Todas las razones que señalan el complejo del Real Madrid de Ancelotti contra el Barça de Xavi

El Real Madrid se ha enfrentado tres veces en tres meses contra el Barça. En los tres encuentros, el conjunto dirigido por Xavi Hernández se ha impuesto al Real Madrid de manera clara. En la Supercopa de España, los azulgranas completaron el mejor partido desde que el técnico catalán aterrizara en el banquillo del Camp Nou (1-3). En la ida de las semifinales de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu, el equipo de Carlo Ancelotti no disparó a puerta ni una vez y acabó frustrado, desesperado y bloqueado en el último tercio del campo (0-1). Y, en el último duelo, aquel que podía abrir LaLiga o sentenciarla a favor de los culés, el cuadro blanco no encontró el modo de rentabilizar el primer tanto en propia puerta de Ronald Araújo tras una especular primera parte. En cambio, en la segunda, se sumió en un caos táctico absoluto (2-1). El Real Madrid solo ansió ganar el encuentro en los últimos 20 minutos y se despidió de LaLiga.

El bagaje global del Tourmalet es de tres derrotas, propio de un equipo acomplejado incapaz de hundir al Barça y que comete los mismos errores sistemáticamente. Un hecho, acompañado de resultados, que entronca directamente con aquella frase del exjugador del FC Barcelona Thierry Henry: "Todos los clubes europeos temen al Real Madrid, y el Real Madrid teme al Barcelona", dijo el jugador francés en una declaración que todavía retumba en el Camp Nou. Tan cierta es la sentencia que plasma la superioridad del Barça en esta trilogía (con cuarto capítulo próximamente) en la que el equipo azulgrana ha cosechado tres triunfos en un momento de máxima tensión económica, institucional y con uno de los mayores escándalos arbitrales en la historia del fútbol: los pagos por más de siete millones de euros a Enríquez Negreira.

El Real Madrid, con Carlo Ancelotti al mando, no solo ha desperdiciado la oportunidad de dar un golpe letal al Barça en el terreno deportivo, sino que le ha brindado algunas de las mejores noches desde que Xavi Hernández llegara hasta cortar su sequía de títulos (desde abril de 2021): Supercopa de España y LaLiga. Podría unirse la Copa del Rey. Todo empezó con aquel humillante 0-4 y sigue hoy en día. Al contrario, el Barça siempre se aseguró de hacer sangre cuando el Madrid se tambaleaba. No ha sucedido lo mismo en un Real Madrid con miedo escénico ante su máximo rival. La plantilla es mejor de lo que ha ofrecido en estos encuentros. Lo demostró en Liverpool y también la temporada pasada.

Más partidos ganados a Ancelotti que en Champions

En este sentido, el ridículo rendimiento del FC Barcelona en la Champions League contrasta con el dominio de los Clásicos. Para muestra, un botón: Xavi Hernández ha dirigido como entrenador azulgrana seis partidos contra el Real Madrid y ha ganado cuatro. En Champions League ha estado presente en ocho ocasiones. Solo ha ganado dos: al Viktoria Plzen. Es un dato demoledor que deja al entrenador italiano muy mal parado. El fracaso del Real Madrid en esta serie de duelos aumenta si uno recuerda que el Barça los ha afrontado sin su futbolista más creativo (Pedri) y sin su extremo más desequilibrante (Ousmane Dembélé). También estuvo parcialmente ausente Robert Lewandowski.

¿En qué ha fallado Carlo Ancelotti en estos tres encuentros? Para empezar, se han reproducido los mismos fallos. El técnico italiano ha pecado de inmovilista al repetir alineaciones, no encontrar soluciones a los problemas con los que se había dado de bruces en el pasado y no activar nuevas piezas que podrían haberle cambiado la cara al equipo. El mal momento de Dani Carvajal y Karim Benzema se ha prolongado. Toni Kroos y Luka Modric no han podido concatenar dos partidos de altos vueltos donde tuvieran que presionar arriba. El páramo de la banda derecha, donde Fede Valverde opera como un falso extremo, ha continuado.

Los graves errores del italiano

La falta de mecanismos ofensivos para asistir a Vinícius Júnior son tan palpables que han acabado desesperando al brasileño. Vinícius ha alterado el sistema defensivo del Barça hasta el punto de obligar a Xavi Hernández a colocar a su mejor defensor puro (Araújo) como lateral derecho a pesar de ser central. Por si superar a uno de los defensores más potentes físicamente del continente no fuera suficiente, el técnico catalán siempre ha colocado a Sergio Busquets o Frenkie de Jong cerca del uruguayo para realizar ayudas defensivas. El sistema culé ha arropado al defensor y el madridista ha desnudado al delantero. La contestación palmaria de Ancelotti ha sido enviar a Vinícius solo a la guerra, a 40 metros de la portería y con el peor Benzema en años.

La nula amenaza en la banda derecha también ha dinamitado el ataque blanco, que no encuentra una réplica en la banda contraria a la del brasileño. Tener a uno de los futbolistas más verticales y desequilibrantes del planeta es una bendición, pero no puede ser la única solución en ataque. Valverde tiende a pisar zonas interiores y a Carvajal no le da el tanque de gasolina para pisar línea de fondo una y otra vez. De nada vale aglutinar defensas adversarios en un sector como la banda izquierda si, tras el cambio de orientación en el lado contrario, no va a haber un extremo punzante con capacidad goleadora y eléctrica. Eso es justo lo que le sucede a los blancos.

Las estadísticas no engañan. El Real Madrid ha disparado tres veces a puerta en los últimos 180 minutos contra el Barça. Solo Araújo, en propia puerta, marcó un gol para el Real Madrid. En la Supercopa de España, el Real Madrid maquilló el marcador con el gol de Karim Benzema en el minuto 93. Antes, en la primera parte, no había disparado ni una sola vez a puerta. No es casualidad. Por el camino se ha evaporado la inyección de adrenalina que Rodrygo Goes le brindaba al ataque y Dani Ceballos al centro del campo. La inacción de Carlo Ancelotti impulsa a un Barça que estaba en la UCI, salva a un Xavi criticado por el hundimiento en Champions y fía la temporada del Real Madrid a una remontada en la Copa del Rey y a la Champions League.