se paseó por el corazón del área blanco sin encontrar a Miovski ni Van de Beek. La presión del Real Madrid era deficiente, con un Mbappé separado del resto de sus compañeros. El francés intentó cazar un balón al espacio de Bellingham sin éxito, mientras Bryan Gil y Asprilla ponían en problemas al Real Madrid. Van de Beek también disparó por encima del travesaño.

Bellingham recupera su mejor nivel

El Girona se acercó mucho y con peligro, pero no tumbó a Courtois. A la media hora, el Real Madrid empezó a concatenar pases y a asomarse a la frontal del área rival, sin creatividad ni ritmo, pero con constancia, esperando que alguno de sus genios frotase la lámpara. Primero lo intentó Brahim con un latigazo desde la media luna que se topó con la parada acrobática de Gazzaniga.

En el minuto 36, por fin, el Real Madrid robó una pelota comprometida en zona sensible tras la presión de Valverde y Modric, porque Miguel Gutiérrez despejó sin contundencia y Bellingham entró como un tren de mercancías para adelantar a los blancos en Montilivi. El inglés, liberado del encorsetamiento táctico al que le había sometido Ancelotti en partidos anteriores, volvió a brillar en ataque.

Güler y Mbappé disparan la ilusión

A las puertas del descanso, Gil Manzano se comió una falta de Bryan Gil sobre Mbappé que provocó la ira de Ancelotti y del propio ariete francés y ambos vieron la amarilla. Nada más salir del túnel de vestuarios en el segundo asalto, Mbappé se llevó la pelota con la mano y se plantó solo ante Gazzaniga. La jugada siguió y el punta francés tiró la pelota fuera. Por suerte para él, Gil Manzano invalidó después la jugada.

Los blancos pudieron dar otro mazazo al Girona. Mbappé forzó una falta de Oriol Romeu y Tchouaméni provocó una gran mano de Gazzaniga tras una falta botada por Modric. El equipo de Ancelotti salió decidido a morder más arriba y a monopolizar la pelota para desesperación del Girona. Los blancos atrajeron la presión local, Modric encontró a Bellingham entre líneas, el inglés catapultó a Güler y el turco, tras ganarle la carrera a Miguel Gutiérrez, batió a Gazzaniga con mucha frialdad. Poco después, el inglés cayó lesionado tras sentir un pinchazo y entró Ceballos.

El Real Madrid cerraría el partido acto seguido. Modric encontró a Mbappé al espacio y por primera vez en semanas, el ariete blanco recordó al jugador que sembraba el pánico en los rivales tras superar a Gazzaniga en el minuto 62. El francés, con otra cara muy distinta al de la primera parte, puso a prueba de nuevo al guardameta argentino.

A partir de ese momento, el Girona no levantó la cabeza y el Real Madrid jugó con el resultado para llegar con el ánimo por las nubes a su vital partido de la Champions League contra el Atalanta. Ancelotti, que no realizó un segundo cambio tras la lesión de Bellingham hasta el minuto 80, tuvo que sacar a Mendy del campo por Fran García tras sentir otro pinchazo. Endrick y Asencio entraron por Mbappé y Valverde y Yañez por Güler, pero el marcador ya no se movería más.