El Barça se da por vencido ante el Real Valladolid y le complica la vida al Espanyol (3-1)

El Real Valladolid hizo el pasillo al Barça antes de empezar el encuentro y el equipo azulgrana se lo devolvió en el campo. En un partido esperpéntico de los pupilos de Xavi Hernández, con un grotesco gol de Christensen en propia en el segundo minuto de partido y un penalti absurdo de Eric García en el minuto 20, el Valladolid demostró mucha más intensidad, ambición y ganas de salvarse. Los azulgranas, a los que la Grada de Animación culé cantó "el martes en Pucela, no podéis ganar", cumplió con lo exigido por su afición en la derrota contra la Real Sociedad y se paseó por el estadio José Zorrilla hasta encajar tres goles. El descenso ahora está más cerca para el Espanyol. Solo Robert Lewandowski pudo maquillar el marcador en la segunda parte.

El Real Valladolid añadió más tensión a la pelea por el descenso. El conjunto catalán vivió algo inusual en el campeonato doméstico. Hasta este encuentro no había perdido dos partidos ligueros seguidos y después de caer el pasado sábado ante la Real Sociedad (1-2), recibió seguramente su peor resultado del año en Liga ante un rival que se agarró a su efectividad y a las paradas de Jordi Masip en la primera parte.

Porque fue en los primeros 45 minutos cuando el Barça, con muchas novedades en su alineación titular, tuvo más y mejores ocasiones para haber sacado un mejor resultado que el 2-0 con el que se fue al descanso de un duelo, cuesta arriba ya muy pronto por un autogol de Christensen a los dos minutos. El equipo de Xavi Hernández tardó en despertar, pero lo fue haciendo poco a poco, gracias al impulso del joven Pablo Torre y de Raphinha, dos de los mejores visitantes. De hecho, el extremo brasileño, el más activo en ataque ante el discreto choque del 'pichichi' Lewandowski, tuvo la primera del campeón, pero Masip ya avisó de su entonada noche.

Poco después, el partido se le complicó más al FC Barcelona. Larin aprovechó una precipitada salida de Ter Stegen para asistir a Gonzalo Plata, derribado finalmente por el exceso de ímpetu de Eric García, elegido mediocentro por Xavi. El delantero canadiense no perdonó desde los once metros para hacer soñar a Pucela. A partir de ahí, el encuentro tuvo hasta el descanso casi una única dirección y el Barça tuvo buenas ocasiones para volver a meterse en el partido, pero su exportero levantó un 'muro' con paradas de mérito y consecutivas a Raphinha y Christensen. Un disparo de Lewandowski y dos opciones más del extremo brasileño cerraron el agobio final sin premio de los culés.

El Valladolid lo quiso más

Xavi decidió mover el banquillo para la segunda parte, con la entrada de Kessié para mejorar el medio y también la de Iñaki Peña en portería. Sin embargo, su equipo no le cogió el pulso al encuentro y volvió a ser frío, todo lo contrario que su rival, con fe y energía para no pasar apuros.

Larin no llegó a un gran envío de Plata, que acabó estrellándose en el poste en lo que fue la mejor ocasión del primer tramo de segunda mitad. Dembélé, por un Raphinha que se marchó del campo dejando un mensaje en su camiseta de apoyo a Vinícius Jr, y Ferran Torres entraron para avivar el ataque, pero tampoco tuvieron el efecto.

El Valladolid terminó de creérselo con la conexión Larin-Plata que dio el 3-0, obra del ecuatoriano y tras visto bueno del VAR, para dar el aire suficiente a los locales para el tramo final. Lewandowski maquilló su partido con su vigesimocuarto tanto liguero, ya sin tiempo para evitar que los de Paulo Pezzolano sumasen tres puntos para dormir al menos fuera del descenso.