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Amor y fútbol: Granada, la tierra prometida de Diego Martínez en la que "casi no le hacían caso"
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UNA CARRERA DESDE ABAJO

Amor y fútbol: Granada, la tierra prometida de Diego Martínez en la que "casi no le hacían caso"

El entrenador del Espanyol debutó en los banquillos en el Arenas de Armilla con 26 años. Luego su trayectoria fue tan ascendente que debutó en Primera y se consagró en la élite

Foto: Diego Martínez pide cabeza a sus jugadores durante el partido ante el Madrid. (EFE/Enric Fontcuberta)
Diego Martínez pide cabeza a sus jugadores durante el partido ante el Madrid. (EFE/Enric Fontcuberta)

"No busques entrenador, que aquí tienes uno". La tarea más difícil para un dirigente estaba resuelta. ¿O era una simple sugerencia? Las palabras de Óscar Cano, entrenador del Arenas de Armilla, se quedaron en la cabeza de Augusto Delgado, presidente del club. La persona recomendada era un desconocido de 26 años en su momento. Y el actual entrenador del Espanyol, Diego Martínez.

El fútbol siempre estuvo presente en la vida de Martínez. Oriundo de Vigo, jugó en las categorías inferiores del Celta durante nueve años antes de marcharse a Cádiz. En Andalucía, con 20 años, optó por potenciar sus virtudes en lugar de pulir sus defectos. No vio futuro en el balompié… como jugador, así que optó por buscarse la vida en los banquillos. El tiempo le dio la razón al gallego en su apuesta.

placeholder Diego Martínez da instrucciones a Joselu en San Mamés. (EFE/José Manuel Vidal)
Diego Martínez da instrucciones a Joselu en San Mamés. (EFE/José Manuel Vidal)

Los estudios fueron en paralelo al fútbol. El interés de Martínez trascendía lo meramente balompédico, por eso se matriculó en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Granada. Allí se enamoró de la ciudad y de su actual mujer. Y dio sus primeros pasos como entrenador, cuando entrenó al equipo juvenil del Imperio Albolote.

Un debut muy joven

"Fue el segundo de Óscar Cano, que se lo trajo expresamente desde el Albolote", cuenta Augusto Delgado, expresidente del Arenas, en conversación con El Confidencial. La sorpresa en el club fue ver cómo un chaval de 25 años era el segundo entrenador de un equipo de Tercera. "Hicimos una buena temporada y Cano se marchó al Baza. Antes de irse, me dijo que no buscara entrenador porque tenía uno ya".

Era el año 2006 y fue el estreno de Martínez en un equipo sénior como primer entrenador. Así lo explica Delgado: "Tenía 26 años y no sabía cómo le hacían caso. A pesar de la edad, su rendimiento fue muy bueno. Ganamos los últimos ocho partidos y estuvimos cerca de jugar el play-off de ascenso".

Martínez estaba recién graduado cuando empezó su andadura en los banquillos. Tras una temporada en el Arenas, lo fichó el Motril. "Fue una pena porque solo duro un año. En ese momento, parecía que era diez años mayor porque creía mucho en lo que hacía, igual que ahora. Además, la gente iba a muerte con él".

placeholder Diego Martínez dirige al equipo en un partido de pretemporada. (EFE/Alejandro García)
Diego Martínez dirige al equipo en un partido de pretemporada. (EFE/Alejandro García)

De Tercera a Primera

"En aquella época nadie pensaba que llegaría a Primera". Su buen hacer lo llevó desde el Motril a la cantera del Sevilla, donde ascendió al filial a Segunda. Luego fue el Osasuna el equipo que le dio su primera oportunidad a nivel profesional, en 2017. "Mantengo el contacto con él y fue más fácil verlo en Pamplona que cuando regresé a Granada".

Un año en Osasuna fueron suficientes para comprobar el frío del norte y regresar al sur. En la misma tierra en la que se estrenó como entrenador, logró el ascenso a Primera. Para cerrar el círculo, su debut en la máxima categoría fue en el banquillo del Granada.

"Es muy metódico y es uno más en el grupo; se cree lo que hace". Su mentalidad no ha cambiado desde que comenzó en los banquillos. Le pide lo mismo al Arenas de Armilla que al Espanyol: "Sus equipos siempre salen a ganar, porque el ama el juego de ataque".

placeholder Diego Martínez, en su presentación como entrenador del Espanyol. (EFE/Enric Fontcuberta)
Diego Martínez, en su presentación como entrenador del Espanyol. (EFE/Enric Fontcuberta)

La influencia del Arenas fue tal que aún mantiene a gente del club en su cuerpo técnico, como Raúl Espínola, su segundo entrenador. "Siempre se acuerda de nosotros, porque fue su primer club".

Su etapa es aún recordada y por eso el club le ha abierto las puertas a cuando lo ha necesitado. Lo cuenta a El Confidencial Fermín Criado, actual presidente y vicepresidente con Augusto Delgado: "Antes de la pandemia, cuando estaba en el Granada y le tocaban equipos de inferior categoría en la Copa, venía a entrenar al estadio del Arenas. Normalmente, esos partidos eran en césped artificial y el nuestro es uno de los mejores de la provincia. Nos dimos un abrazo cuando llegó y luego se puso a cantar el himno".

Ahora Martínez tiene la tarea de que el Espanyol crezca tanto como el Granada cuando él estuvo en el banquillo. Tal fue su impronta que, un año después de marcharse, el equipo nazarí está en Segunda. En Cornellá, esperan que las noches de ensueño regresen con un entrenador que ilusiona.

"No busques entrenador, que aquí tienes uno". La tarea más difícil para un dirigente estaba resuelta. ¿O era una simple sugerencia? Las palabras de Óscar Cano, entrenador del Arenas de Armilla, se quedaron en la cabeza de Augusto Delgado, presidente del club. La persona recomendada era un desconocido de 26 años en su momento. Y el actual entrenador del Espanyol, Diego Martínez.

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