El Barça se olvida de las penas de la Champions a costa del Elche (3-0)

El estado de euforia está instalado en Barcelona desde el verano. Joan Laporta se disfrazó de genio para concederle a Xavi todos los deseos que este pidió al frotar la lámpara. El resultado ha sido un equipo competitivo al que de momento, sin embargo, no le ha dado para ganar en las grandes citas (derrota 2-0 ante el Bayern en Champions). Claro que el nivel de la Champions no es el mismo que el de la Liga y los culés sumaron su quinta victoria de la competición doméstica ante el Elche (3-0).

La apuesta por la cantera es algo que Xavi ha incluido en su plan. El entrenador del Barcelona ve compatibles los grandes fichajes con los jugadores que tiran la puerta desde el filial. Gavi fue suplente, pero sigue entre las preferencias del técnico. Al igual que Álex Balde, que continúa por delante de Jordi Alba en el lateral izquierdo.

Robert Lewandoswki no va a tener rival por ser el delantero centro del Barça. En el minuto 15, un buen desmarque suyo acabó en la expulsión de Gonzalo Verdú, que lo derribó y era el último hombre. Ese tipo de jugadas son las que definen quién es un ladrón de bancos o de bolsos de abuelitas. El polaco parece que es de los primeros.

Dueños y señores del encuentro

Los catalanes ya eran superiores en el partido cuando se produjo la expulsión que desniveló por completo el partido. Al poco tiempo llegó el primer tanto del Barcelona, obra, cómo no, de Lewandowski. Lo que tiene el polaco en la pierna es una metralleta de alta gama, a diferencia de otros equipos que van a la guerra con flechas.

Memphis Depay reivindicó su papel de delantero centro en una maniobra que supuso el segundo tanto del Barça. A veces algunos necesitan dar la nota para recordar que están en la fiesta. El neerlandés hizo un reverso dentro del área y mandó el balón a la escuadra. No había llegado el descanso y el encuentro estaba sentenciado.

El Elche necesitaba más que un milagro, porque la divinidad no era suficiente apoyo en semejantes circunstancias. En el Camp Nou son habituales las dificultades para llevarse un empate; imagínense para ganar. Y con uno menos eso era una utopía. Si el estadio culé fuera Disneyland, la experiencia sería similar a la casa del terror y no a cualquier atracción que no dé miedo.

La naturalidad de Lewandowski

Otra acción dentro del área fue suficiente para que Lewandowski aumentara su cuenta particular y la de su equipo. El polaco demuestra por qué esos 40 millones que pagó el club igual resultan baratos: una Liga se gana con goles. Y ahora el Barça los tiene. ¿O no hizo el Madrid algo parecido hace años con Ruud van Nistelrooy?

El gol del polaco llegó al primer toque, como solo hacen los buenos delanteros. Un genio indomable al que apenas hacen oposición los defensas rivales. No por falta de voluntad, todo lo contrario. El acierto es algo que está reservado solo a algunos elegidos. El intento es un factor con el que cuenta cualquiera.

El partido estaba tan decidido que Xavi rotó con el partido de la semana que viene en Mallorca (sábado, 21:00) en mente. Las Ligas se ganan en encuentros como el del Elche. Y en muchos otros. Y en Barcelona la quieren. Laporta y Xavi. Y la gran plantilla que han construido. ¿Lo conseguirán?