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Asensio y el 'tic tac' del mercado: renovación, salida o fuga aplazada por un año
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LLEGÓ MUY JOVEN

Asensio y el 'tic tac' del mercado: renovación, salida o fuga aplazada por un año

El balear finaliza contrato la temporada que viene, aunque actualmente cuenta con ofertas para marcharse. De momento, no parece que vaya a renovar su contrato en el Madrid

Foto: Asensio celebra un gol con el Real Madrid. (EFE/Etienne Laurent)
Asensio celebra un gol con el Real Madrid. (EFE/Etienne Laurent)

El reloj pasa lento o rápido, ya es cuestión de si uno sufre o disfruta. En el fútbol esa sensación muestra paralelismos con la vida real, aunque en el caso del balompié es elevado al cuadrado o al cubo. En un partido o en una ventana de traspasos. Algunos clubes están deseando que se acabe el mercado y otros que no. Unos sueñan con incorporar a alguien que entusiasme a la afición; otros que no le arrebaten jugadores.

El Real Madrid es uno de esos equipos que no saben cómo acabará el verano. Sí seguirán todos los jugadores o no. Una de esas incógnitas es Marco Asensio. Al balear le resta un año de contrato y tiene ofertas. Su protagonismo no es el que espera. Ancelotti, sin embargo, cuenta con él. En la última rueda de prensa, además, confirmó que, de salir el balear, no vendrá nadie más.

Foto: Ancelotti, durante la rueda de prensa. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Aquel niño se acercó tímidamente al hombre. Un empresario de éxito que había ilusionado a una afición. Un tipo que emprendió una de las mayores revoluciones en la historia del fútbol. Los futbolistas dejaron de ser simples jugadores para convertirse en galácticos. El líder de semejante cambio fue Florentino Pérez.

placeholder Asensio protesta en un partido con la Selección. (Reuters/Vincent West)
Asensio protesta en un partido con la Selección. (Reuters/Vincent West)

El acercamiento de un niño

El presidente del Madrid estaba en su primer mandato cuando disfrutaba de sus vacaciones en Mallorca. "Disculpe, ¿me puedo hacer una foto por usted", le preguntó un niño. Ese mismo chaval, una década más tarde, fue el jugador que le arrebató al Barcelona al ficharlo por 3'7 millones. Se trata de Marco Asensio.

Su madre es holandesa y su padre es español. Un tipo de matrimonios que no es en absoluto anómalo en Mallorca. Su segundo apellido es Willemsen y no está de más preguntarse qué hubiera pasado si se hubiera puesto ese nombre en la camiseta. O si hubiera accedido a jugar con la selección holandesa cuando se lo propusieron.

Apenas habían pasado cinco minutos de las nueve de la noche cuando Sergio Rico hizo la estatua. Había temblado la portería del Lerkendal Stadion de Noruega. Zinédine Zidane se llevó las manos a la cabeza. Resultaba que la timidez que mostraba en el vestuario no coincidía en absoluto con su osadía fuera de él.

placeholder Zidane apostó decididamente por Marco Asensio. (Reuters/Albert Gea)
Zidane apostó decididamente por Marco Asensio. (Reuters/Albert Gea)

Un obús que reventó la portería

Aquel remate desde más de 30 metros dejó a todos boquiabiertos. Asensio inauguró el marcador de la Supercopa de Europa (3-2), en la que Zidane lo alineó como titular. La cesión al Espanyol le había sentado como anillo al dedo. Sin embargo, todavía no se había descartado otra para que ganara aún más bagaje. Tras aquel gol, no hubo más que pensar.

Los partidos de Supercopa parece que van con él, porque el año siguiente repitió en el Bernabéu una maniobra similar. Esta vez, sin embargo, el que se quedó petrificado, cual hechizo de Harry Potter, fue Marc André Ter-Stegen. La consagración del chaval ya era un hecho. Por delante, sin embargo, tenía a Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale.

placeholder Asensio, en la visita al Espanyol el año pasado. (EFE/Enric Fontcuberta)
Asensio, en la visita al Espanyol el año pasado. (EFE/Enric Fontcuberta)

Las oportunidades dependen en cierta parte de la fortuna. Cuando Cristiano se había marchado y Bale apenas contaba, se lesionó en un encuentro de pretemporada ante la Roma. El diagnóstico: rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco. A veces, la fe no mueve montañas.

Asensio logró una buena recuperación, pero desde entonces no ha rendido al nivel que impresionó a Zidane. A Ancelotti no lo ha decepcionado, pero por delante de él están Vinicius y Rodrygo. No queda ni una semana para que se cierre el mercado. Y la incógnita de Marco aún está encima de la mesa.

El reloj pasa lento o rápido, ya es cuestión de si uno sufre o disfruta. En el fútbol esa sensación muestra paralelismos con la vida real, aunque en el caso del balompié es elevado al cuadrado o al cubo. En un partido o en una ventana de traspasos. Algunos clubes están deseando que se acabe el mercado y otros que no. Unos sueñan con incorporar a alguien que entusiasme a la afición; otros que no le arrebaten jugadores.

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