Es noticia
Por qué el partido en Mallorca cuenta la triste realidad de Marco Asensio en el Real Madrid
  1. Deportes
  2. Fútbol
La renovación, atascada

Por qué el partido en Mallorca cuenta la triste realidad de Marco Asensio en el Real Madrid

El extremo del Real Madrid falló un penalti clave en otro partido intrascendente en la banda derecha blanca. Asensio no completó ni un solo regate con acierto en todo el partido y acabó señalado por Ancelotti

Foto: El jugador balear se lamenta tras fallar el penalti. (EFE/Sergio Cañizares)
El jugador balear se lamenta tras fallar el penalti. (EFE/Sergio Cañizares)
Más información

La derrota del Real Madrid en Mallorca (1-0, gol en propia de Nacho Fernández) sirvió para confirmar muchas cosas que rondan al club blanco en los últimos meses. Los rivales tienen entre ceja y ceja a Vinícius Júnior y se encargan de demostrarlo desde la grada, a través de abucheos y silbidos, y también al aplaudir las continuas faltas de jugadores como Pablo Maffeo y Raíllo. La aversión respecto al brasileño crece conforme avanzan las jornadas. Otra conclusión poderosa es que la plantilla del Real Madrid presenta carencias en posiciones vitales, como el lateral izquierdo, el extremo derecho o el nueve suplente que desatasque partidos. Nada que no se supiera en verano, por otra parte. Sin embargo, el partido en tierras baleares dejó especialmente tocado a Marco Asensio en medio de una renovación atascada donde el jugador no está inclinando la balanza lo suficiente.

El penalti fallado solo supuso la guinda a una actuación desesperante por la intrascendencia de la misma. Hay parte de culpa en el plan ofensivo de Carlo Ancelotti, que no fue capaz de sacar ningún tipo de ventaja de la capacidad de Vinícius Júnior de aglutinar contrarios en la banda izquierda. El lado fuerte del Real Madrid pisaba tres cuartos y arrastraba defensores, pero no encontraba una réplica en la banda derecha, donde Asensio, Valverde y Carvajal languidecieron. La sensación fue similar a la final de la Supercopa de España, donde Vinícius Júnior estaba solo frente al mundo. Marcar pasaba por un gol imposible del brasileño.

placeholder El extremo, señalado. (Reuters/Juan Medina)
El extremo, señalado. (Reuters/Juan Medina)

Esta vez, sin Karim Benzema, la falta de desborde, colmillo y agresividad ofensiva todavía fue más evidente. El cortocircuito ofensivo, espoleado por las faltas continuas del Mallorca (hasta 29), cortaron el ritmo de la circulación de la pelota blanca. No hubo ni rastro de la manida pegada, algo de lo que se acusaba el Madrid cuando jugaba mal y que no se ha visto en toda la temporada. Sin poder generar ocasiones claras, el Real Madrid hubiese agradecido un zarpazo de Asensio que nunca llegaría. La banda derecha fue caótica y no encontró en ningún momento fluidez ni asociación entre sus tres piezas. Al balear se le fue por la borda otra oportunidad de convencer al club y acercar posturas. Una tendencia que se ha reproducido sistemáticamente en las últimas temporadas.

Unos números incompatibles con renovar

A menos de seis meses para terminar contrato y quedar libre para negociar con cualquier otro club del planeta, el extremo del Real Madrid tuvo en su mano levantar el partido. Anotar un penalti que extrañó que no tirase Rodrygo Goes y que Ancelotti achacó a la posible falta de confianza del brasileño tras errar una pena máxima en el Mundial de Qatar. De marcarlo, el partido hubiese cambiado radicalmente a favor del Real Madrid. Sin embargo, Asensio falló como podría haber fallado cualquier otro futbolista del equipo de Ancelotti. Ese lanzamiento fue lo de menos para un futbolista que tiene un cañón incorporado en su pierna izquierda y que raramente lo saca a pasear, como el día del Valencia en el Santiago Bernabéu.

Su condena es la irregularidad que va unida a su juego sin fogonazos. El partido de Mallorca fue una continuación de esa falta de energía, determinación, contundencia, jerarquía y liderazgo que trufa el fútbol de Marco Asensio. Los números en el estadio balear le desnudan: cero regates completados, cero centros con acierto, cero pases clave (que terminaran en un disparo de sus compañeros) y 10 pérdidas de balón. No ayudó lo suficiente en defensa y bajó andando en el 1-0 local. Ancelotti lo cambió poco después de que fallara la pena máxima.

Foto: Marco Asensio. (Reuters/Juan Medina)

La realidad es que a pesar de demandar un cambio de rol y un sueldo acorde, con más minutos y estar situado en un escalafón jerárquico diferente en la plantilla blanca tras no descartar fichar por el Barça en el futuro, el fútbol que corre por sus botas no está a la altura que supone el papel de titular en la banda derecha del Real Madrid. Y tampoco es fiable como revulsivo, porque Asensio solo se ha puesto las pilas en los últimos meses, como en los encuentros ante el Villarreal (Copa) y Valencia (LaLiga), pero tampoco es garantía de cambiar el rumbo de un encuentro cuando salta desde el banquillo. El Mundial no cambió su cartel en Europa.

Al balear le perseguirá toda la vida una frase lapidaria que, a su vez, sirve para explicar su carrera en el Real Madrid: "Yo no tengo que ser el que tiene que tirar del carro en el club. Hay otros jugadores que llevan más años en el club, más experimentados, que tienen un estatus mayor al mío y son ellos los que tienen que tirar del carro", llegó a afirmar el extremo del Real Madrid tras la salida de Cristiano Ronaldo a la Juventus de Turín. A su misma edad, Vinícius Júnior ya estaba decidiendo partidos de Champions League. Y más joven. También Rodrygo Goes.

La derrota del Real Madrid en Mallorca (1-0, gol en propia de Nacho Fernández) sirvió para confirmar muchas cosas que rondan al club blanco en los últimos meses. Los rivales tienen entre ceja y ceja a Vinícius Júnior y se encargan de demostrarlo desde la grada, a través de abucheos y silbidos, y también al aplaudir las continuas faltas de jugadores como Pablo Maffeo y Raíllo. La aversión respecto al brasileño crece conforme avanzan las jornadas. Otra conclusión poderosa es que la plantilla del Real Madrid presenta carencias en posiciones vitales, como el lateral izquierdo, el extremo derecho o el nueve suplente que desatasque partidos. Nada que no se supiera en verano, por otra parte. Sin embargo, el partido en tierras baleares dejó especialmente tocado a Marco Asensio en medio de una renovación atascada donde el jugador no está inclinando la balanza lo suficiente.

Marco Asensio Real Madrid Florentino Pérez
El redactor recomienda