El Rayo siega al Barça de Xavi y los azulgranas no ven la luz del sol en Vallecas (2-1)

El Rayo Vallecano pasó por encima del Barça en Vallecas (2-1). El conjunto de Andoni Iraola, que ya batió al FC Barcelona la temporada pasada con Xavi Hernández al mando, volvió a sorprender a los azulgranas en un partido dominado por la presión intensa y los contragolpes veloces locales. Sin sol, jugando de noche, con el césped regado y cortado a la altura reglamentaria y el centro del campo que gusta al técnico catalán, con Gavi, Pedri y De Jong, el Barça fue un conjunto mediocre e incapaz de contrarrestar el plan vallecano. El Rayo dio un recital de cómo anular al Barça. Álvaro García abrió la lata en el primer tiempo y Fran García confirmó la fiesta en Vallecas en la segunda parte. Recortó distancias Lewandowski en el minuto 83. El equipo azulgrana solo ha marcado dos goles en los últimos cinco partidos de Liga. Por suerte para Xavi, el Real Madrid está muy lejos y no para de pinchar. Los 11 puntos amortiguan la caída libre del Barça en las últimas semanas.

Los pupilos de Xavi Hernández querían sentenciar una Liga de claro color azulgrana y salieron mordiendo tobillos arriba. Lo mismo hizo el Rayo Vallecano. En ese choque de presiones por todo el campo, los locales lograron maniatar al centro del campo del Barça con Frenkie de Jong, Gavi y Pedri. La medular azulgrana, atada de pies y manos, no podía girar ni fabricar jugadas peligrosas en ataque durante la primera parte. No hubo noticias de Ferran Torres ni de Raphinha, dos jugadores que podrían cambiar de destino este verano ante la imperiosa necesidad económica azulgrana. El balón circulaba a trompicones y no había fluidez en la posesión culé.

El juego directo del Rayo Vallecano dañó al Barça con Sergio Camello, Álvaro García e Isi Palazón. El primer disparo del murciano así lo demostró. Intentó contestar el Barça mediante un Lewandowski bloqueado frente al gol. El Barça empezó a sentirse muy incómodo y desdibujado. Ahí fue cuando Pedri perdió una pelota frente a Trejo que terminó en Camello y solo ter Stegen, otra vez, evitó que entrara. Los locales cerraban filas y salían disparados al espacio. En el minuto 19, ya no habría más avisos. Camello recibió solo en la frontal, abrió la pelota a Álvaro García con todo el tiempo del mundo y el extremo del Rayo, sin un Koundé concentrado, cruzó el cuero a la perfección para batir a ter Stegen.

El Barça reaccionó a partir del gol con dos ocasiones. La primera la salvó Dimitrievsi con una buena mano a Lewandowski. La segunda la tiró fuera Araújo y estuvo cerca de entrar tras una jugada a balón parado. La más clara la tendría Lewandowski de nuevo antes del descanso, cuando logró batir al portero macedonio. Sin embargo, el VAR anuló el gol por fuera de juego. Pareció muy justo. El Barça había sido inferior al Rayo y el banquillo azulgrana estaba indignado con el arbitraje. Jordi Alba vio la amarilla por protestar. Xavi se quedó cerca de ser sancionado también.

El Barça no carburó en ningún momento

La segunda mitad inició sin cambios y con el Barça sobreexcitado. No se entendía Balde con Lewandowski en una banda izquierda que recorría de punta a punta y nunca parecía llegar a tiempo. El Barça no encontraba pases fáciles y empezaron a calentar Ansu Fati y Jordi Alba. El Barça se pegó otro tiro en el pie sin que amenazara con empatar el encuentro en los primeros compases del segundo tiempo. Una pérdida absurda de Frenkie de Jong cogió a Koundé abierto y Fran García, más atento que el resto, cazó el cuero y superó a ter Stegen a placer.

Xavi cambió a Ferran Torres y Marcos Alonso por Ansu Fati y Jordi Alba. El centro del campo no funcionó. Sin líneas de pase, combinaciones, paredes ni creatividad, a pesar de tener a casi todas las primeras espadas menos Sergio Busquets. Gavi no podía dotar de una marcha más al equipo en el último tercio del campo, Pedri desapareció y no hubo ni rastro de las conducciones exitosas de De Jong. Mérito de la presión intensa y coordinada del Rayo, que agobió a Araújo, forzó pérdidas por todo el campo y minimizó al Barça de Xavi.

El 2-0 sí que anestesió al Barça. Camello rozó el 3-0 y se fue fuera por centímetros. Xavi sentó a Pedri y dio entrada a Kessié. También a Eric García y Pablo Torres por Gavi, abucheado en otro estadio español, y De Jong. En los últimos minutos, Ansu Fati sería de los jugadores más activos sin encontrar premio. No hubo una respuesta colectiva azulgrana a la derrota. Solo desesperación, gestos de impotencia y desconexiones. Lewandowski aprovechó una jugada de Kessié para recortar distancias en el minuto 83. Solo fue un espejismo.