Por qué Vinícius Júnior sí bailó en el Metropolitano para disgusto de Simeone

Con los cánticos de "Vinícius eres un mono, eres un mono" y "Vinícius muérete" de fondo y una previa centrada en los comentarios racistas, el extremo brasileño aterrizó en el Metropolitano como la gran figura a observar. Vinícius Júnior desprendía tranquilidad, aunque la procesión va por dentro y mantener la compostura en días así con 22 años no es nada sencillo... como se vería una vez empezase a rodar la pelota con varios encontronazos. Sin embargo, el desarrollo del derbi se puede explicar a través de su notable actuación en un día en el que la tensión intoxicó el ambiente desde el principio y en el que le sobró algún que otro piscinazo. El Real Madrid, superior en lo táctico y lo físico, hizo bailar al Atlético de Madrid hasta demostrarle en qué escalón competitivo se encuentra el conjunto blanco y por qué el cuadro rojiblanco no llega hasta ese nivel en estos momentos... y está muy lejos todavía.

El equipo de Carlo Ancelotti hizo gala de una contundencia letal. Algo que el Atlético de Madrid tenía antaño y cuya seña de identidad se ha ido borrando con el paso del tiempo. La planificación deportiva ha sido negligente y la calidad defensiva del Atlético, con Axel Witsel, un centrocampista como mejor central, ya deja a las claras que la directiva falló a lo grande este pasado verano. Más sabiendo que Stefan Savic y José María Giménez son de cristal. Las estadísticas del derbi señalan que el equipo de Diego Pablo Simeone disparó más veces a puerta (12 tiros, de los cuales cinco entre los tres palos) que el Real Madrid (seis tiros, tres entre los tres palos), pero la potencia de fuego de los blancos se situó muy por encima de la rojiblanca.

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Con dos balas arriba como Vinícius Júnior y Rodrygo Goes más la potencia de Federico Valverde en las transiciones ofensivas, el Madrid planteó un partido mortífero al Atlético... y no tuvo ni que jugar al 100% a excepción de los primeros 10 minutos y de los últimos 10. La primera intervención de Vinícius Júnior fue un taconazo mirando al tendido que enfureció a un sector del Metropolitano. El brasileño contestaba así a todos los que le habían insultado con un gesto de "voy sobrado en este partido y me siento cómodo". Algo así hizo el Madrid, porque andando y corriendo poco (y bien) hizo sufrir al Atlético de lo lindo.

Lo explicaba Jan Oblak nada más terminar el encuentro en los micrófonos de Movistar+: "Es difícil ir hacia adelante los 90 minutos porque ellos tienen jugadores rápidos, juegan bien a la contra y si te abres demasiado te pueden marcar más goles. El Madrid últimamente defiende muy bien. Desde hace tres temporadas están muy bien en defensa, cierran bien el campo y tienen jugadores rápidos delante... que juegan bien a la contra y tiene buenos medios que hacen buenos pases". O dicho de otro modo, la decisión de Simeone de presionar al Real Madrid arriba fue valiente, pero incompatible con poder defender a campo abierto a Vinícius Júnior y Rodrygo Goes.

Letales al espacio

Con la amenaza de las dos flechas brasileñas arriba, el Real Madrid solo tenía que confiar en el cuadrado de seguridad conformado por Aurélien Tchouaméni, Éder Militao, David Alaba y Thibaut Courtois y salir al galope en pocos toques. Con la excelsa dirección de Luka Modric y Toni Kroos en el centro del campo y su amplio catálogo de pases, la primera indicación de Carlo Ancelotti estaba clara: correr al espacio. "El tema era salir bien desde atrás, buscar el balón entre líneas y jugar vertical, lo que hemos hecho en los primeros dos goles", revelaría el técnico italiano tras el encuentro.

Así fue en el primer tanto, donde Fede Valverde aprovechó los espacios para trazar una zancada endiablada y dejar el sistema defensivo en cuadro. Rodrygo acechó la espalda de Felipe al espacio en el interior del área y Tchouaméni colocó el balón donde pedía la jugada. Tras el gol y el baile, Vinícius tuvo un gesto de rabia que también captaron las cámaras y que provocó que los pitos se elevaran en ese momento. Antes, en la piña de futbolistas del Real Madrid, habían caído algunos objetos que el colegiado Munuera Montero recogió del césped y se llevó hacia el delegado de campo.

Pero también sucedió en el 0-2. Esta vez, la combinación de Luka Modric con Vinícius Júnior, cuya velocidad fue imposible de frenar para la zaga local, hizo que el Real Madrid se plantara en la frontal en tiempo récord. Es cierto que su disparo tocó en la madera, pero otra vez Valverde castigó la fragilidad defensiva del Atlético de Madrid. Lo admitía Simeone en la entrevista pospartido con Movistar+: "Salen de las jugadas en pocos espacios, te dejan los espacios para atacarte de contragolpe, que lo hacen muy bien. El Madrid es un equipo que defiende muy bien, corre poco, se cierra bien, te quita los espacios y te ataca de contragolpe".

La superioridad física y técnica del Real Madrid fue demasiado para el Atlético de Madrid. La imagen de la defensa colchonera persiguiendo sombras, aglutinando hasta cinco defensores para frenar a Vinícius Júnior y Rodrygo Goes, es pura impotencia. Simple y llanamente, un Atlético destartalado y sin la suficiente calidad defensiva no puede parar a dos de los mejores atacantes del mundo en estos momentos. Si encima das facilidades porque no eres capaz de ajustar la distancia entre líneas y la mayoría de tus defensores son inferiores a los atacantes en el cuerpo a cuerpo... pierdes un derbi en casa con la sensación de que te han bailado sin que tu eterno rival se haya empleado al máximo. Y si no, que se lo pregunten a Vinícius Júnior.