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La trágica historia detrás del gesto con el que Rodrygo celebró su gol ante el Rayo Vallecano
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EN PROTESTA POR EL RACISMO

La trágica historia detrás del gesto con el que Rodrygo celebró su gol ante el Rayo Vallecano

El delantero del Real Madrid celebró su gol con el puño en alto y la cabeza baja, recordando aquella icónica e histórica imagen del podio de los Juegos Olímpicos de México de 1968

Foto: Rodrygo, celebrando su gol ante el Rayo. (EFE/Kiko Huesca)
Rodrygo, celebrando su gol ante el Rayo. (EFE/Kiko Huesca)

Corría el minuto 89 del partido que enfrentaba al Real Madrid con el Rayo Vallecano. El conjunto franjirrojo acababa de empatar el encuentro, con un tanto de Raúl de Tomás que complicaba a los blancos en su lucha por el segundo puesto liguero. Fue entonces cuando Rodrygo Goes, uno de los principales desatascadores del equipo de Carlo Ancelotti, realizó una bella acción para poner de nuevo a su equipo por delante. No dudó en celebrarlo con el puño arriba y la cabeza abajo.

La celebración del jugador brasileño, en clara sintonía en defensa de su compatriota Vinícius por el caso de racismo vivido en Mestalla, fue aquella que pasó a la historia del deporte en 1968. Sucedió en los Juegos Olímpicos de México, cuando Tommy Smith y John Carlos celebraron con el puño en alto su primer y tercer puesto en los 200 metros, una señal del Black Power en su lucha por los derechos humanos y la igualdad de los negros, en una icónica fotografía que ya es leyenda.

Foto: Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de Rodrygo. (Reuters/Violeta Santos)

Aquella reivindicación tuvo un alto coste para los tres atletas que formaron parte de aquel podio, especialmente para el australiano Peter Norman, uno de los grandes olvidados del deporte. Fue un momento que ha trascendido a la historia y que el propio Rodrygo se ha encargado de dotarlo de actualidad con su celebración ante el Rayo. Pero la intrahistoria de aquella imagen es poco conocida y mucho más trágica de lo que pudiera parecer.

En un momento de alta tensión racial, Smith y Carlos decidieron que era el momento de actuar. Así, no dudaron en la ceremonia de entrega de medallas en ponerse de acuerdo para hacer un gesto en favor del Black Power, algo que incluso hablaron con Norman, que era blanco. Es más, el propio australiano fue uno de los instigadores de que cada atleta levantara una mano diferente. ¿El motivo? Una solución de emergencia por un tremendo olvido de John Carlos.

Cuando llegó la ceremonia de entrega de medallas, Carlos se dio cuenta de que se había olvidado su par de guantes negros en la Villa Olímpica. Fue entonces cuando Norman le sugirió a Smith que le dejara uno de ellos y que cada uno alzara una mano. Sonó el himno nacional y los dos atletas norteamericanos hicieron la ya mítica pose, con su mano en alto y su cabeza baja mientras el propio Norman, con insignias de apoyo a la causa en su chándal, se mantenía firme.

A su regreso a EEUU, los dos atletas norteamericanos fueron castigados, perseguidos e, incluso, amenazados de muerte por su acto de valentía en defensa de los negros. Así lo explicaba Smith hace no mucho: "El entonces presidente del COI, Avery Brundage, forzó al del Comité Norteamericano para que nos echaran de los Juegos y nos quitaran las medallas. Truncaron nuestras vidas. Yo me divorcié y la mujer de John Carlos se suicidó", expresaba.

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Pero la historia menos conocida es la del propio Norman, pues el australiano fue uno de los grandes perseguidos. Tras aquel podio, las autoridades olímpicas de su país le ningunearon, mientras que los medios de comunicación locales aprovechaban la mínima oportunidad para atacarle. De hecho, no pudo competir en Múnich 72 después de ser cortado por su federación, a pesar de lograr el tercer mejor puesto en las pruebas clasificatorias.

Aquel castigo, sumado a una grave lesión que casi le hace perder su pierna derecha, le hizo caer en el alcoholismo y verse sumido en una grave depresión. Con solo 64 años, Norman fallecería de una ataque al corazón en Melbourne, siendo uno de los grandes olvidados del deporte mundial. Aquella imagen icónica del Black Power sigue dando la vuelta al mundo, en la que el australiano tuvo un papel fundamental y que, por ello, le valió ser señalado de por vida.

PD: Smith y Carlos fueron los encargados de llevar el féretro de Norman en su funeral.

Corría el minuto 89 del partido que enfrentaba al Real Madrid con el Rayo Vallecano. El conjunto franjirrojo acababa de empatar el encuentro, con un tanto de Raúl de Tomás que complicaba a los blancos en su lucha por el segundo puesto liguero. Fue entonces cuando Rodrygo Goes, uno de los principales desatascadores del equipo de Carlo Ancelotti, realizó una bella acción para poner de nuevo a su equipo por delante. No dudó en celebrarlo con el puño arriba y la cabeza abajo.

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