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El Barça pincha en Almería para dar vida a una Liga que el Madrid daba por muerta (1-0)
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Oportunidad perdida

El Barça pincha en Almería para dar vida a una Liga que el Madrid daba por muerta (1-0)

Los azulgranas se bloquearon ante el gran planteamiento defensivo del Almería y se quedan a siete puntos del Real Madrid. El Bilal Touré aprovechó un fallo para marcar el único gol del partido

Foto: Un golazo del africano tumbó al Barça. (EFE/Carlos Barba)
Un golazo del africano tumbó al Barça. (EFE/Carlos Barba)

El día en que el Barça podía asestar un golpe letal a LaLiga tras el pinchazo del Real Madrid en el derbi contra el Atlético de Madrid, el equipo de Xavi Hernández realizó uno de los peores partidos de la temporada. Todavía hay Liga, pese a la distancia actual de siete puntos. El sólido plan defensivo del Almería, basado en proteger las zonas interiores, tapar las subidas de Jordi Alba y contragolpear con El Bilal Touré y Luis Suárez frente a Andreas Christensen y Eric García, hizo del encuentro en Andalucía un infierno para los azulgranas. El Barça cortocircuitó, sin velocidad en la posesión de la pelota ni verticalidad en las bandas. El Bilal Touré marcó un golazo en el minuto 24 tras una pérdida de Gavi y el posterior fallo defensivo de Christensen. El resultado ya no se movería, pese a que los azulgranas mejorarían en el segundo tiempo. Después de no disparar a puerta en toda la primera parte y de lanzar 47 centros al área, el Barça terminaría pereciendo en el Power Horse Stadium... tras disparar una sola vez a puerta en 90 minutos.

Con Sergi Roberto de tercer central por la derecha, Eric García junto a Christensen y Ferran Torres en la banda derecha, Xavi rotó para oxigenar a los suyos tras la derrota de Manchester. El resultado fue paupérrimo en la primera parte, donde Robert Lewandowski fue un islote sin conexiones a su alrededor. La banda derecha, sin ningún tipo de fluidez, era incapaz de desbordar a la coordinada defensa local. La ausencia de Pedri provocó que el Barça no demostrara ningún tipo de imaginación ni creatividad en los últimos metros, pese a amasar la pelota entre Busquets y De Jong.

placeholder Robert Lewandowski, tras encajar el 1-0 durante el encuentro. (EFE/Carlos Barba)
Robert Lewandowski, tras encajar el 1-0 durante el encuentro. (EFE/Carlos Barba)

El plan del Almería era simple pero efectivo, defender juntos, no cometer errores en defensa y salir escopeteados al contragolpe. Con futbolistas con zancada como Baptistao o Akieme y otros con buen pie como Eguaras o Robertone, la clave pasaba por emparejar a sus dos delanteros (Luis Suárez y El Bilal Touré) con Christensen y Eric García. La zaga azulgrana, sin sus dos mejores centrales (Araújo y Koundé) sufría de lo lindo para abortar los envíos directos. En el minuto 24, Gavi perdió una pelota en el área rival con Ely, el Almería buscó el contacto entre Christensen y El Bilal y Luis Suárez le puso el balón al hueco. El delantero africano no perdonó y fusiló con contundencia a ter Stegen.

Atasco general sin Pedri

Pudo ser peor para el Barça, porque poco después, Leo Baptistao cazó una pelota imposible en el área y estuvo cerca del 2-0. El Barça no generaba nada, más allá de alguna conducción de Frenkie de Jong o centros peligrosos de Ferran Torres sin rematador final. Al descanso, el Almería había atado en corto a los azulgranas y Xavi realizaría el primer cambio del partido: fuera Kessié y dentro Raphinha. El Barça saldría con otra cara tras el descanso, donde las tarjetas amarillas se dispararían en pocos minutos. Los azulgranas movieron la pelota con más brío y el Almería se metió atrás.

Con tantos hombres por delante, Raphinha tiró del carro por segundos hasta diluirse por completo. Un remate a las nubes, un pase de caño al que Sergi Roberto no llegó y el grado de desborde que necesitó el Barça en el primer tiempo. Sin noticias de Lewandowski, como en Manchester, el Barça bombardeó el área local sin éxito. Centros sin destinatario y balones frontales muy sencillos de defender para la zaga andaluza. Xavi decidió entonces cambiar de esquema. Fuera Eric García y Jordi Alba (tras diez centros al área donde sus compañeros solo remataron uno) y dentro Marcos Alonso y Araújo.

placeholder Xavi vio la amarilla por protestar. (Reuters/Jon Nazca)
Xavi vio la amarilla por protestar. (Reuters/Jon Nazca)

En el minuto 72 llegaría la oportunidad más clara del Barça hasta entonces. Un centro envenenado de Ferran Torres al que Raphinha no llegó por centímetros. Acto seguido, Babic desactivaría un contragolpe donde De Jong estuvo a punto de plantarse solo ante el guardameta local, Fernando Martínez. Las mejores ocasiones del Barça se acumulaban en un lapso de tiempo muy pequeño y el gol del empate merodeaba por el Power Horse Stadium. Xavi volvió a agitar el árbol en busca de frutos: fuera Busquets y Sergi Roberto y dentro Ángel Alarcón y Ángel Alarcón.

El Barça cargó el área del Almería en los últimos minutos, donde Lewandowski peinó un balón directamente fuera. Alarcón sería una de las pocas notas positivas gracias a su atrevimiento con la pelota e incluso gozó de una ocasión que se perdió en un tiro blando al medio que detuvo Fernando Martínez. A solo cinco minutos del pitido final, Araújo entró en el área como una exhalación y se le escapó el empate. El Almería resistiría el acoso continuo del Barça, que se precipitó con centros sin ningún tipo de ventaja ante la ausencia de desborde y creatividad. En el último minuto del descuento, un grave fallo defensivo azulgrana permitió a Embarba acariciar el 2-0, que pudo despejar ter Stegen.

El día en que el Barça podía asestar un golpe letal a LaLiga tras el pinchazo del Real Madrid en el derbi contra el Atlético de Madrid, el equipo de Xavi Hernández realizó uno de los peores partidos de la temporada. Todavía hay Liga, pese a la distancia actual de siete puntos. El sólido plan defensivo del Almería, basado en proteger las zonas interiores, tapar las subidas de Jordi Alba y contragolpear con El Bilal Touré y Luis Suárez frente a Andreas Christensen y Eric García, hizo del encuentro en Andalucía un infierno para los azulgranas. El Barça cortocircuitó, sin velocidad en la posesión de la pelota ni verticalidad en las bandas. El Bilal Touré marcó un golazo en el minuto 24 tras una pérdida de Gavi y el posterior fallo defensivo de Christensen. El resultado ya no se movería, pese a que los azulgranas mejorarían en el segundo tiempo. Después de no disparar a puerta en toda la primera parte y de lanzar 47 centros al área, el Barça terminaría pereciendo en el Power Horse Stadium... tras disparar una sola vez a puerta en 90 minutos.

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