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Un gol de Raphinha y el VAR rescatan al Barça del infierno de San Mamés (0-1)
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Recupera la distancia con el Real Madrid

Un gol de Raphinha y el VAR rescatan al Barça del infierno de San Mamés (0-1)

La afición del Athletic Club protagonizó uno de los ambientes más adversos para el Barça, entre insultos al equipo azulgrana, gritos de "corrupción en la Federación" y lluvia de billetes con la palabra 'mafia'

Foto: El brasileño anotó el único tanto del encuentro. (EFE/Javier Zorrilla)
El brasileño anotó el único tanto del encuentro. (EFE/Javier Zorrilla)

Esta Liga será del Barça salvo terremoto. Un solitario gol de Raphinha adelantó a los azulgranas al filo del descanso cuando Sergio Busquets asistió al brasileño y el extremo no perdonó frente al guardameta local, Julen Agirrezabalaga. El Athletic Club había gozado de ocasiones claras, como un testarazo de Alex Berenguer escupido por el travesaño o las llegadas de Iñaki y Nico Williams, pero les faltó el grado de determinación y puntería necesario para dañar al líder de LaLiga. En el minuto 86, Iñaki Williams consiguió empatar el encuentro. Gil Manzano lo anuló por mano previa de Iker Munian en la recuperación previa. Los de Xavi Hernández vivieron uno de los ambientes más adversos en San Mamés, donde el público local cantó "puta Barça", "a Segunda, oé" y "corrupción en la federación" y lanzó billetes con la palabra "Mafia", la cara del presidente azulgrana, Joan Laporta, y el escudo del Barça.

En un choque marcado por las continuas interrupciones, especialmente al inicio del encuentro, la primera parte estuvo muy disputada. El sistema defensivo de presión alta diseñado por Ernesto Valverde puso en problemas al Barça, que volvió a notar demasiado la baja de Pedri. Los azulgranas empezaron con la primera ocasión del encuentro, pero Ferran Torres falló una volea peligrosa. El ritmo era muy alto y ahí, con dos balas como los Williams, el Athletic Club encontró situaciones para correr y contragolpear. Sin Araújo, Koundé y ter Stegen salieron al cruce.

placeholder San Mamés cargó contra los azulgranas. (EFE/Luis Tejido)
San Mamés cargó contra los azulgranas. (EFE/Luis Tejido)

Al Athletic le faltaba pausa en el último tercio. El Barça no estaba cómodo, pero tenía movilidad arriba. Frenkie de Jong pescó una pelota en la frontal que sirvió en bandeja de plata para Lewandowski. El polaco, absolutamente solo, fallaría ante el guardameta local al realizar un control demasiado largo. El cuadro de San Mamés respondió con celeridad, cuando Berenguer se coló entre Koundé y ter Stegen para tocar una pelota muerta en el área que no entró por poco. El partido podía caer para cualquier de los dos. Otra vez Berenguer apareció para estrellar un cabezazo en el travesaño.

​Un gol de los que duelen

El equipo de Ernesto Valverde, que sufre una falta de gol extraordinaria este curso que amenaza su participación en las competiciones europeas, pagó muy cara su ausencia de colmillo ofensivo. El Barça, al filo del descanso, encontró en la conexión Busquets-Raphinha el primer tanto del encuentro gracias a la precisa asistencia del centrocampista catalán. Gil Manzano, con la ayuda del VAR, daría por válido el gol al Barça en el descuento de la primera parte. Empezó el segundo asalto y el Barça tuvo la más clara tras un buen centro de Alejandro Balde que Lewandowski remató sin acierto.

El Athletic Club se desinflaba en la presión y el Barça cada vez estaba más cómodo. El partido pedía cambios, pero Valverde se resistía a agitar el árbol. No sería hasta el minuto 63 de la segunda parte cuando el técnico introdujo a Oier Zarraga e Iker Munian por Mikel Vesga y Raúl García para revitalizar a su equipo. El Barça rondaba el segundo con un cañón llamado Balde. Xavi quiso asegurar el control, así que añadió a Kessié (por Ferran Torres) para volver al dibujo de cuatro centrocampistas. El Athletic se bloqueaba en el último tercio del campo.

placeholder Raphinha celebra su tanto. (Reuters/Vincent West)
Raphinha celebra su tanto. (Reuters/Vincent West)

Berenguer tendría la ocasión más clara de la segunda parte para los locales, cuando el delantero protagonizó una gran escapada y dibujó un latigazo cerca de la base del palo que ter Stegen rechazó. Munian aparecía con cuentagotas a pesar de ser el jugador más creativo del Athletic Club... hasta estar a punto de marcar la diferencia. El navarro forzó una falta que le costó la tarjeta amarilla a Sergi Roberto.

A balón parado la desigualdad se diluía. El golpeo directo de Berenguer murió en la barrera azulgrana. Acto seguido, Muniain firmó un golpeo maravilloso desde la frontal que solo ter Stegen pudo despejar. El Barça, apoyado en su portero, resistiría hasta el minuto 86, cuando el propio Muniain recuperó una pelota con el brazo ante de Jong, asistió a Iñaki Williams y el delantero batió a ter Stegen. Sin embargo, Gil Manzano anularía el tanto del empate por la acción ilegal de Muniain para desatar el enfado de San Mamés y frustrar al Athletic Club. Los locales tendrían una doble ocasión muy clara el final, pero la pelota no querría entrar y Marcos Alonso evitaría el gol en el descuento bajo palos. El Barça respira, a nueve del Real Madrid.

Esta Liga será del Barça salvo terremoto. Un solitario gol de Raphinha adelantó a los azulgranas al filo del descanso cuando Sergio Busquets asistió al brasileño y el extremo no perdonó frente al guardameta local, Julen Agirrezabalaga. El Athletic Club había gozado de ocasiones claras, como un testarazo de Alex Berenguer escupido por el travesaño o las llegadas de Iñaki y Nico Williams, pero les faltó el grado de determinación y puntería necesario para dañar al líder de LaLiga. En el minuto 86, Iñaki Williams consiguió empatar el encuentro. Gil Manzano lo anuló por mano previa de Iker Munian en la recuperación previa. Los de Xavi Hernández vivieron uno de los ambientes más adversos en San Mamés, donde el público local cantó "puta Barça", "a Segunda, oé" y "corrupción en la federación" y lanzó billetes con la palabra "Mafia", la cara del presidente azulgrana, Joan Laporta, y el escudo del Barça.

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