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Victoria con sello de la casa en el homenaje a Koke: el Atleti sufre para ganar al Girona (2-1)
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OCTAVA JORNADA DE LIGA

Victoria con sello de la casa en el homenaje a Koke: el Atleti sufre para ganar al Girona (2-1)

Los colchoneros consiguieron el triunfo en un encuentro que se les complicó cuando Rodrigo Riquelme recortó distancias. El final del partido se les hizo muy largo

Foto: Witsel protege la pelota delante de Rodrigo Riquelme. (EFE/Zipi Aragón)
Witsel protege la pelota delante de Rodrigo Riquelme. (EFE/Zipi Aragón)

Es difícil acertar en fechas en algunas ocasiones. Un ejemplo claro, la conclusión de la Guerra Fría. Ocurre lo mismo en el fútbol para determinar cuándo un jugador pasó a ser algo más que eso. Un icono. Un referente. Una leyenda para el club. Algo así sucede con Koke que, más allá de ser el jugador con más partidos en la historia del Atleti, es el que enarbola la bandera del equipo. Fue merecido el pasillo, pero no tanto la victoria de los colchoneros (2-1) ante el Girona gracias al doblete de Ángel Correa. Un triunfo con sufrimiento que ahoga las penas de la Champions.

Koke saludó a la grada, mandó besos y se vio a muchos niños (el horario invitaba a ello). Tal vez en esas fueran las miradas del capitán rojiblanco cuando él iba de pequeño al Vicente Calderón. Soñaría con ser Fernando Torres o simplemente con jugar algún día allí. A veces, los que tienen éxito en una parcela no han sido grandes soñadores. O la vida les cumplió el sueño a lo grande.

Por pedir, era más positivo que el Atleti hubiera llegado al encuentro en un mejor momento. Alejado de la cabeza de la clasificación (a seis puntos de Madrid y Barça) y con un dubitativo comienzo en la Champions, no ha sido el mejor arranque de temporada de la era Simeone. Es complicado saber cuánto pagaría Koke por ver a su equipo líder en la Liga y en la fase de grupo de la competición continental. Ya saben, lo que no tiene precio, no se le puede poner.

placeholder Simeone da instrucciones en la banda. (Reuters/Vincent West)
Simeone da instrucciones en la banda. (Reuters/Vincent West)

Un temprano gol

La clave es encontrar facilidades en el camino, como le ocurrió al Atleti. La victoria se encarrilló en los primeros compases del partido, gracias a un Antoine Griezmann estelar. Y a un Correa que fue más demonio que ángel para el Girona. Una buena asistencia del francés la remató el argentino casi en boca de gol. Suelen bastar simples gestos entre los grandes binomios.

El encuentro transcurrió placentero, con un Girona audaz, como acostumbran los equipos de Míchel. Si uno ha visto a ese entrenador, tiene claro que achantarse ante los grandes no se contempla en su manual. Todo lo contrario. El empuje fue el de siempre, con un tramo final en el que remataron dos veces al poste. Hubo detalles interesantes, especialmente de Rodrigo Riquelme.

El segundo tanto de Correa dio paz y tranquilidad en el estadio. Aumentar la ventaja siempre es importante, más aún si es como consecuencia de un regalo inesperado. Juan Carlos cometió un error de benjamines y el argentino, criado en los potreros, demostró por qué la picardía es parte fundamental en este deporte. No siempre es premiada la perseverancia, aunque sí lo fue en este caso.

placeholder Koke pelea por la pelota. (EFE/Chema Moya)
Koke pelea por la pelota. (EFE/Chema Moya)

Un final agitado

Las aguas estaban calmadas y todo se encarrilaba a un marcador estático hasta el final, pero en esas apareció Riquelme. Nunca está de más reivindicarse en la que fue tu casa. Como el hijo que se emancipa y regresa a casa de sus padres para confirmar que le va bien. Y que ya no le hace falta la paga. Tal vez el Cholo pensó que no le vendría nada mal a su equipo cuando vio su actuación.

Un disparo del canterano colchonero tocó en un defensa y confundió a Jan Oblak, que nada pudo hacer ante semejante disparo. Lo que vino fue un rezo del rosario o la muerte a pellizcos, lo que prefieran. El partido se hizo largo, pero se sumó la victoria, aunque el Girona mereció el empate. Quizá Koke preferiría un partido así en su homenaje. El sufrimiento es parte del Atlético de Madrid.

Es difícil acertar en fechas en algunas ocasiones. Un ejemplo claro, la conclusión de la Guerra Fría. Ocurre lo mismo en el fútbol para determinar cuándo un jugador pasó a ser algo más que eso. Un icono. Un referente. Una leyenda para el club. Algo así sucede con Koke que, más allá de ser el jugador con más partidos en la historia del Atleti, es el que enarbola la bandera del equipo. Fue merecido el pasillo, pero no tanto la victoria de los colchoneros (2-1) ante el Girona gracias al doblete de Ángel Correa. Un triunfo con sufrimiento que ahoga las penas de la Champions.

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