Bellingham tapa la cobardía de Mbappé y el Bernabéu acaba pitando al Real Madrid (2-0)

El Real Madrid consiguió una victoria vital para aprovechar el pinchazo del Barça y colocarse a un solo punto del equipo azulgrana (2-0). Los blancos, con un partido menos que el equipo de Hansi Flick, protagonizaron un partido de mínimos contra el Getafe gracias al gol de penalti de Jude Bellingham. El delantero inglés transformó una controvertida pena máxima sobre Rüdiger que Mbappé rechazó tirar y adelantó a los blancos en el Santiago Bernabéu.

Antes del descanso, Mbappé recibió un pase envenenado de Bellingham y marcó un gol magnífico cuando lo estaba pasando realmente mal sobre el césped. Sin embargo, el reguero de goles claros fallados en la segunda parte del galo evidenció que Mbappé sigue inmerso en una profunda crisis. El francés, torpe en el regate y negado en la definición, no pudo cerrar un partido que estuvo vivo hasta el final ante su falta de determinación. El Getafe estrelló dos pelotas en la madera, obra de Uche y Patrick en el segundo tiempo, pero no pudo recortar distancias en el marcador. Eso sí, la música de viento brotó en las gradas del Bernabéu.

El equipo blanco tenía la necesidad de reivindicarse tras el batacazo de Anfield. En frente esperaba uno de los rivales más correosos y duros de roer de LaLiga, el Getafe de José Bordalás. Con Rodrygo en la punta de ataque, Brahim por la derecha y Mbappé por la izquierda, los blancos intentaron superar la presión alta del Getafe en los primeros minutos, pero los de Ancelotti, entre falta y falta, y mucha espesura y lentitud con la pelota, no lograron sorprender a los azulones en el Bernabéu en los primeros compases.

Rodrygo pidió un penalti de Diego Rico en el minuto 10, pero Hernández Hernández no cayó en el piscinazo del brasileño. Con 8 faltas en 17 minutos, Nyom vio la amarilla sobre Rüdiger, una decisión que marcaría el partido en la capital. Los blancos no encontraban el desborde Vinícius, lesionado, y tampoco la velocidad en la circulación de la pelota.

Bellingham ejerció de líder del Real Madrid

Con Rodrygo aglutinando mucha pelota y Ceballos tratando de dar celeridad a las posesiones del Real Madrid, el Getafe trató de estirarse a través del juego directo y el balón parado. El Real Madrid era muy previsible en ataque y Mbappé no aparecía. El público madridista cantó el nombre del francés, que podría desquitarse la espina de Liverpool y decidió no hacerlo. En el minuto 27, Nyom derribó a Rüdiger en el interior del área y Mbappé rechazó tirar el penalti. Sí cogió el toro por los cuernos Bellingham, que engañó a la perfección a David Soria y adelantó a su equipo.

El gol blanco alivió al Real Madrid, que había conseguido lo más difícil en un partido que apestaba a empate al descanso. Mbappé pudo marcar la diferencia de nuevo, pero se trastabilló con la pelota y desperdició otra ocasión clara para el Real Madrid al contragolpe. No sería así en el minuto 38, cuando Bellingham detectó la carrera del extremo del Real Madrid al espacio y Mbappé, con mucha precisión, colocó la pelota pegada al palo para anotar el 2-0 y quitarse una mochila de encima.

El bloqueo mental de Mbappé

Pudo ser peor para el Getafe antes del descanso, porque Valverde rozó el 3-0 con una llegada por sorpresa. Al descanso, el Real Madrid encontró el resultado que necesitaba. Nada más salir del descanso, Güler entró por Bellingham. El inglés, mareado por un golpe con David Soria, se quedó en el banquillo blanco. El gol de la sentencia pudo llegar nada más reanudarse el encuentro con otro penalti por mano, pero el VAR corrigió la decisión de Hernández Hernández y anuló la pena máxima.

El Real Madrid dominaba el encuentro y Mbappé encontró la tranquilidad para engordar sus números y aumentar su mermada confianza. El ariete blanco combinó con Brahim y Soria sacó una mano providencial para evitar el gol del internacional con Marruecos. El Getafe quiso reaccionar. Primero con un latigazo de Carles Pérez que Courtois abortó y luego con un disparo al palo de Uche, quien se lesionó en esa misma acción.

El Madrid tenía prisa para transformar el 3-0, pero Mbappé volvió a perder una ocasión clara en la frontal del área. Rodrygo tampoco estuvo acertado en su vuelta al equipo titular, mientras Endrick esperaba su oportunidad en el banquillo. El brasileño dejó su sitio a Modric en el minuto 66. El partido seguía abierto con un Getafe sin apenas armas ofensivas y un Real Madrid volcado.

Valverde culminó una gran jugada colectiva blanca con un misil desde la frontal que Soria envió a córner. Solo un minuto después, Brahim se inventó un pase magnífico que dejó solo a Mbappé, pero el francés falló a puerta vacía tras regatear al portero. Poco después, el galo volvió a perdonar un gol claro. La falta de confianza del delantero francés era evidente y el gol en la primera parte no lo había solucionado.

Mbappé tendría muchas ocasiones claras, pero las perdonó todas. Todavía vivo en el encuentro, el Getafe asediaría la portería de Courtois con un disparo lejano de Diego Rico y un disparo al palo de Patrick, el segundo del encuentro. El público blanco pitó a su equipo en los instantes finales tras relajarse en exceso, aunque el marcador ya no se movería más.