El VAR es una chirigota: está para mejorar el arbitraje, pero perjudica y empeora a los árbitros

"El árbitro y el auxiliar me han pedido disculpas por el gol", desveló el técnico del Cádiz al término del partido, en el que vio cómo el 1-1 del Elche llegó en un claro fuera de juego que dejó al equipo gaditano sin dos valiosos puntos y, aunque fuera de manera momentánea, sin poder abandonar los puestos de descenso. "El error muy grave y clamoroso", añadió Sergio González, aunque no en referencia al árbitro, Del Cerro Grande, sino al responsable del VAR, Iglesias Villanueva, quien incomprensiblemente no advirtió a su compañero de la situación antirreglamentaria de Eze Ponce en el inicio de una jugada que acabó siendo decisiva.

“Un fuera de juego no es interpretable”, apuntó con buen criterio el presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, quien a continuación no dudó en cargar contra el responsable en primera instancia de los arbitrajes, es decir, el presidente la Federación Española de Fútbol (RFEF). "El señor Rubiales nos debe unos pocos puntos. Menos Supercopas en Arabia y más dedicarse a lo que tiene que hacer, que es arreglar el VAR", señaló el máximo dirigente del club cadista, quien, en declaraciones a Televisión Española, añadió que "a la RFEF solo le interesa la elite y no los equipos pequeños. Nosotros no somos nadie y seguiremos sufriendo".

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"El Comité Técnico de Árbitros, como ente autónomo de la RFEF, trabaja en la continua búsqueda de mejoras para alcanzar la excelencia en su desarrollo profesional". Así empezaba el comunicado oficial del CTA, en el que, sin hacer ninguna referencia a lo sucedido en el Cádiz-Elche, se aseguraba que "acabar con el error humano no es posible, pero sí lo es en el fuera de juego si se aplica la herramienta del semiautomático". Sin embargo, no parecía el mejor día para disculpar el error humano, ya que la jugada polémica, a la que es cierto que no se alude, no ofrecía ninguna duda y podía verse claramente con los medios que actualmente se utilizan en el VAR.

Es evidente que con un buen uso del VAR, los arbitrajes pueden mejorar, aunque la realidad es que, paradójicamente, los árbitros son peores y, en ocasiones, como la del Cádiz-Elche, los primeros perjudicados. El hecho de pitar con red les permite tomar decisiones (o dejar de tomarlas) con la tranquilidad que, se supone, les da tener a unos compañeros cubriéndoles las espaldas. Aunque esto es un arma de doble filo. Primero, porque no se arbitra con la misma atención y decisión. Y, segundo, porque en caso de fallar, quedan retratados. Esto le pasó a Del Cerro Grande, que el VAR no le avisó de un claro fuera de juego, que su auxiliar tampoco vio.

Toman medidas, pero sin reconocer errores

Aunque lo hiciera en la última línea de su comunicado, el CTA no dudó en anunciar "las más estrictas medidas disciplinarias internas", las cuales se tradujeron en que el mencionado Iglesias Villanueva, además de su asistente en el VAR, Díaz de Mera, fueron apartados de los partidos que iban a dirigir correspondientes a la ronda de octavos de final de la Copa, el primero el Levante-Atlético de Madrid y el segundo, el Villarreal-Real Madrid. Es decir, que los dos se van a la llamada 'nevera', aunque sin que de paso el propio CTA haga un poco de autocrítica.

Sin entrar en su permanente y cansina disputa con LaLiga, apuntar como solución la herramienta del fuera de juego semiautomático sonó a escurrir el bulto, pues esto es algo que siempre se ha visto con buenos ojos desde la patronal de los clubes, quienes al fin y al cabo tendrían que correr con los gastos de su implementación. Como era de esperar, desde Torrelaguna no tardaron el responder y lamentaron "el esperpéntico comunicado del CTA enviado por la RFEF, en el que, lejos de asumir responsabilidades o pedir disculpas, intentan trasladar la culpa a una organización absolutamente ajena a la toma de decisiones arbitrales como es LaLiga".

La clave la dio Sergio González cuando desveló su conversación con Del Cerro Grande al finalizar el encuentro disputado en el Nuevo Mirandilla: "Sorprende que el señor que está en el VAR no chequee esta acción de importancia descomunal. He hablado con el árbitro y lo ha reconocido. Está triste y nos ha pedido perdón". Así es, un VAR mal utilizado también perjudica a los árbitros, aunque evidentemente quien más caro lo paga es el equipo que sale mal parado. En este caso le tocó al Cádiz, una ciudad acostumbrada a las chirigotas, aunque esta no tuviera ni pizca de gracia.

Opinión

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Prueba de ello es que a última hora de este martes, el club gaditano impugnó el partido contra el Elche y pidió que se reanude desde el minuto 81. Según su comunicado, la solicitud se fundamenta en que "no puede tildarse de un mero error humano, sino de un grave y manifiesto error técnico arbitral, motivado por la actuación negligente y no excusable de los árbitros de la Sala VOR designados por la RFEF que, a criterio de esta entidad, no solo incumplieron las Reglas de Juego aplicables, sino que pasaron por alto la normativa vigente respecto a los principios y procedimientos regulados en el Protocolo VAR". Lo dicho, una chirigota.