Ajustada victoria del Madrid frente a un Sevilla que piensa en la Europa League (1-2)

El Real Madrid y el Sevilla disputaron en el Sánchez-Pizjuán el único partido de la jornada del sábado. Los hispalenses han alcanzado la última para hacia la gloria en la Europa League, la final que jugarán el miércoles a las 21:00 ante la Roma, en Budapest. Los blancos, por su parte, salieron escaldados de la eliminatoria frente al Manchester City. Ahora continúan por una Liga sin interés desde el triunfo del Barcelona de Xavi. Y sumaron en Andalucía una victoria (1-2) que les dejará con buen sabor de boca en este final de la competición.

El jugador del partido fue, sin duda, Rodrygo, autor de los dos goles de su equipo. El brasileño es la definición perfecta de la madurez en la vida. En sus inicios, tal vez hasta el año pasado, le criticaron que era un agitador, no un futbolista que pudiera jugar los 90 minutos. El factor sorpresa, tan importante para los clubes, es un arma de doble filo. Ser un futbolista de ratos te impide consagrarte como titular en un equipo. Pero él lo ha conseguido.

El Sevilla jugó un digno encuentro, con la cabeza más en Budapest que en el Sánchez-Pizjuán. Y es normal, no tienen culpa los muchachos. Hace dos meses, hacían cuentas para ver si era posible evitar el descenso. Y esta semana jugarán la séptima final de la Europa League de la historia del club. Las seis anteriores las ganaron. Pero Mourinho no ha perdido ninguna en Europa. Alguien verá rota su marca.

Las oportunidades de Mendilibar

Mendilibar, a pesar de la final, alineó a varios jugadores que apuntan a titulares en Hungría. Entre ellos, estuvieron Acuña, Rakitic, Gudelj, Bryan Gil o Erik Lamela. La sorpresa fue el canterano Manu Bueno, de 18 años, y que siempre ha destacado en las inferiores del Sevilla. Entre otras cosas, el entrenador vasco destaca por darle la oportunidad a los más imberbes. Bryan puede dar fe de ello, porque lo vivió en su etapa en el Eibar.

El gol de Rafa Mir a los tres minutos ilusionó a la afición. El Sevilla no quiere jugárselo todo a una carta (la final), porque tenía opciones matemáticas de clasificarse para la Conference League. Es posible que siga teniéndolas después de mañana, aunque no dependerán de ellos mismos. Y virtualmente no lograrán la clasificación vía Liga.

Rodrygo se empeña en muchas ocasiones el héroe perfecto para el madridismo. Pero también el villano más temido y odiado por las aficiones rivales. Suyo fue el primer tanto del Madrid cuando mejor estaba un Sevilla pragmático y ordenado, fiel al esquema de Mendilibar. Los blancos se estiraron tras el gol y llegaron al descanso con buenas sensaciones.

La cabeza en Budapest

Los locales continuaron con el dominio durante la segunda mitad, con un Madrid a merced de una posesión monopolizada por el Sevilla. Rakitic demostró de nuevo que ha recuperado un gran nivel y el debutante Bueno no decepcionó. Quizá el rodaje lo adquiera en otro lugar y no en el Sánchez-Pizjuán, donde conseguir un puesto de titular en este equipo es complicado.

El Madrid consiguió una victoria con la que acabará con ilusión esta paupérrima Liga. El Sevilla, por su parte, cuenta las horas para vivir otra noche mágica en Budapest. Allí espera que lo lleven en volandas sus aficionados. La fiesta acaba de empezar, aunque la tarde haya terminado con derrota.